Tarek William Saab presentó tres obras suyas en la pasada Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven), a la misma hora, en el mismo escenario. La primera, Hoguera de una adolescencia intemporal, una selección de textos críticos, ensayos y entrevistas que abordan su amor a la justicia, el arte y la belleza. La segunda tiene que ver con su vertiente política, Discursos al pie del hemiciclo (parte II), el segundo tomo de sus intervenciones públicas como diputado, gobernador y figura pública en general. La tercera no la ha escrito él, pero, en puridad, es la más personal de todas: aquí funge de protagonista, de biografiado. El título lo dice todo: Saab. Se trata de la segunda entrega de una saga sobre su vida y obra que aspira a ser una trilogía, si los dioses lo permiten. La escribe Alberto Jiménez Ure, un escritor venezolano entrado en los 70 que guarda un parecido asombroso con Ozzy Osbourne.

Por encima de cualquier otra definición, Saab (El Tigre, 61 años) prefiere la de poeta. Hugo Chávez leyó algunos poemarios suyos en la cárcel. Cuando el comandante salió libre, solía referirse a él como “el poeta de la revolución”. Ese es su pasado, una historia en blanco y negro atada a los orígenes mismos del chavismo. Saab ejerce hoy en día como fiscal general de la República de Venezuela. Esta mañana, para esta entrevista, se acomoda detrás del escritorio de su oficina. Lleva encima una carpeta con una serie de expedientes de los que echará mano cuando se pongan en duda sus actuaciones como fiscal. En los últimos meses, más de 100 personas vinculadas de alguna manera con la líder de la oposición, María Corina Machado, han sido detenidas. Saab evita pronunciar su nombre, la llama “la innombrable”. Machado, inhabilitada para ejercer un cargo electo durante los próximos 15 años, eligió como reemplazo y le cedió su capital político a Edmundo González, que de la noche a la mañana se ha convertido en un político reconocido en Venezuela y le disputa la presidencia el domingo a Nicolás Maduro, el candidato continuista del chavismo.

Saab canta el himno nacional, en agosto de 2008 afuera de una planta de Cementos Mexicanos en Pertigalete que fue nacionalizada.Victor Guararicoto (AP)

Saab fue revolucionario desde su juventud, y más tarde un destacado activista en defensa de las víctimas del Caracazo, los manifestantes asesinados durante las protestas por el aumento de los precios de la gasolina y el transporte público que decretó el presidente Carlos Andrés Pérez, en febrero de 1989. Más de tres décadas después, ocupa la institucionalidad, el ápice de la pirámide del poder. Se le considera uno de los chavistas más ortodoxos y apegados al relato oficial. En su función de fiscal, le ha tocado hacer frente a la batería de acusaciones hechas contra el Estado venezolano por los excesos cometidos contra opositores y los presuntos crímenes de lesa humanidad acaecidos durante el Gobierno de Maduro, formulados en varios foros internacionales, muy especialmente en la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos y en la Corte Penal Internacional. Él considera todas estas acusaciones un infundio promovido por los países que no respetan la soberanía de Venezuela.

El domingo, cuando se cierren las urnas, Tarek puede jugar un papel decisivo. La oposición confía en las encuestas más fiables que dan como ganador a su candidato -algunas, con un amplio margen de diferencia-. El chavismo reconoce que en algún momento Maduro y Edmundo llegaron a encontrarse en un empate técnico, pero cree que ahora su diferencia es de casi 10 puntos porcentuales a su favor. La noche de recuento se prevé larga, pero con luz en todas las casas pendientes del desenlace. El Consejo Nacional Electoral (CNE), el árbitro electoral de mayoría chavista, será quien arroje el resultado final, seguramente la madrugada del lunes. En esas horas de incertidumbre y con los resultados muy apretados, los partidos suelen declararse ganadores para evitar cualquier intento de fraude del rival. En este caso, con el mundo entero pendiente de si el chavismo aceptará un resultado adverso después de 25 años en el poder se trata de un asunto especialmente sensible.

