Son la evolución lógica de los ‘wearables’ de cuantificación: más cómodos para usarlos las 24 horas, con más autonomía y una utilidad bien definida e integrada en el caso de Samsung

Por qué el Samsung Galaxy Ring está siendo un exitazo
El nuevo e icónico Samsung Galaxy Ring está fabricado en titanio y disponible en tres acabados

Fue un bajón saber que Samsung no iba a traer a España a su primer anillo inteligente. Lo limitado del lanzamiento auguraba una especie de globo sonda en mercados seleccionados, con un precio seguramente elevado y un enfoque casi de betatesters para sus primeros compradores. Nosotros somos obviamente de ese grupo de early adopters a los que les encanta probar nuevos productos, innovaciones que a veces no llegan a buen puerto y gadgets de todo tipo por muy costosos que parezcan.

Quizás por esto último, entendía que mi curiosidad por el Galaxy Ring no era extrapolable al mercado, que sin embargo ha sorprendido respondiendo de forma notable a una Samsung incapaz de cumplir con los pedidos anticipados del anillo, finalmente agotado en cuestión de minutos en su período de pre-compras.

Es un producto complicado, que tiene que fabricarse en diferentes tallas y medidas y que además está disponible en distintos acabados, por lo que la producción y distribución es más compleja sobre todo en la parte de la previsión y stocks. Esto quizás explique que existan tallas difíciles de conseguir ahora mismo, y que las fechas de entrega se acerquen más a septiembre que al próximo mes de agosto.

No cabe duda, el Samsung Galaxy Ring está siendo un éxito de tal calibre que ha sorprendido incluso a la propia Samsung, quizás con problemas en la parte de producción por la complejidad de un ‘gadget’ que debe fabricarse en diferentes tallas.

¿Por qué el Samsung Galaxy Ring despierta tanto interés?

Pues bien, dado todo lo que hemos comentado en la introducción, he querido explicar mi punto de vista para resolver el interés que está despertando el Galaxy Ring en la industria, pues este era un tipo de producto ya explorado por otros fabricantes que hasta la fecha tampoco había triunfado en exceso.

Sin embargo, estamos en un contexto de poca innovación o al menos poco palpable, con las necesidades de la industria ya definidas y maduras y donde sólo los móviles plegables están mostrando algo diferencial, quedándose las mejoras en valor añadido, en software o en suites de inteligencia artificial.

Estos anillos inteligentes son por tanto interesantes al ofrecernos un concepto novedoso, que además considero que es la evolución lógica de los wearables cuantificadores. De hecho, es que son más pequeños y más cómodos para vestirlos todas las horas del día, sobre todo en la noche, y eso ofrece un punto de vista interesante para quien quiere tener sus parámetros de salud controlados las 24 horas.

Los relojes inteligentes son más aparatosos y dormir con ellos es a veces algo incómodo, y eso impide que nuestro sueño se monitorice de forma efectiva. Yo mismo me quito el reloj la mayoría de las noches, por lo que un Galaxy Ring cubriría perfectamente esa necesidad, tanto en la cama como en la ducha, a la hora de hacer deporte o en cualquier situación.

Además, aunque el anillo no cuenta con una interfaz de control sí dispone de gestos al menos en el producto de Samsung, y estos gestos pueden hacer que en el futuro sea posible disparar la cámara, controlar la música o lanzar alguna aplicación, incluso el asistente Gemini, con sólo tocar el anillo… Esto será muy útil haciendo deporte, conduciendo o en otras situaciones similares.

Todo parecen ventajas: el uso está bien definido (sólo tiene que recopilar datos de salud), la autonomía es elevada (una semana aproximadamente) y su comodidad hace que podamos cuantificar nuestra salud y actividades las 24 horas, con una experiencia adecuada y satisfactoria.

La batería del Galaxy Ring es otra de de sus bazas pues promete casi una semana de autonomía para cuantificación física, siendo esa una barrera que prácticamente ningún smartwatch ha conseguido derribar haciendo que su experiencia sea limitada y siempre dependiente.

Por supuesto, hemos de mencionar la integración del ecosistema de Samsung y de su antigua plataforma S-Health, ahora Samsung Health, que se aprovechará de todos los sensores del Galaxy Ring para una utilización más profunda de los datos y una integración casi total que limita las curvas de aprendizaje y facilita la adopción del anillo en nuestras actividades diarias.

Todo parecen ventajas a priori, y eso que obviamente los sensores del anillo son limitados, su experiencia está en pañales todavía y su precio es altísimo, algo que sin embargo no ha disuadido a los compradores que, como yo, han mostrado mucho interés por un producto que nos encantará probar en el futuro próximo.

¡Samsung, por favor, queremos al Galaxy Ring en España más pronto que tarde…!

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By Diario

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