El mexicano del equipo Red Bull sufrió con el ritmo de carrera y el plan del equipo tampoco le ayudó
El mexicano Checo Pérez finalizó en la octava posición el Gran Premio de Bélgica en una carrera que quedó marcada por la mala estrategia de Red Bull para el piloto mexicano, quien pasó de pensar en un podio a salvar cinco puntos.
La agresividad de Lewis Hamilton en el inicio de carrera provocó que Pérez perdiera el segundo puesto desde la primera vuelta.
Sergio Pérez intentó mantenerse cerca de Charles Leclerc, quien también fue superado por Hamilton en la primera vuelta. Sin embargo, le costó mantenerse y más bien los espejos se llenaron del McLaren de Piastri.
El de Jalisco sostuvo su posición con la superioridad que mostraron en el segundo sector. Fue después de siete vueltas que Pérez logró separarse y quitarle el DRS al australiano.
Checo Pérez ingresó a su primera detención de pits en la doceava vuelta. El objetivo del undercut y gomas medias parecían una buena elección, pero se complicó a su salida.
Checo logró una mejor detención que Piastri, pero en su regreso a pista se topó con Lance Stroll, quien marchaba séptimo y no puso las cosas fáciles al mexicano. Todo esto provocó que Piastri le diera alcance y superara al final de la recta Kemmel, en el frenado para la chicana Les Combes.
Pérez se mantuvo en la quinta posición, pero Piastri se alejó hasta tres segundos de distancia. El mexicano entró a un tobogán que terminaría por sentenciarlo al final de las 44 vueltas.
Las llantas medias de Checo comenzaron a ceder y George Rusell fue sobre Pérez en la vuelta 21, por lo que el equipo decidió llamarlo a pits para buscar adelantarse en la estrategia –y no estorbar la carrera de Max Verstappen, quien ya estaba en zona DRS del tapaío-.
Con el ingreso de líderes el tapatío se acercó a seis segundos, pero debía pensar en una carrera con un stint de vueltas con gomas duras.
Sergio perdió la posición ante George Russell y enseguida vio como Max se acercó a él. La orden de equipo llegó. El tapatío dobló las manos en la vuelta 30, mientras que un giro después Lando Norris fue por Checo y la superioridad del McLaren se impuso.
Con el séptimo puesto Checo se alejó con cada giro de Lando Norris, mientras que a sus espaldas comenzaba el acecho de Carlos Sainz, quien cortó una diferencia de cinco segundos.
Sainz se colocó en rango de DRS en la vuelta 38. El desgaste de las gomas duras y la velocidad del español lo sentenciaron y provocaron que el mexicano cayera octavo.
Checo, luego de una buena clasificación, comentó que tenía un buen presentimiento de lo que podría ser la carrera, pero al final se quedó lejos de la victoria o el podio. El equipo lo llamó a pits para conseguir la vuelta rápida y salvar un punto más para el campeonato mundial de constructores.
Octavo lugar antes del receso de verano para Checo y también un trago amargo, ya que cayó a la octava posición en la tabla de pilotos ante el triunfo de George Russell.
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