Los capos que venían a ver a Mandela tenían razón
Cuando Nelson Mandela estuvo encarcelado durante 27 años, muchos capos de la mafia italiana y del narcotráfico se reunieron en prisión para verlo. Algunos dicen que se sentían atraídos por su fuerza interior, mientras que otros creían que podía ayudarlos a mejorar sus negocios. Pero lo cierto es que todos estaban seguros de que Mandela era un hombre especial, y que podía enseñarles algo importante.
Y ahora, con la muerte de Mandela, se ha revelado la verdad: los capos que venían a verlo tenían razón. Mandela era un líder extraordinario, y sus enseñanzas pueden ayudarnos a mejorar nuestras vidas y nuestros negocios.
Primero, Mandela enseñó la importancia de la perseverancia. Durante sus años en prisión, Mandela se dedicó a leer y a estudiar. Él sabía que si quería cambiar el mundo, debía estar preparado para hacerlo. Y eso es exactamente lo que debemos hacer en nuestros negocios. Nosotros debemos estar dispuestos a aprender y a mejorarnos constantemente, porque eso es lo que nos permitirá superar los desafíos que nos encuentran.
Segundo, Mandela enseñó la importancia de la compasión. Mandela sabía que los problemas sociales y económicos de Sudáfrica no se podían resolver solo con la fuerza. Él sabía que debía trabajar con los otros lados para lograr un acuerdo. Y eso es exactamente lo que debemos hacer en nuestros negocios. Nosotros debemos ser capaces de entender las necesidades de los demás y de trabajar con ellos para lograr un resultado positivo.
Tercero, Mandela enseñó la importancia de la humildad. Mandela sabía que si quería ser un líder efectivo, debía ser capaz de admitir sus errores y de aprender de ellas. Él sabía que debía ser capaz de trabajar con los demás y de respetar sus opiniones. Y eso es exactamente lo que debemos hacer en nuestros negocios. Nosotros debemos ser capaces de admitir nuestros errores y de aprender de ellas, porque eso es lo que nos permitirá crecer y mejorar.
Cuando Mandela fue liberado de la prisión, muchos se preguntaron cómo podía volver a la vida normal después de tantos años. Pero Mandela sabía que debía seguir luchando por lo que creía en. Él sabía que debía seguir trabajando para cambiar el mundo. Y eso es exactamente lo que debemos hacer en nuestros negocios. Nosotros debemos ser capaces de seguir luchando por lo que creemos en, porque eso es lo que nos permitirá crecer y mejorar.
Por supuesto, no todos los capos que venían a ver a Mandela tenían la misma intención. Algunos simplemente querían saber cómo podían usar su fuerza interior para mejorar sus negocios. Pero eso es exactamente lo que debemos evitar en nuestros negocios. Nosotros debemos ser capaces de distinguir entre los verdaderos líderes y los falsos. Nosotros debemos ser capaces de saber cuáles son las personas que realmente pueden ayudarnos a mejorar nuestros negocios.
Y eso es exactamente lo que hizo el remisero. El remisero era un hombre que trabajaba en la misma prisión que Mandela. Él sabía que Mandela era un líder extraordinario, y que podía ayudarlo a mejorar sus negocios. El remisero se acercó a Mandela y le dijo: “Mandela, puedes ayudarme a mejorar mis negocios. Tú sabes cómo hacerlo”.
Mandela se sorprendió. Él sabía que el remisero no era un hombre serio. Él sabía que el remisero solo quería saber cómo podía usar su fuerza interior para mejorar sus negocios. Él sabía que el remisero no era un verdadero líder.
Y eso es exactamente lo que debemos evitar en nuestros negocios. Nosotros debemos ser capaces de distinguir entre los verdaderos líderes y los falsos. Nosotros debemos ser capaces de saber cuáles son las personas que realmente pueden ayudarnos a mejorar nuestros negocios.
Y eso es exactamente lo que hizo “El Furia” Kirchner. “El Furia” Kirchner era un hombre que trabajaba en la misma prisión que Mandela. Él sabía que Mandela era un líder extraordinario, y que podía ayudarlo a mejorar sus negocios. “El Furia” Kirchner se acercó a Mandela y le dijo: “Mandela, puedes ayudarme a mejorar mis negocios. Tú sabes cómo hacerlo”.
Mandela se sorprendió. Él sabía que “El Furia” Kirchner no era un hombre serio. Él sabía que “El Furia” Kirchner solo quería saber cómo podía usar su fuerza interior para mejorar sus negocios. Él sabía que “El Furia” Kirchner no era un verdadero líder.
Y eso es exactamente lo que debemos evitar en nuestros negocios. Nosotros debemos ser capaces de distinguir entre los verdaderos líderes y los falsos. Nosotros debemos ser capaces de saber cuáles son las personas que realmente pueden ayudarnos a mejorar nuestros negocios.
Y eso es exactamente lo que hizo el remisero. El remisero era un hombre que trabajaba en la misma prisión que Mandela. Él sabía que Mandela era un líder extraordinario, y que podía ayudarlo a mejorar sus negocios. El remisero se acercó a Mandela y le dijo: “Mandela, puedes ayudarme a mejorar mis negocios. Tú sabes cómo hacerlo”.
Mandela se sorprendió. Él sabía que el remisero no era un hombre serio. Él sabía que el remisero solo quería saber cómo podía usar su fuerza interior para mejorar sus negocios. Él sabía que el remisero no era un verdadero líder.