Un mural de Hugo Chávez y Nicolás Maduro en el centro de Caracas, el 26 de julio.Marina Calderon

“El CNE es el único legítimamente constituido para decir los resultados electorales, a la hora que considere, a la hora que sean irreversibles en ese momento. Quien usurpe esa función, está cometiendo un delito y tiene que estar sujeto a que se le abra una investigación, a que sea procesado y a que sea detenido. Porque aquí no existe el doble rasero de gobiernos paralelos, de facto o satelitales desde el extranjero, que usurpen los poderes del Estado venezolano”, dice el fiscal. La oposición lo ha interpretado como una intimidación, una manera de frenar una posible victoria de su parte. Porque se entiende que si Maduro o alguno de sus ministros se anticipan al CNE no van a recibir una citación de la fiscalía.

—Aquí en Venezuela no hay oposición —dice Saab en mitad de la conversación—.

—¿A qué se refiere?

—El factor que se enfrenta a Maduro, Edmundo González, es un afiche que ponen. Es el candidato de Estados Unidos y la Unión Europa para robarnos todas las riquezas naturales de Venezuela, para entrar aquí y saquear el país. Ocurrió cuando el petróleo nuestro era robado por la Shell, cuando nuestros diamantes eran robados por el imperio español. El hecho de uno ser soberano-nacionalista, lo que se abrió en el 98 con Chávez, te convierte en un objetivo a quien atacar, vilipendiar, decir mil mentiras. Siento que por eso esta batalla hay que darla.

—Pero si todo lo encuadramos de esa manera, negamos a la oposición tener una candidatura. ¿Por qué no puede haber en Venezuela una alternancia política, como un país al uso?

—Porque Venezuela dejó de ser colonia estadounidense. En los campos petroleros no mandaban los venezolanos, sino las petroleras transnacionales estadounidenses. El objetivo de Estados unidos es volver a reconquistar Venezuela.

A continuación, Saab hace una disertación histórica desde el ascenso al poder de Chávez hasta eventos muy recientes. La tesis central: el chavismo ha tenido que hacer frente a una guerra híbrida que ha buscado su destrucción política y económica. Detrás de esa operación, Estados Unidos. Eso no quita que Tarek, sobre todo como escritor y poeta, no haya reconocido el valor cultural de ese país. Quince minutos antes, contó que en el Puerto La Cruz, la ciudad más importante de Anzoategui, estado del cual fue gobernador, levantó estatuas al Che, Federico García Lorca y Roque Dalton, pero también a Bruce Springsteen y Bob Dylan.

A propósito de Roque Dalton: el fiscal cuenta que un día vio en televisión a Fidel Castro dándole la mano a un señor, en La Habana. Días después, él mismo se encontró a Fidel y le contó que aquel señor al que había saludado era el que, décadas antes, había ordenado asesinar al poeta salvadoreño. Fidel solía contar esta anécdota cuando hablaba de Dalton. Tarek y Fidel mantuvieron una cierta camaradería, siempre desde la profunda admiración del primero hacia el segundo.

El fiscal vuelve a la campaña presidencial.

—Edmundo González se retiró. Dijo: ‘Estoy enfermo, no puedo ir a la campaña’. Y se fue. Explícame qué es eso.

—No se ha retirado, sigue en campaña (un día suspendió un acto por una gripe, pero se reincorporó).

—No, no. Él se retiró, te engañaron, vale. El afiche de este señor te lo levanta alguien que no es candidata (María Corina Machado, para él La Innombrable). Esto no ha pasado en ningún lugar de la tierra.

