El Banco Central (BCRA) convocó formalmente esta noche a los bancos para que “rescindan” las opciones de liquidez (puts) sobre $17 billones de títulos públicos en pesos que les había vendido para que no dejen de comprarle papeles de deuda al Tesoro cuando no tenían demanda del resto de los inversores.
Lo hizo mediante la Comunicación “B” 12847 mediante la que los invita a participar de dos ruedas “RSTP” del sistema Siospel -de negociación electrónica- que se abrirán este miércoles y jueves a las 11 horas y cerrarán a las 16 horas para recibir las posturas por liquidarse.
El precio al que se rescindirá cada contrato “reconoce a los tenedores de dichos instrumentos un valor equivalente a la prima en pesos pactada oportunamente, proporcional a la cantidad de días remanente hasta la finalización de cada contrato, e incrementado conforme la variación del índice CER (ajuste por inflación) desde la fecha en que fue abonada hasta la fecha de liquidación de la rescisión”.
Como había adelantado días atrás LA NACION, la lupa oficial está sobre los puts denominados “americanos”, que protegían el 76% del total de la deuda que cuenta con esta garantía de recompra ejercible en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia, lo cual complicaba todo tipo de avance en pos de un desarme del cepo, ya que implica una emisión potencial e imprevisible por unos $13 billones, cifra equivalente al 62% de la Base Monetaria (BM).
El resto son puts “estilo europeo”, contratos que son iguales a los otros pero ejercibles sólo en una fecha predeterminada de antemano, lo que permite mayor previsión.
De hecho, el BCRA establece taxativamente en la convocatoria lanzada que “será condición para la rescisión de las opciones de liquidez diferidas (aquellas que solo se pueden ejercer el último mes antes del vencimiento del subyacente), rescindir en forma simultánea la totalidad de las opciones de liquidez no diferidas que posea dicha entidad”.
Eso quiere decir que “no podrán rescindir puts europeos sin antes rescindir la totalidad de los puts americanos que tengan”, tradujo el economista Salvador Vitelli, de Romano Group.
La oferta oficial no tiene aún asegurado el acompañamiento total de los bancos. ¿Qué pasa si alguno de ellos no acepta rescindir las opciones de liquidez adquiridas?, consultó LA NACION formalmente al BCRA.
-”Se quedarán con ellas”, dijeron.
Pero el objetivo oficial, según las definiciones públicas del propio presidente Javier Milei, es terminar con estos instrumentos esta semana…
“Lo que te puedo decir es que habrá más aceptación que rechazo, pero entre quienes acepten incluso se evalúa sólo rescindir una parte…algo que no tenemos claro si el BCRA aceptará”, explicó un banquero privado.
Por lo pronto cada banco podrá cargar al sistema “únicamente posturas por cartera propia”. Es decir, no podrán operar por terceros por lo que quedarán identificados.
La oferta de “rescisión” lanzada obligaría al BCRA a emitir más de $220.000 millones, según estimaciones de mercado, si fueran aceptadas en su totalidad.
Claro que, al resignar esa opción de liquidez, deberán a la vez conservar los títulos públicos subyacentes en sus carteras de inversión, algo a lo que varios bancos no están dispuestos -en el caso de títulos que vencen más allá del 2025- si no les abren en paralelo una opción de canje por otros papeles que sean “más cortos y líquidos”.
Para tratar de allanar el camino a una aceptación, el BCRA ya dispuso ayer a través de la comunicación “A” 8063 que dichos bonos, cuya tenencia está exceptuada del tope prudencial de financiamiento al sector público, se mantengan precisamente “exceptuados” de ese cómputo.
Esa norma ya había estipulado que “si el banco rescinde el put, conserva por hasta 12 meses posteriores a la amortización del título protegido parte del atractivo/utilidad del put: es decir que el bono cubierto no compute en los límites de exposición al Tesoro”, tradujo el economista Gabriel Caamaño, director de Estudio Ledesma.
Por lo pronto, LA NACION pudo averiguar, de consultas con varias fuentes oficiales, que el Gobierno está dispuesto a que la operación que el BCRA llevará adelante en las próximas 48 horas sea acompañada luego por una convocatoria del Tesoro a un canje de estos papeles que los bancos deben conservar ya sin puts por otros de menor plazo, para disminuir el temor que hay entre varios banqueros relacionado con el manejo de la liquidez.
“La operación será secuenciada porque una parte es responsabilidad del BCRA pero otra es del Tesoro”, admitieron, pero deslizaron: “Claro que para que la segunda parte se haga realidad tendrá que haber funcionado la primera”.
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