[Este artículo contiene SPOILERS de LA CASA DEL DRAGÓN, 2×07]

Después de varios episodios viendo (y aguantando) a los Verdes mover ficha, Rhaenyra (Emma D’Arcy) se pone a la cabeza y lo hace en el capítulo hermano de La boda roja. No los estamos comparando y menos igualando: nada superará el impacto que causó el episodio 9 de la tercera temporada de Juego de tronos

La casa del dragón lo debe de saber pero, aún así, ha decidido hacerle un guiño a uno de los momentos más recordados de su serie predecesora titulando la entrega de este lunes La cosecha roja. Y no sin razón: tras la muerte de Rhaenys (Eve Best), llevábamos dos semanas esperando nuevamente algo de acción, la cual ha llegado de una manera diferente, pero no menos impresionante.

No hace falta que dos dragones se peguen en el aire para mantenernos alerta (incluso lo agradecemos, que se muera gente lo aceptamos pero, ¿dragones? Eso sí que no). Aunque eso sí: ¿dónde han quedado aquellos plot twists tan espectaculares de Juego de tronos? Los que no conozcan el desarrollo de esta historia por los libros quizá esperaban que fuesen otros los nuevos jinetes elegidos, pero no, han sido exactamente los que la serie nos hizo intuir que serían hace ya tantos episodios atrás.

Los Verdes en decadencia

Olivia Cooke como Alicent en 'La casa del dragón', temporada 2, episodio 7
Olivia Cooke como Alicent en ‘La casa del dragón’, temporada 2, episodio 7
Cinemanía

Antes de pasar a ello, resumamos la situación en Desembarco del Rey. Lord Larys (Matthew Needham) intenta fortalecer a Aegon (Tom Glynn-Carney) haciéndole caminar pese al dolor después de que Aemond (Ewan Mitchell) le rechazase como Mano del Rey (recordemos que este había pedido a Otto Hightower su vuelta, aunque no ha habido rastro de él). 

Aquellos que incitaron la revuelta son condenados a pasar el resto de sus días en el Muro y Alicent (Olivia Cooke) decide huir al Bosque Real con la compañía de Ser Richard tras ser expulsada del Consejo y ser desprovista de poder alguno.

Mientras la ex reina pasa los días en su retiro natural, las únicas noticias sobre el avance de los Verdes en esta guerra las oímos del Consejo, donde se comenta que “lord Ormund Hightower avanza, pero lentamente” y que la mayor preocupación es que “sus huestes se vean amenazadas en dos frentes por ejércitos leales a los Beesbury”. Tras una temporada en la que Desembarco del Rey parecía llevar la delantera, empieza a olerse cierta inestabilidad por parte de los usurpadores.

Sin embargo, en lo que parece el inicio de la decadencia de los Hightower, aparece un lejano atisbo de ventaja: el dragón del príncipe Daeron, Tessarion, ha empezado a volar, lo que significa que el hermano de los herederos podrá unirse pronto a la batalla y, lo más importante, que estos contarán con una bestia más en el aire.

Lord Oscar, el nuevo y osado señor de las Tierras de los Ríos

Archie Barnes como lord Oscar en 'La casa del dragón', temporada 2, episodio 7
Archie Barnes como lord Oscar en ‘La casa del dragón’, temporada 2, episodio 7
Cinemanía

Mientras tanto, en Harrenhal, seguimos esperando sentados a que Daemon (Matt Smith) recupere la personalidad de la primera temporada y cometa algunos crímenes de guerra. El episodio anterior terminó con un giro de los acontecimientos que parecía favorecer al príncipe consorte con la muerte orquestrada por Alys Ríos del viejo lord Tully, lo único que separaba al marido de Rhaenyra de conseguir su ansiado ejército. 

Y ahora que parecía que por fin íbamos a ver al falso rey entrar en acción, aparece el nuevo y joven señor de las Tierras de los Ríos, lord Oscar (Archie Barnes), para asegurarse de que seguimos bien sentados esperando. Pero no nos quejaremos: este cambio de los acontecimientos le ha dado la chispa que no esperábamos a la trama del personaje de Smith.

Por si no podía ser más patético haciéndose llamar rey y sufriendo sus pesadillas de incestos y muertes (en este episodio se le aparece su hermano para preguntarle si realmente sigue queriendo la corona), el nieto de lord Tully ha decidido poner orden en sus tierras, empezando por denigrar a Daemon ante sus señores y colocándolo en una encrucijada.

Tras asegurar que no le tiene ningún aprecio al príncipe, pero que pretende seguir con el juramento de lealtad que hizo su abuelo a Viserys y, por lo tanto, a Rhaenyra y a su marido, lord Oscar decide condenar a Willem Blackwood por la cruel matanza contra los Bricken: una orden directa de Daemon pero que este utilizó para llevar a cabo salvajemente una venganza personal y ancestral entre las familias.

La propuesta del joven señor es simple: “si su alteza desea mostrarse arrepentido por sus actos y demostrar que es digno de nuestros banderizos, debe enmendar ahora su grave error, condenar vuestros crímenes e impartir justicia”. Y así es como Daemon acaba decapitando a uno de sus leales por un ansiado ejército que, por lo que parece, tampoco es que le vaya a dar ni un atisbo de poder.