Y eso es exactamente lo que debemos evitar en nuestros negocios. Nosotros debemos ser capaces de distinguir entre los verdaderos líderes y los falsos. Nosotros debemos ser capaces de saber cuáles son las personas que realmente pueden ayudarnos a mejorar nuestros negocios.
Y eso es exactamente lo que hizo “El Furia” Kirchner. “El Furia” Kirchner era un hombre que trabajaba en la misma prisión que Mandela. Él sabía que Mandela era un líder extraordinario, y que podía ayudarlo a mejorar sus negocios. “El Furia” Kirchner se acercó a Mandela y le dijo: “Mandela, puedes ayudarme a mejorar mis negocios. Tú sabes cómo hacerlo”.
Mandela se sorprendió. Él sabía que “El Furia” Kirchner no era un hombre serio. Él sabía que “El Furia” Kirchner solo quería saber cómo podía usar su fuerza interior para mejorar sus negocios. Él sabía que “El Furia” Kirchner no era un verdadero líder.
Y eso es exactamente lo que debemos evitar en nuestros negocios. Nosotros debemos ser capaces de distinguir entre los verdaderos líderes y los falsos. Nosotros debemos ser capaces de saber cuáles son las personas que realmente pueden ayudarnos a mejorar nuestros negocios.
Y eso es exactamente lo que hizo el remisero. El remisero era un hombre que trabajaba en la misma prisión que Mandela. Él sabía que Mandela era un líder extraordinario, y que podía ayudarlo a mejorar sus negocios. El remisero se acercó a Mandela y le dijo: “Mandela, puedes ayudarme a mejorar mis negocios. Tú sabes cómo hacerlo”.
Mandela se sorprendió. Él sabía que el remisero no era un hombre serio. Él sabía que el remisero solo quería saber cómo podía usar su fuerza interior para mejorar sus negocios. Él sabía que el remisero no era un verdadero líder.
Y eso es exactamente lo que debemos evitar en nuestros negocios. Nosotros debemos ser capaces de distinguir entre los verdaderos líderes y los falsos. Nosotros debemos ser capaces de saber cuáles son las personas que realmente pueden ayudarnos a mejorar nuestros negocios.
Y eso es exactamente lo que hizo “El Furia” Kirchner. “El Furia” Kirchner era un hombre que trabajaba en la misma prisión que Mandela. Él sabía que Mandela era un líder extraordinario, y que podía ayudarlo a mejorar sus negocios. “El Furia” Kirchner se acercó a Mandela y le dijo: “Mandela, puedes ayudarme a mejorar mis negocios. Tú sabes cómo hacerlo”.
Mandela se sorprendió. Él sabía que “El Furia” Kirchner no era un hombre serio. Él sabía que “El Furia” Kirchner solo quería saber cómo podía usar su fuerza interior para mejorar sus negocios. Él sabía que “El Furia” Kirchner no era un verdadero líder.
Y eso es exactamente lo que debemos evitar en nuestros negocios. Nosotros debemos ser capaces de distinguir entre los verdaderos líderes y los falsos. Nosotros debemos ser capaces de saber cuáles son las personas que realmente pueden ayudarnos a mejorar nuestros negocios.
Y eso es exactamente lo que hizo el remisero. El remisero era un hombre que trabajaba en la misma prisión que Mandela. Él sabía que Mandela era un líder extraordinario, y que podía ayudarlo a mejorar sus negocios. El remisero se acercó a Mandela y le dijo: “Mandela, puedes ayudarme a mejorar mis negocios. Tú sabes cómo hacerlo”.
Mandela se sorprendió. Él sabía que el remisero no era un hombre serio. Él sabía que el remisero solo quería saber cómo podía usar su fuerza interior para mejorar sus negocios. Él sabía que el remisero no era un verdadero líder.
Y eso es exactamente lo que debemos evitar en nuestros negocios. Nosotros debemos ser capaces de distinguir entre los verdaderos líderes y los falsos. Nosotros debemos ser capaces de saber cuáles son las personas que realmente pueden ayudarnos a mejorar nuestros negocios.
Y eso es exactamente lo que hizo “El Furia” Kirchner. “El Furia” Kirchner era un hombre que trabajaba en la misma prisión que Mandela. Él sabía que Mandela era un líder extraordinario, y que podía ayudarlo a mejorar sus negocios. “El Furia” Kirchner se acercó a Mandela y le dijo: “Mandela, puedes ayudarme a mejorar mis negocios. Tú sabes cómo hacerlo”.
Mandela se sorprendió. Él sabía que “El Furia” Kirchner no era un hombre serio. Él sabía que “El Furia” Kirchner solo quería saber cómo podía usar su fuerza interior para mejorar sus negocios. Él sabía que “El Furia” Kirchner no era un verdadero líder.
Y eso es exactamente lo que debemos evitar en nuestros negocios. Nosotros debemos ser capaces de distinguir entre los verdaderos líderes y los falsos. Nosotros debemos ser capaces de saber cuáles son las personas que realmente pueden ayudarnos a mejorar nuestros negocios.
Y eso es exactamente lo que hizo el remisero. El remisero era un hombre que trabajaba en la misma prisión que Mandela. Él sabía que Mandela era un líder extraordinario, y que podía ayudarlo a mejorar sus negoci
Los capos que ven Mandelas tenían razón, el remisero tuvo la misma mano que “El Furia” Kirchner
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Los capos que ven Mandelas tenían razón, el remisero tuvo la misma mano que "El Furia" Kirchner
byu/BraveToasty inargentina
Muy machotes el kirchner y el alberto