Un estudio reciente ha identificado un nuevo gen llamado TRP5 que puede producir obesidad, problemas de conducta y depresión posparto cuando está dañado. El mismo estudio sugiere que la hormona oxitocina podría ayudar a tratar la depresión posparto.
La hormona oxitocina tiene un papel muy importante en el parto y la lactancia y el instinto maternal. Tienes más información en el artículo Nuevos descubrimientos sobre el papel de la oxitocina en el instinto maternal
La depresión posparto afecta al menos a una de cada diez mujeres en el año que sigue al nacimiento del bebé. Tienes más información en los artículos Consejos para prevenir la depresión posparto y Tristeza o depresión posparto, cómo diferenciarlas
La obesidad es uno de los problemas más acusados de la sociedad actual, ya que según los informes de la OMS desde 1990 se ha duplicado entre los adultos y se ha cuadriplicado entre los adolescentes.
El papel de la oxitocina en la depresión posparto
El estudio mencionado al principio ha sido realizado conjuntamente por un equipo del Laboratorio de Investigación de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido y un equipo del Departamento de Pediatría Baylor College of Medicine, Houston, Estados Unidos y se ha publicado el 2 de julio en la revista Cell
1.Los investigadores iniciaron el estudio con dos niños de diferentes familias con obesidad severa, ansiedad, autismo y problemas de conducta desencadenados por sonidos u olores y descubrieron que a los dos niños les faltaba el gen TRPC5.
Este gen actúa en la región del hipotálamo del cerebro que controla el apetito y también sobre las células nerviosa que producen la oxitocina, también llamada hormona del amor, ya que se libera para favorecer las emociones y vínculos.
2. Después, los investigadores descubrieron que los niños habían heredado la falta del gen de sus madres, que no tenían este gen en uno de sus cromosomas X. Las madres también tenían obesidad y, además, habían sufrido depresión posparto.
3. Para comprobar si era el gen TRPC5 era el único responsable de estos problemas, los investigadores modificaron genéticamente un grupo de ratones para que tuvieran una versión defectuosa del gen.
El experimento en ratones confirmó que la falta del gen causa aumento de peso, problemas de ansiedad, rechazo a las interacciones sociales, comportamiento agresivo y en el caso de las hembras: falta de cuidado de sus crías y comportamiento depresivo
4. Sin embargo, cuando se restauró el gen en los ratones, bajó peso corporal y remitieron los síntomas de ansiedad y depresión posparto.
Al ser este gen responsable de la producción de oxitocina, se deduce que el uso de esta hormona podría aliviar los síntomas de depresión posparto y ayudar a controlar el apetito y por lo tanto, la obesidad.
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