Necesitamos buenos modelos, y el doctor Ramón Carrillo no lo es




Por qué el doctor Ramón Carrillo no es un buen modelo a seguir

En la Argentina, es común buscar figuras históricas y públicas para convertirlas en modelos a seguir, especialmente en el ámbito de la salud y la medicina. Sin embargo, no todos aquellos que han ocupado cargos importantes necesariamente representan un ejemplo a imitar. Es el caso del doctor Ramón Carrillo, quien fue el primer ministro de Salud de la Argentina entre 1949 y 1954 durante el gobierno de Juan Domingo Perón. A pesar de haber realizado algunas contribuciones en el área de la salud pública, Carrillo tiene un pasado controvertido y acciones cuestionables que hacen que no sea un buen modelo a seguir.

Una de las razones principales por las que Carrillo no es un buen ejemplo es su vinculación con el peronismo y las prácticas autoritarias de ese gobierno. Durante su gestión como ministro de Salud, hubo denuncias de nepotismo y corrupción, además de una fuerte politización de la salud pública. Además, se lo acusó de haber participado en la persecución y represión de opositores políticos, lo cual es inaceptable para alguien que debería velar por la salud y el bienestar de toda la población.



Otro aspecto cuestionable de la figura de Carrillo es su relación con el nazismo y el fascismo. Antes de ser ministro, había realizado estudios de posgrado en Alemania durante la década de 1930, en pleno auge del Tercer Reich. A su regreso a la Argentina, mostró simpatías por las ideas nazis y llegó a elogiar públicamente a Hitler. Estas posturas ideológicas son incompatibles con los principios éticos que se espera de un profesional de la salud y un funcionario público.



Asimismo, a pesar de que Carrillo impulsó algunas medidas progresistas en materia de salud, como la creación del Ministerio de Salud y la implementación de campañas de vacunación masiva, muchas de sus políticas tuvieron un enfoque paternalista y asistencialista que no promovían la autonomía y el empoderamiento de la población. Esto refleja una visión verticalista y autoritaria de la salud pública, que no es compatible con los principios de equidad y justicia social.



Además, Carrillo tuvo un estilo de gestión personalista y centralizador, que no favorecía el trabajo en equipo ni la participación de otros profesionales y actores sociales en el diseño e implementación de las políticas de salud. Este tipo de liderazgo no es el más adecuado para enfrentar los desafíos complejos y multidimensionales que plantea la salud pública en la actualidad.



Por último, es importante destacar que la figura de Carrillo ha sido mitificada y idealizada por algunos sectores, sobre todo dentro del peronismo y la izquierda nacionalista. Sin embargo, esta mitificación no se condice con los hechos concretos de su trayectoria y oculta aspectos problemáticos de su legado. Es necesario hacer una revisión crítica y desmitificadora de figuras como Carrillo para poder construir modelos éticos y democráticos en el ámbito de la salud.



En definitiva, si bien el doctor Ramón Carrillo realizó algunas contribuciones a la salud pública en la Argentina, su pasado controvertido, sus acciones cuestionables y su estilo de gestión autoritario y personalista hacen que no sea un buen modelo a seguir para las nuevas generaciones de profesionales de la salud y funcionarios públicos. Necesitamos buscar y promover figuras que encarnen valores éticos, democráticos y solidarios, y que puedan ser un ejemplo inspirador para construir un sistema de salud más justo, equitativo y participativo. La idolatría acrítica a personajes como Carrillo no contribuye a este objetivo y puede incluso ser contraproducente para el desarrollo de una salud pública de calidad en nuestro país.




Las razones por las que el doctor Ramón Carrillo no es un buen modelo a seguir en salud pública



Necesitamos buenos modelos, y el doctor Ramón Carrillo no lo es

By Diario

6 thoughts on “Necesitamos buenos modelos, y el doctor Ramón Carrillo no lo es”
  1. No.
    Y no lo es porque fue peronista. Y si era peronista era malo.
    Estaba de parte de un regimen autoritario y despota.
    Si apoyo al peronismo no era una persona de bien, estaba metido en el curro.
    Hay que enterrar al peronismo y que esta vez no salga.

  2. Si bien tenía comentarios en sus comienzos muchas veces muy crítica les el legado de Carrillo es muy positivo. Fué el primer ssnitarista argentino, el iniciador de la medicina preventiva ( un adelantado para la época). Innumerables trabajos científicos lo pusieron a un gran nivel de reconocimiento científico internacional. Indudablemente se lo puede discutir, pero tiene méritos sobrados como para ser reconocido y estar en un billete

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *