A mediados del mes de julio del año 2024 hubo gran revuelo y conmoción en los medios, redes y ciudadanía colombiana por el suicidio de la médica Catalina Gutiérrez Zuluaga, que estaba en el proceso de residente de cirugía en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. Y una semana después, también en un caso que habría pasado en la capital del país, se notificó que en 2023 otra persona relacionada con el mundo de la Medicina que se quitó la vida en circunstancias parecidas.
En la última semana de julio se supo que el joven Johan Sebastián Castellanos Romero, de 20 años, estudiante de la Universidad de Los Andes y que pasaba complicaciones por los costos de sus estudios, también tomó esa lamentable decisión. Aunque falta mucha información por conocer, se ha indicado que los problemas financieros no fueron la razón principal de la tragedia ocurrida en septiembre del año anterior.
Según se conoció, así como la médica Gutiérrez Zuluaga, Castellanos también vivía en un entorno de matoneo, burlas, maltrato y burlas infligidas por compañeros, profesores y demás personal cercano al contexto académico. Pero en el caso del joven habría señales de que la diferencia de clases, por ser becado en una institución de gran prestigio y alto costo, tendría mucho que ver en esta situación de presunto acoso.
¿Qué se sabe del caso de Johan Sebastián Castellanos, estudiante de Medicina de Los Andes?
Castellanos Romero se había ganado una beca en el programa ‘Generación E del Ministerio de Educación de Colombia’, teniendo la posibilidad de ingresar al programa académico de Medicina en la Universidad de Los Andes. Pero después se aclaró que este beneficio no incluía el costo total de la carrera en cuestión en la reconocida universidad colombiana, por lo que empezaron a presentarse dificultades para que Johan Sebastián estudiara con normalidad.
Según se reportó al público, el estudiante tuvo que aplazar sus estudios para trabajar y tener recursos para seguir adelante y no perder la beca. Y, basados en la versión de la familia, estas condiciones habrían llevado a que compañeros, profesores y otras personas de la carrera lo hubieran hecho sentir mal con burlas y una especie de discriminación.
Pero el caso no quedó en eso, ya que a la Revista Semana le indicaron algunas personas del entorno de Johan Sebastián Castellanos que el joven había sido acusado de enviar un correo a las autoridades de la carrera y de la universidad en el que se denunciaban situaciones irregulares. Y la supuesta revelación de la identidad del estudiante que notificó esos problemas con los exámenes de patología, llevó a que lo señalaran con mayor vehemencia de forma pública.
El joven Castellanos era originario de Paipa, población del departamento de Boyacá, que queda a 3 horas de Bogotá. Y en ese lugar, por su buen desempeño académico, habría ganado la beca que lo vinculó con Los Andes para cumplir con el sueño de convertirse en médico, pero tuvo que empezar a trabajar en un ‘call center’ para obtener recursos y cubrir los costos de sus estudios.
Y es que en 2019, con apenas 16 años, Johan Sebastián se graduó del Colegio Juan Bautista María Vianney con honores y teniendo el mejor puntaje en las pruebas del ICFES en el departamento de Boyacá, quedando entre los primeros 10 de todo el país en ese momento. Además, en ese periodo de admisión Los Andes reconoció el buen desempeño del boyacense con la distinción Alberto Magno.
Pero pasadas estas buenas noticias, empezaron los problemas y el principal fue que la beca no cubría todo el costo de la carrera, que sumando los 12 semestres, estaba cerca de los 400 millones de pesos colombianos (más de 99.000 dólares o más de 91.000 euros). Gran inconveniente que la madre del joven, la señora Oliva Romero, reportó a Semana:
Hubo persecución por su condición económica, porque él se puso a trabajar en un ‘call center’ para comprar sus cosas y no sentirse tan menos. Pero él no era aceptado (en la universidad)… me decía que estaba presionado, que nadie lo quería, que lo rechazaban y que había un grupo de profesores, en especial esa profesora, que lo trataba mal, lo hacía sentir mal y le gritaba al frente de todos que con él era muy fácil acabar. Los compañeros le hacían ‘bullying’ y no querían trabajar con él. Ahí empezó a caer en depresión y echó para atrás
Después de que los comportamientos empezaron a cambiar, la falta de sueño empezó a afectarlo, tenía desconfianza en salir a la calle, cambió su aspecto físico y hasta bajó de peso, Johan Sebastián Castellanos Romero buscó ayuda en la Clínica Monserrat por no sentirse nada bien. En este lugar pasó una semana completa, le notificaron depresión y le formularon medicamento para tratarla.
Denuncia por el suicidio del estudiante de Los Andes, Johan Sebastián Castellanos Romero
Pues ya conociendo la depresión, a la Universidad de Los Andes también le informaron de la situación, él acudió a una cantidad de sesiones con el psiquiatra de la institución académica, pero nada cambió en su contexto con profesores, compañeros y relaciones con su entorno.
Pero todo estalló en septiembre del 2023, cuando por medio de un video anunciando que iba a quitarse la vida, Johan Sebastián se dirigió hacia su familia. Aunque el video fue publicado en una red social y fue eliminado por transgredir las políticas de la plataforma, el material llegó a la Revista semana y compartieron las palabras del entonces estudiante de Medicina:
Hola, esta es mi despedida. Hice una lista de cosas que debía decir, pero es casi que imposible seguir. Supongo que voy a empezar por la persona más importante, que es mi mamá: te amo y perdón. Solo ya no aguanto más. No creo poder. A mis pocos amigos y los únicos que pude mantener, gracias. Te amo, ma
El video, que fue publicado el 9 de septiembre de 2023, fue la forma de destapar lo que presuntamente vivía el nacido en Paipa en su vida universitaria en Bogotá. Y un compañero de estudio, de quien no se conoce su nombre, le entregó a la madre de Johan Sebastián Castellanos Romero una lista con nombres y datos de quienes serían responsables de complicar, burlarse, discriminar y acosarlo hasta ese lamentable desenlace.
Así lo indicaron en la revista en cuestión:
Lista con los nombres de estudiantes y profesores que habrían acosado a Sebastián. En ese documento, en poder de esta revista, aparecen varios compañeros de carrera y profesores de Medicina Social, Microbiología, Patología y Farmacología
Y desde ese momento, aunque la Universidad de Los Andes no ha respondido abiertamente al tema, por cuenta de un derecho de petición que envió la señora Oliva Romero, han sancionado a nueve personas por conductas de acoso, maltrato, amenaza y violencia de género. Eso sí, no dieron más detalles sobre el caso o si esas personas excluidas tendrían que ver directamente con el caso que se volvió viral y masivo después de lo que pasó con la médica Catalina Gutiérrez Zuluaga.
Pero la madre del joven sigue adelante con el proceso y ya cuenta con un abogado para llegar a la verdad de la muerte de su hijo por un suicidio en medio de la depresión.
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