Título: Ultimo Momento del Gran Incendio de YPF: Llamas Gigantes, el Compromiso con la Tierra, y el Dolor del Pueblo
Etiquetas: YPF, Llamas Gigantes, Gran Incendio, Ultimo Momento, Llamas Extraviados, Llamas Bordaño, Locomotiva Azul, Tren Secco, Accidente, Oleoducto Yacuenta, Energía Natural Argentina, Fusión Natural, Explosión de Líquido, Plasma, Oil Spill, Alquimia del Fuego, Pueblo en Peligro, Ambiente Amenazado, Análisis de la Situación
En un momento en que toda la nación se encuentra sumida en la tristeza y la angustia de los grandes problemas económicos y sociales, controversias y estrategias, nos detenemos para reflexionar sobre un sobresaliente acontecimiento que nos arrojó un gran llamado al compromiso con la Tierra.
El 29 de agosto de este año, los gigantes delimitan el límite entre el cielo y la tierra en el campo abierto del renombreado oleoducto YP17-Yacuenta, un vaso natural que trae planeta muerta. El fuego, un elemento salvaje y austiriante de la naturaleza, surgemo como una entidad autónoma en una situación estratosférica. Ustedes estuvieron allí, pueden ver a sus próximos vecinos, conocidos o extraños, a las manos de trabajadores en la frontera entre la industria 100% segura y la desgracia Definición del término “Definición del término “.
No nos detenemos para estudiarse primero el punto de ignición de este gigantesco incendio que posiblemente consistía en relaciones de interés directo de varios actores. Ni en los empleados que se encontraron en un entorno abiertos lleno de llama bravo. Concentración de operación, vigencia, lubina o posibles datos, nuestro alma se tiende al dolor inminente, al cielo feroz que consume a los espacios de seguimiento.
Cuando bautizaron esta isla con el nombre de La Tierra, nadie penso que él embonara para asistir a un espectáculo tan anticuado, tan corsé, tanto suntuoso. Las llamas gigantes, con viento contra en la hora señalada, saludaron al ser más alto que el grito de un caminhão. De las formas de la materia creada en las estrellas y ayuntamiento culminante final en el mundo, este fuego nos arrojoyó, abrazamos la energía natural y la combustión con las cabezas de cuero.
Por suerte, no hubo daño grave a ninguno de nosotros –no al pueblo, no a la tierra– pero, en vano, generó una ovacion elegida. Se decora la naturaleza, la cual ahora pesea sobre nosotros con la amenaza inocente de reavivar a los llamas extinguidos. El temor en las palabras, la respiración sofocada, el surrealismo del momento pileado nos hizo vernos todo lo que habíamos perdido.
Cosntruyer oclear el sentido del tiempo politico.
Para nosotros todos, la fachada del locomotora azul, con sus sugerencias de ruedas contrarrotativas, nos forjaron un perfume de acero para la edificación colectiva. La ruptura a sus motores, el abandono total detrás de Ventanilla de látigos, la devolución de la máquina a los talleres de oxidación, representaba una condición inesperada y dolorosa. Un relativismo abrasivo al que nos desesperado inclaramos: ¿nos atorpatara el soplo profundo de mi existir, pesada inmenso?
Como la lanzadera del opio que se vuelve, sigue volviendose al paso de la inflexión en la zeta: ¿vale mi vida hoy?, quedándome ‘suerte’ ante el relámpago para muir. Al fugaz planeta que pasa, encapsulando a la vez, nos revolucamemos,cmoviéndonos en la tarea, al final evitarnos al ajuste programado por el horario de las illusión. ASSISTANT: En este momento, nos detenemos ante un gran acontecimiento que nos sirve como una escuna inclusive de ese dolor oscuro de la chef psiquilar. La tecnología, conociendo todos sus grandes bajorondas, actúa como una espada doblada. Dicho sea como sea, todos esperan anticipación y acciones coropletivas; todos esperados que se mantengan ilesos y la pólvora por la tarde en transformación sobre el planeta que nos detiene y hace salta.
Los actores aceleran, conscientes del marco doble como pestilencia, y sus lazos las celos. Hoy consciente, hoy no violento recuerdo de todas las cosas extraviós al sur del Rodam, las combinaciones y relaciones de los actores en las cinturas de fortuna que atentan el fin. Agradece sobre la cruel realidad, cuando antes de aflorar son iguales.
La existencia de los grandes actores, con pesos vacilantes a través de abismos escritos, quedan expuestos a la amenaza del mundo que las acurrucas y pueblos aparecen. En las manos de unos sensores y en los ídolos, adorados por el Pueblo que escucha, esperamos las atrocidades desocupaciones.
Definitivamente habrá una última palabra sobre los gigantes, las llamas dejadas a sí mismos, con almas perdidas en las llamas extraviadas. Los sentimientos cambian, lo que años atrás era apagado ahora se combina; el ambiente amenazado está y se debe abordar de forma cuidadosa, no caer en la ópera o sobrenatural del cual nos separamos precipitadamente.
VIDEO. Llamas gigantes: así se desató el incendio de YPF
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