La nueva generación de fármacos basados en las moléculas semaglutida (Ozempic y Wegovy) y tirzepatida (Mounjaro) suponen una nueva manera de tratar la obesidad. Los tres están ya disponibles en España, aunque solo el Ozempic está financiado por el Ministerio de Sanidad. Además, el Ozempic y el Mounjaro están indicados para personas que tienen tanto obesidad como diabetes tipo 2. Solo el Wegovy está indicado para personas únicamente con obesidad. Los tres –cuyos precios en el mercado oscilan entre 180 y 300 euros mensuales– han demostrado ser altamente efectivos para tratar esta enfermedad: no es una casualidad que el último premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2024 haya recaído precisamente en los ‘padres científicos’ de esta gama de medicamentos.
‘Fenómeno Ozempic’: avances e incógnitas de los fármacos que prometen acabar con la obesidad
La obesidad es una de las enfermedades más prevalentes de Occidente: entre el 25% y el 30% de los adultos en España la sufren, así como el 10,7% de la población infantil y adolescente. Es un problema de salud pública de primer orden que va al alza. Supone, además, un importante gasto sanitario debido a sus comorbilidades (esto es, las otras patologías relacionadas con ella): se calcula que entre un 7% de los presupuestos estatales de toda la Unión Europea (UE) se destinan cada año a enfermedades no transmisibles asociadas a la obesidad.
Entre el 25% y el 30% de los adultos en España sufren obesidad y un 7% del presupuesto nacional de la UE se destina anualmente a patologías asociadas a ella
Fármacos como Ozempic, Wegovy y Mounjaro están llamados a cambiar este panorama. Como calcula la endocrina Andreea Ciudin, coordinadora de la Unidad de Tratamiento Integral de la Obesidad del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, el porcentaje de personas obesas en España llegará al 40% en la próxima década si no se frena esta tendencia. Ciudin pide no frivolizar en torno a esta realidad. “[El Ozempic, Wegovy y Mounjaro] no son fármacos para adelgazar, sino para tratar una enfermedad biológica”, precisa. “Los factores medioambientales influyen en la obesidad, pero las personas obesas suelen tener una carga genética y un trastorno biológico que regula su hambre y su metabolismo. La obesidad es una enfermedad visible, porque ves a gente que come mucho. La realidad es que les falta una hormona a nivel cerebral”, explica esta endocrina, que cree además que esta nueva familia de fármacos evitará muchas cirugías bariátricas.
Las cirugías bariátricas están indicadas en personas con un índice de masa corporal (IMC) de 35 o más y que asimismo presenten “comorbilidades” como diabetes, hipertensión o apnea del sueño, entre otras. “En casos así, si logramos con fármacos reducir hasta un 15% el peso corporal, podríamos evitar la cirugía. Además, hay personas que con estos fármacos pierden incluso más peso. Seguro que las cirugías bariátricas no desaparecerán, pero ahora tenemos un abanico mucho más amplio de tratamientos para adaptarnos a los tipos de obesidad y a las respuestas de cada individuo”, explica Ciudin, quien opina que fármacos y cirugía serán “coadyuvantes” y no sustitutivos los unos de los otros. De hecho, está convencida de que el “impacto en la salud” de estos medicamentos se verá “en cinco o 10 años”. “Bajarán la hipertensión, el colesterol, el uso de la C-PAP [la máquina para la apnea del sueño]…”, anticipa.
La “barrera” de la financiación
En España, donde circula desde 2019, el Ozempic es el único de estos fármacos que está financiado por el Ministerio de Sanidad. Se prescribe para la diabetes tipo 2 y la obesidad, al igual que el Mounjaro (que se vende en este país desde el pasado 1 de julio). El Wegovy, indicado para tratar únicamente la obesidad (es el más efectivo de todos: logra hasta un 17% de pérdida de peso corporal), se vende en España desde el pasado mayo. “Pasamos de no tener prácticamente ninguna herramienta que no fuera dieta, ejercicio y cirugía, a tener tres fármacos realmente eficaces para tratar la obesidad. Con la limitación de que dos de ellos no están financiados, lo cual representa una barrera importante”, opina por su parte Antonio Pérez, director de la Unidad del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, quien coincide en que estos medicamentos “cambian el panorama de la obesidad”.
Los médicos creen que estos medicamentos deberían estar financiados para que accedan a ellos más personas obesas; de momento, solo lo está el Ozempic
Este endocrino opina que “deberían estar financiados” para que más gente pueda acceder a ellos, si bien asume que habrá que seleccionar bien el perfil de personas con obesidad, ya que “el sistema no podrá financiar fármacos para el 25% de la población”. La dosis máxima del Wegovy, por ejemplo, cuesta unos 300 euros al mes, lo mismo que la dosis media del Mounjaro (la dosis más alta de este último, la de 15 miligramos, no está comercializada en España). Dado que la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o algunos cánceres (asociados a la obesidad) son “enfermedades muy costosas” para el sistema sanitario, cree que “cualquier inversión en obesidad es rentable”.
La obesidad, señala Pérez, es una “enfermedad crónica” que requerirá, como la diabetes, de un “tratamiento crónico”. Por esto estos fármacos, en principio, deberán tomarse de por vida, si bien otros especialistas como la doctora Ciudin reconocen que la duración de la prescripción es algo que “aún no se sabe” (debido a que estos medicamentos acaban de aterrizar). Es posible, opina, que todo dependa del “tipo de obesidad”. Ambos insisten, no obstante, en que esta enfermedad es un “problema universal”. “Cada década hay más personas con obesidad y todas las previsiones apuntan a que van a seguir aumentando. Incluso hay más niños con obesidad, lo cual incrementa las posibilidades de ser un adulto obeso”, concluye el doctor Pérez. Fármacos como el Wegovy, por ejemplo, están indicados también para los adolescentes.
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