Protestas, acusaciones de fraude y más. Esto es lo que debes saber de la situación en Venezuela
Los líderes de la oposición denunciaron supuestas irregularidades este domingo, mientras se procesaban y contaban los votos.
Según la oposición, a sus testigos se les negó el acceso a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) mientras se realizaba el recuento de votos; se suponía que su presencia debía garantizar la transparencia y la imparcialidad.
Sólo se permitió supervisar la votación a un número muy limitado de observadores electorales. Entre ellos se encontraba el Centro Carter, que pidió al CNE que publicara los resultados de las mesas electorales, afirmando que esa información era “fundamental para nuestra evaluación”.
Las Naciones Unidas también estuvieron presentes, y un portavoz dijo después que el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió “total transparencia” y que el organismo electoral “realice su trabajo de forma independiente y sin interferencias para garantizar la libre expresión de la voluntad del electorado”.
La oposición también denunció que el CNE había paralizado el envío de datos desde los colegios electorales al organismo central, impidiendo así que se procesaran más votos.
El gobierno también ha sido acusado de amañar votos en el pasado, lo que ha negado. El gobierno de Maduro controla casi todas las instituciones del Estado, incluido el CNE, que fue acusado en 2017 de manipular las cifras de participación por una empresa de software que proporcionó la tecnología de votación. El CNE negó previamente la afirmación.
CNN se comunicó con el CNE para obtener comentarios este lunes. El organismo aún no ha abordado las acusaciones de la oposición.
¿Cómo reaccionan los venezolanos?
Aunque los partidarios de Maduro celebraron su victoria en algunas partes de Caracas, este lunes estuvo marcado por protestas más amplias de la oposición.
En Caracas cientos de personas marcharon por las calles ondeando banderas venezolanas y coreando “¡Libertad!”.
Videos de todo el país, desde Charallave hasta Caucagüita, muestran a multitudes golpeando sus cacerolas, una cacofonía tan estridente que puede oírse desde lejos en toda una ciudad. Esta práctica latinoamericana se conoce como cacerolazo, una forma de protesta espontánea.
Equipos de CNN fueron testigos de cómo decenas de soldados de la guardia nacional con equipo antidisturbios reprimían las protestas, en su mayoría pacíficas, con gases lacrimógenos y porras.
“Queremos paz para Venezuela, para nuestros familiares”, dijo un manifestante, que prefirió no ser identificado, a los equipos de reporteros sobre el terreno.
González y Machado han hecho un llamamiento para que las protestas continúen este martes.
Maduro condenó las protestas el lunes diciendo que su gobierno “sabe cómo enfrentar esta situación y derrotar a los violentos”.
También afirmó, sin aportar pruebas, que la mayoría de los manifestantes eran criminales llenos de odio y que su plan había sido urdido en Estados Unidos.
Para los venezolanos, este es un terreno sombríamente familiar. Periodos anteriores de protestas de la oposición han dado lugar a duras medidas represivas por parte de la policía y el ejército, que tienen un largo historial de protección del sistema chavista, incluso en 2017 y 2019.
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