Cientos de venezolanos se congregaron este domingo en la Embajada de Venezuela en México para votar en las elecciones presidenciales, un proceso considerado crucial para el futuro de ese país, gobernado desde hace veinticinco años por el chavismo.
Al grito de “¡Libertad! ¡Libertad!”, la comunidad venezolana residente en la capital mexicana se manifestó en el acomodado barrio de Polanco, donde algunos emigrantes expresaron su esperanza de un cambio de gobierno. Desde temprano la atmósfera estaba cargada de emoción y esperanza.
Algunos manifestantes extendieron una gigantesca bandera de Venezuela, agitándola mientras entonaban el himno nacional frente a la sede diplomática. Se instalaron seis mesas en la embajada para que miles de votantes residentes en México pudieran ejercer su derecho al voto, con el cierre de las mesas programado para las 18:00 hora local (00:00 GMT del lunes).
Según cifras oficiales, 21 millones 392 mil 464 venezolanos estaban habilitados para votar en esta jornada; sin embargo, en el exterior, solo tenían derecho a hacerlo 69 mil 211, una mínima parte de los aproximadamente cuatro millones que podrían votar.
Hasta 2020, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que en México vivían 52 mil 948 venezolanos, aunque la cifra real podría ser mayor en la actualidad.
De enero a marzo de 2024, la Unidad de Política Migratoria del Gobierno de México reportó 89 mil 718 venezolanos “en situación migratoria irregular”, un 324 % más que en el mismo período del año anterior.
Esta noche, la embajada de Venezuela en México se convirtió en el epicentro de una profunda transición emocional entre los migrantes venezolanos que se encuentran en el país azteca.
La noticia de la victoria de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales desató una montaña rusa de sentimientos, pasando de euforia inicial a desencanto, tristeza y rabia.
El ambiente, inicialmente cargado de esperanza, pronto viró hacia una atmósfera de consternación y desilusión al conocerse los resultados oficiales. Con la voz quebrada y lágrimas en los ojos, muchos migrantes expresaban su frustración.
Los resultados mostraban que Nicolás Maduro había obtenido un tercer mandato consecutivo con el 51,2% de los votos, un total de 5.15 millones, mientras que el candidato opositor Edmundo González Urrutia alcanzó el 44,2%, es decir, 4.45 millones de votos.
Posteriormente, los manifestantes realizaron un minuto de silencio en honor a la paz en Venezuela. Con la mano en el pecho, dirigieron sus pensamientos hacia sus seres queridos y compatriotas que aún viven en Venezuela. Sin embargo, el momento de recogimiento pronto dio paso a un sentimiento colectivo de indignación y rabia.
Las consignas de “fraude” comenzaron a llenar el aire en cuanto se anunciaron los resultados. Algunos migrantes, en su frustración, intentaron derribar las vallas de seguridad que cercaban la embajada.
La situación se tornó más tensa con la llegada de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina (SSC-CDMX) del grupo antimotines, apostados para resguardar el edificio consular y evitar posibles enfrentamientos.
Hasta el momento, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, conocido por su cercanía con Nicolás Maduro, no ha emitido algún posicionamiento sobre el tema, aunque se espera que aborde la situación en su conferencia de prensa matutina del lunes 29 de julio en Palacio Nacional. De igual forma, la presidenta electa mexicana, Claudia Sheinbaum Pardo, tampoco se ha pronunciado sobre los hechos acontecidos en la embajada.
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