La conmemoración de los 214 años de independencia del país tuvo en su tradicional desfile militar algunos inusuales antecedentes, siendo el más notorio el hecho que el presidente Gustavo Petro llegó dos horas después de lo previsto al evento desarrollado al sur de Bogotá, lo que generó el retraso de la agenda aérea y terrestre de las tropas que iban a empezar desde las 9 de la mañana.
El desfile inició a las 12 del mediodía, y minutos después a la tarima de altos funcionarios del Estado arribó el primer mandatario sin la compañía de su esposa, la primera dama Verónica Alcocer. Quienes estuvieron junto a Petro fueron la vicepresidenta Francia Márquez, miembros de su gabinete como el ministro de la Defensa, Iván Velásquez, e integrantes de la cúpula militar y de la Policía como el almirante Francisco Cubides y el general William René Salamanca.
El par de horas de espera –se tenía programada su llegada a las 10– generó un sin sabor en varios de los asistentes, expresado a través de chiflidos en contra de Petro, quien en el transcurso del evento impuso la Orden Cruz de Boyacá a los máximos generales de su cúpula.
Como es habitual, el desfile también se llevó a cabo en las principales ciudades capitales, y en Bogotá tuvo concentrados en la localidad de Kennedy a 9.256 integrantes de la Fuerza Pública que engalanaron con sus bandas de guerra la avenidas Boyacá, entre las Américas y la calle 26, un recorrido, que, comparado con los años anteriores, fue corto.
Petro estuvo presente durante todo el desfile de los 3.893 hombres y mujeres que representaron al Ejército Nacional en 31 bloques de diversas especialidades, y se marchó para cumplir con su agenda en el Congreso en medio del desfile de la Policía, que contó con 2.562 uniformados en las calles de la capital.
Las otras fuerzas presentes fueron la Armada Nacional con 1.662 uniformados y la Fuerza Aérea, que además de un desfile en tierra con 1.095 personas hizo el conocido despliegue de sus aviones por los cielos de la capital. La revista aérea precisamente es otro antecedente que no se pasó por alto, pues en la historia reciente del país este fue el primer 20 de julio con poca participación aérea. La razón es que como hubo un retraso en la agenda y tenía que volverse a habilitar el espacio aéreo en El Dorado, no alcanzaron a despegar con todas las aeronaves programadas en el plan.
Finalmente, por la capital volaron tres Kfir, varios helicópteros Black Hawk y la aeronave utilizada para la ‘Operación Esperanza’, en la que se rescataron a cinco niños perdidos durante 40 días el año pasado.
Un tercer elemento que salió a flote durante el desfile militar fue la ausencia del grupo de uniformados heridos en combate u otra labor, así como la siempre habitual marcha de los integrantes de la reserva activa de la Fuerza Pública.
En las calles, además de algunos chiflidos por la demora del primer mandatario, los cientos de asistentes expresaron el entusiasmo que les genera cada 20 de julio. Samuel Ortiz, de 11 años, dijo que le gusta salir a ver los tanques y los vehículos militares. “Este año me quedó muy cerca a la casa, por las noches los escuchábamos ensayar”, aseguró Samuel, quien dijo que este lunes les compartirá a sus compañeros la experiencia vivida.
Redacción Justicia – @JusticiaET – justicia@eltiempo.com
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