Un ejército de bastardos

Fotograma de 'La casa del dragón', temporada 2, episodio 7
Fotograma de ‘La casa del dragón’, temporada 2, episodio 7
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Pasamos al bando de los Negros, quienes por fin han conseguido mover ficha y coger la delantera. Con la noticia de que se ha avistado a Bruma con un jinete, Rhaenyra partía en el episodio anterior en busca del dragón, a quien encuentra montado por Addam (Clinton Liberty), hermano de Alyn (Abubakar Salim), el hombre que salvó a Corlys (Steve Toussaint) de ahogarse y que incluso Rhaenys sabía que era hijo bastardo de su marido. 

Tras confirmar que se trata de un aliado a su causa, vemos de nuevo la esperanza en los ojos de la heredera: los descendientes lejanos de los Targaryen pueden montar dragones, lo que implica retomar la búsqueda de jinetes para sus dos grandes armas, Vermithor y Ala de Plata, tras la muerte de Steffon Darklyn. Sin embargo, son pocos los miembros indirectos y de alta cuna de su casa, lo que hace difícil su búsqueda. 

Pero ahí aparece Mysaria (Sonoya Mizuno), con la que la reina compartió un torrido momento del que no parece que vayamos a saber más (aquí como si nunca hubiese pasado, que estamos en mitad de una guerra), para ser la voz de la razón y coger el puesto que Rhaenys dejó libre. Si Rhaenyra quiere descendientes directos, debe buscar entre los bastardos que se esconden por Desembarco del Rey.

No obstante, lo que parece el movimiento perfecto para ganar la guerra, pone en peligro la línea de sucesión Targaryen, tal y como se encarga de recordarnos y de recordar a su propia madre Jace (Harry Collet). El que parece un digno sucesor de la heredera no puede evitar ver su puesto en peligro ante dicho plan: al ser hijo bastardo de Harwin Strong, lo único que le da legitimidad es tener un dragón, una ventaja que perderá en cuanto otros bastardos montes a sus bestias. 

A pesar de tener razón, Rhaenyra no cambia de opinión, pues esta es la única opción de ganar la guerra, así que hace llamar a Rocadragón a todos aquellos bastardos Targaryen que quieran intentar reclamar un dragón. 

Los nuevos jinetes de dragones

Hugh, Ulf y Addam, los nuevos jinetes de dragones
Hugh, Ulf y Addam, los nuevos jinetes de dragones
Cinemanía

Tres eran los dragones que esperaban encontrar sus jinetes y tres son los nombres que han logrado ser los elegidos. El primero fue Addam de la Quilla, a quien Bruma encontró y escogió como su nuevo compañero. Hijo bastardo de Corlys, quien nunca le ha reconocido como su descendiente, solo consigue un “bien hecho” por parte de su padre cuando este se entera de que es él quien va a lomos del primero de los tres dragones.

Conocedor del plan de Rhaenyra, el patriarca decide avisar a su otro hijo, Alyn, de que existe la posibilidad de que él también pueda convertirse en jinete. Sin embargo, él se siente más Velaryon que Targaryen, y así se lo hace saber a su padre, a quien le confirma que su hermano siempre buscó el reconocimiento, mientras que él prefiere el barco, pues es más “de sal y mar”.

El segundo en encontrar jinete es Vermithor, el mayor dragón después de Vhagar y el más fiero de todos, conocido como “la Furia de Bronce”. En la escena que da nombre al episodio con una matanza por parte de esta bestia a todos aquellos osados que intentan reclamarlo, encontramos a Hugh (Kieran Bew), aquel herrero que había pedido a Aegon que se pagase a sus compañeros y que tenía una hija enferma que ahora sabemos que murió.

Lo que también descubrimos en este capítulo es que Hugh es primo de Viserys y Daemon. Su madre trabajaba en una casa del placer, donde se quedó embaraza, pero siempre le dijo que él era igual a los hijos de su hermano. En mitad de la cosecha roja, este bastardo demuestra su valía al salvar a una mujer del fuego de Vermithor y pedirle a este que lo mate a él. En cambio, el dragón le escoge como su nuevo jinete.

Finalmente, encontramos a Ulf (Tom Bennett), aquel hombre borracho que afirmaba ser descendiente Targaryen. Al oír el plan de Rhaenyra, se achanta admitiendo que no sabe si la historia de su linaje es real, pero sus amigos le insisten en que intente reclamar a un dragón. Finalmente, tras huir de Vermithor, se topa con Ala de Plata, quien le escoge como el tercer nuevo jinete.

En la última escena, le vemos sobrevolar Desembarco del Rey y volver a Rocadragón seguido por Aemond y Vaghar. Al llegar allí, estos ven a Rhaenyra con sus nuevos dragones y jinetes y deciden dar la vuelta. Ahora sí, los Negros ya están listos para la Danza de Dragones definitiva. ¡Larga vida a la reina!

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By Diario

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