A partir del domingo va a ser reelecto Maduro, según Saab. “No, no porque lo diga yo, es que es evidente. Las encuestas que tú tienes son fake news que lanzan en la guerra híbrida”, se acalora. La señal, prosigue, es que Joe Biden ha querido restablecer el diálogo con el chavismo a 15 días de las elecciones (en el sentido estricto, fue Maduro el que “aceptó” las conversaciones con la Casa Blanca). “¿Crees que eso es normal? No, ellos saben lo que va a pasar. ¿Qué propongo yo? Que tengamos unas relaciones diplomáticas y comerciales con Estados Unidos, como eran antes, cuando Chávez estaba vivo”, dice. En campaña, Maduro ha asegurado que ha apalabrado con empresas estadounidenses prospecciones de petróleo y nuevos contratos que reactiven el principal ingreso del país, siempre y cuando la Casa Blanca otorgue licencias, como hizo con Chevron. The Wall Street Journal publicó en un artículo que traders y gerentes sostienen en privado que prefieren una victoria de Maduro dado que ya está todo acordado.

—Fiscal, si el domingo gana Edmundo, que es una posibilidad que está sobre la mesa, ¿en qué escenario nos encontraríamos?

·—No quiero vaticinar cosas que no han pasado. Solo te estoy hablando en términos como fiscal general de la República. Voy a tener ese día a 1.236 funcionarios dispuestos en todo el país para vigilar que haya pulcritud y no haya violencia en ningún centro electoral. Fiscales, superiores, regionales. Va a ser una elección ejemplar, a pesar de que… fijate, se quiso enturbiar las elecciones.

—¿Quién quiso?

—Entre octubre y diciembre de 2023 hubo un plan de un sector extremista de comenzar a generar un caos para que en enero arrancasen disturbios.

Tarek abre el expediente y comienza a leer una retahila de conspiraciones, la mayoría encaminadas a asesinar a Maduro, quien, hasta esta campaña, había pasado mucho tiempo recluido en Palacio por miedo a ser asesinado. Esa misma paranoia poseyó antes a Chávez, y mucho antes a Fidel. Las organizaciones de derechos humanos y organismos internacionales consideran que esta es una estrategia del chavismo para ordenar detenciones indiscriminadas contra sus opositores con acusaciones muy endebles. Esos delitos son prescritos como “terrorismo” o “traición a la patria”.

—Y ya sabemos lo que va a pasar con la oposición el 28 —dice Tarek—.

— ¿Qué va a pasar?

—El sector radical de la oposición, impuesto por Estados Unidos, sabe que están perdidos. Llevan dos meses que van a cantar fraude. Lo han dicho clara, y lo entiendo, hermano. ¿Pero qué asesor tan bruto, burro e inhabil mental los ha asesorado para que tengan dos meses diciendo que van a salir a la calle a cantar fraude? Eso es porque saben que están perdiendo.

—¿Si perdiera Maduro se iría el chavismo a la oposición?

—No te quiero vaticinar como si yo fuese una especie de candidato. No me estoy lanzando a candidato.

—A la gente le preocupa que durante la campaña haya más de 100 detenidos de la oposición, algunos por llevar a María Corina en coche u hospedarla en su hotel. ¿Qué sentido tiene detener a gente por eso?

—Eso es falso, te han engañado, te han mentido. Permíteme que te diga los detenidos de ese partido extremista…

Enumera causas, detenciones, procesos judiciales relacionados con intentos de magnicidio, sabotajes al sistema eléctrico y conspiraciones.

Vuelve Tarek:

—¿Usted me va a decir que el coronel Tejero era un preso político (se refiere al guardia civil que entró armado al Congreso español en febrero de 1981)?

—No.

—Pero usted me dice que sí lo son estos que estoy mencionando…

El fiscal, a pesar de todo, tiene tiempo de escribir poesía y asistir a conciertos en Caracas -tiene prohibido entrar a un buen número de países-. En uno de esos shows, se encontraba en una butaca en primera fila cuando Eros Ramazzotti se agachó y le estrechó la mano. El cantante italiano no advirtió que ese fan tan entregado que tarareaba sus letras era el fiscal general de la República. Esas actividades nocturnas no rompen una dieta estricta y una rutina diaria de gimnasio, de bodybuilding. Si se cumple lo que tiene en mente, le quedan muchos libros por escribir: “El entrenamiento me ha llevado a tener disciplina. Quiero vivir 40 años más, por lo menos”.

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By Diario

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