Bucaramanga

36 días después del brutal ataque de sus dos perros de raza American Bully XL que por poco le quitan la vida, María Paula Peña fue dada de alta del hospital de California, Estados Unidos.

La joven, que estuvo en el centro asistencial más de un mes, ahora iniciará la recuperación en su casa en compañía de sus papás quienes lograron viajar desde Colombia después de conseguir la visa humanitaria.

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El ataque de ambos perros de raza de manejo especial ocurrió el pasado 24 de junio cuando María Paula Peña, que vive en EE. UU. hace siete años, los iba a sacar a pasear. Ahora un mes después seguirá en la lucha por quedar completamente recuperada tras el ataque que por poco le cuesta la vida.

En diálogo con 6AM Hoy por Hoy, la joven santandereana narró cómo ocurrieron los hechos con sus mascotas que fueron sacrificadas por la policía estadounidense; y el largo camino al que se enfrentaron los médicos para permitir que hoy vuelva a su hogar. Según lo expresado por Peña, durante este proceso fue sometida a tres cirugías y la última fue un injerto de piel para cubrir las zonas afectadas de su cuerpo:

“La verdad es un proceso muy largo, jamás esperé esto de que me cogió, pues por sorpresa y para mí ha sido sin decir mentiras, eterno, pero gracias a Dios que, pues aquí Dios me tiene (…)

Me cocieron todos los huecos que yo tengo en la pierna, en mis brazos porque en los dos brazos, pues hubo mucho desprendimiento de músculo, entonces los doctores hicieron todo lo posible por tratar de salvar músculo, pero hubo muchos que no pudieron salvarse, por ejemplo en mi brazo izquierdo se podía ver el hueso del codo; sin embargo, yo estoy agradecida con Dios porque puso a las personas correctas en mi vida y esos doctores, pues la verdad no tuvieron limitación en los procedimientos que me dieron”.

De acuerdo con Peña, durante su recuperación en el centro médico tuvo una complicación luego de que sus heridas acumularan tres que prácticamente estaban pudriendo su piel, “tuvieron otra vez que operarme y así fueron varias veces hasta que ya me pusieron también unas máquinas que regeneran los tejidos”.

Por el momento, María Paula indicó que no puede hacer fuerza, ni alzar nada más pesado de 5 libras y está valiéndose con apoyo de una caminadora porque el proceso aún muy es muy doloroso: “Me sangra mucho donde fue el injerto, se siente como una quemadura terrible y aparte de eso, pues también en la pierna tengo el hueco donde me cerraron y eso también se siente como es una presión muy gigante”.

“Los perritos fueron sacrificados, fue una decisión que lo cambió todo”

Con relación al difícil episodio que vivió con sus mascotas, la joven comentó que llegaron a su vida hace tres años y fueron su única compañía en este tiempo, por lo que tener pedirle a los policías que los sacrificaran durante el ataque fue una decisión que lo cambió todo, “no solamente yo estoy herida físicamente, sino que mi corazón también se siente partido”:

“Volvía del trabajo, ellos de como de costumbre me saludaban y luego, yo estaba alistándome para salir con ellos a caminar. Cuando estaba caminando hacía hacia la basura, yo vi que mi uno de ellos me siguió entonces yo dije, me voy a esconder, yo nunca lo había, entonces mi bebecito me está buscando y pasa una vez pasada otra vez y a la tercera, pues yo le digo ‘buuh’ y lo asusto, o sea, ese fue el error, pero no fue que ellos me atacaran”.

Luego de esperar cerca de siete minutos, la policía llegó y María Paula les pidió que los mataran, pues en sus fuerzas ya no podía librarse más de ellos: “Mi perrita me agarra y me vino a morder el hombro, en ese momento pensé que era mi último suspiro, tenía tanto miedo, y de un momento a otro fue una paz y sentí que Dios me dijo ‘los hijos de Dios no conocerán muerte’, cuando ella se me acerca al cuello, les dije mátenla por favor, le dispararon tres veces en frente de mí, luego, mi otro perro escuchó a la perrita llorar, viene caminando y recuerdo su cara, se acercó y él le dispararon dos veces”, agregó.

Madre de María Paula Peña

Paula Contreras, mamá de María Paula, que antes de ser atacada por los perros trabajaba como niñera, aseguró que su hija tendrá que seguir asistiendo a controles médicos.

“Esperamos que la recuperación en casa sea más rápida, estamos muy felices y agradecidos con toda la gente que nos ha ayudado, nos han donado y con el servicio en el hospital porque la verdad la atendieron muy bien. Ella tiene que seguir en controles, pero estamos muy contentos”.

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By Diario

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