Paloma Cuevas, una figura destacada en la sociedad española, no solo es conocida por su elegancia, su matrimonio con el torero Enrique Ponce y la relación con el cantante Luis Miguel, sino también por su fortuna personal.
Descendiente de una familia adinerada y vinculada al mundo de los negocios y la moda, Cuevas ha sabido mantener e incrementar su patrimonio a lo largo de los años.
La empresaria y diseñadora de moda ha diversificado sus ingresos a través de inversiones y colaboraciones en la industria del lujo. Se ha consolidado como una de las mujeres más influyentes en el ámbito social y empresarial.
Paloma Cuevas nació el 11 de septiembre de 1972 en Madrid, aunque pasó toda su infancia en Córdoba. Como hija del famoso torero Victoriano Valencia y de la reconocida bailaora de flamenco Paloma Díaz Combarro, creció en un entorno donde la tradición, el arte y la disciplina eran pilares fundamentales.
Desde pequeña, estuvo expuesta al mundo del espectáculo y el glamour, pero también al esfuerzo y dedicación que sus padres ponían en sus respectivas carreras. Esta combinación de factores la moldeó para convertirse en una mujer multifacética y emprendedora, capaz de destacarse en diversos campos.
Con estudios en Administración de Empresas en Boston, Estados Unidos, previamente incursionó en el modelaje y después en el ámbito empresarial.
En 2016, diseñó una línea de joyas para Yanes, una compañía con una larga tradición en España. La empresa destinó el 20% de los beneficios de la venta a la Fundación Aladina, una asociación que investiga y busca mejorar la calidad de vida de los niños enfermos de cáncer.
También creó una tienda de mobiliario infantil junto a su amiga Susana Gil. Piccolo Mondo, gestionada a través de la sociedad Babycari S.L., facturó más de medio millón de euros en 2019, según el medio español Lecturas.
Paloma ha diseñado en más de una ocasión para Rosa Clará, marca española de vestidos exclusivos. A principios de 2022 lanzaron una colección de vestidos de fiesta y cóctel de alta costura.
“Son trajes de alta costura diseñados con tejidos de calidad para brillar desprendiendo sofisticación y destacando por su categórica distinción. ¡Las propuestas muestran una línea delicada que exalta el cuerpo de la mujer de forma extraordinaria!, menciona el sitio web de la marca.
Durante años, Paloma desempeñó un papel significativo en varios negocios ligados a Enrique Ponce. En el ámbito inmobiliario, formó parte, casi siempre como apoderada, de la empresa inmobiliaria de Ponce y de las compañías de comercialización de aceites Onubecam S.L. y CPM Building S.L.
Además, participó en la producción de aceite gourmet procedente de la finca La Cetrina en Jaén, según Vanitatis.
La fortuna que posee la empresaria también se refleja en las propiedades que compartía con su ex esposo. Según ADN Magazine, mantenían tres grandes propiedades: un chalet en La Finca, un departamento de lujo en Madrid y la finca La Cetrina en Jaén que tras su divorcio pasó a manos de Paloma.
Esta última propiedad, un obsequio de su padre, abarca 6,500 metros cuadrados y se encuentra en una de las áreas más costosas y exclusivas, donde residen numerosas celebridades españolas. La vivienda dispone de cinco habitaciones, una piscina privada y un vasto jardín con comedor.
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