El efecto Trump empuja la cotización del bitcoin: “Estados Unidos será la capital cripto del planeta”

Los inversores en bitcoins se frotan las manos ante la posibilidad de que por primera vez llegue a la Casa Blanca un presidente abiertamente favorable a la principal criptomoneda. Consciente del empujón electoral que le darían las decenas de millones de criptocreyentes, y animado por las cuantiosas donaciones de ese incipiente lobby, Donald Trump se postuló este sábado durante su intervención en la conferencia Bitcoin 2024 de Nashville para ocupar ese lugar: prometió convertir Estados Unidos en “la capital cripto del planeta y la superpotencia mundial del bitcoin”, crear una reserva nacional en esa moneda y despedir, el primer día de su mandato, al presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (la SEC), Gary Gensler, conocido por su celo en la regulación de estos activos, y por tanto uno de los hombres más odiados por los partidarios de las criptomonedas.

Como resultado del antes, el durante y el después de las palabras de Trump, la cotización del bitcoin se ha animado, con una revalorización del 7% en cinco días, lo cual le ha llevado a alcanzar este lunes máximos de seis semanas cerca de los 70.000 dólares. La idea de que la primera potencia global tenga un líder procripto ha dejado de ser una utopía, y con las encuestas dando todavía a Trump ligeramente como favorito —aunque con un margen menor tras el cambio de candidato demócrata—, los inversores descuentan una regulación más amable tras años de choques con Washington.

El español Álvaro D. María, autor de La filosofía de bitcoin (Deusto), fue uno de los asistentes del acto en Nashville. En su opinión, marca un punto de inflexión. ”Ya empezamos a ver que la principal crítica a bitcoin, que los Estados lo atacarán, se está viendo rápidamente superada por una comprensión superior del activo y por la fuerza de su comunidad. Aquí ocurre como con la pólvora: no cabe ser partidario o detractor, simplemente aquel que lo adopte primero saldrá beneficiado, y el que lo persiga, dificulte su acceso a su población y aprenda a utilizarlo más tarde se está pegando un tiro en el pie”, afirma.

Trump explotó la mala sintonía que la Administración Biden ha mantenido con el universo cripto en los últimos años, y acusó al todavía presidente y a su vicepresidenta, la candidata demócrata, Kamala Harris, de emprender “una cruzada antibitcoin”. Según el Financial Times, los demócratas están tratando de encauzar su relación con este colectivo —cuya potencia electoral y económica es creciente—, algo que sería más sencillo ahora que Biden no es el candidato. Eso se ha materializado en varios cara a cara: Harris ya ha mantenido reuniones con directivos de algunas de las principales firmas de esta industria, entre ellas Coinbase, Circle y Ripple Labs.

Sin embargo, reconstruir años de desencuentros no se antoja sencillo. Trump, que en el pasado calificó al bitcoin de “fraude contra el dólar” y se posición varias veces contra las criptomonedas, lleva ahora claramente la delantera en las preferencias de estos votantes. Y en Nashville tiró de hipérboles para alegrar los oídos a los miles de asistentes que acudieron a escucharle. Comparó la irrupción del bitcoin con la de la industria del acero hace 100 años, recordó que ya supera por capitalización al valor de la petrolera ExxonMobil, y predijo que en 15 años se convertirá en el activo más valioso del mundo.

También convirtió el desarrollo de este sector en una cuestión geopolítica, al advertir de que si Estados Unidos no toma la delantera, China y otros países lo harán. “Si el bitcoin va camino a la luna, como decimos… quiero que Estados Unidos sea la nación que lidere el camino”. Con estas recientes subidas, el bitcoin se acerca a sus máximos históricos del pasado marzo, cuando repuntó por encima de los 73.000 dólares gracias al impulso que supuso la aprobación de los ETF por parte de la SEC.

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