Thomas Matthew Crooks, el joven de 20 años que quiso asesinar a Donald Trump, realizó una serie de paradas en los suburbios de Pittsburgh y sus alrededores antes de abrir fuego contra el ex presidente durante un mitin en Butler, Pennsylvania, el sábado 13 de julio.
Las autoridades señalaron que Crooks visitó un club de tiro y practicó con su arma el viernes previo al incidente, según fuentes policiales citadas por CNN.
El sábado, Crooks acudió a Home Depot y compró una escalera de 1,5 metros. Más tarde, ese mismo día, realizó una compra de 50 cartuchos de munición en una armería su ciudad natal de Bethel Park, dijo un alto funcionario de la ley a la CNN, preparándose para lo que vendría después.
Matthew Crooks, padre del atacante, compró el rifle AR-15 que utilizó su hijo. Era una de las más de 20 armas de fuego registradas a nombre del mayor de los Crooks, que se guardaban en la casa de la familia, según los registros de la Policía Estatal de Pennsylvania revisados por los investigadores, dijo el funcionario. Todas las armas habían sido adquiridas legalmente.
Padre e hijo eran miembros del Clairton Sportsmen’s Club, una institución de tiro ubicado a unos 25 minutos de su hogar. El club, que cuenta con unos 2.000 socios, dispone de un campo de tiro con rifle de unos 200 metros de largo, según un análisis de imágenes por satélite realizado por la CNN, una distancia mayor que la que había entre Crooks y Trump cuando disparó contra el ex presidente encaramado a un tejado cercano.
El abogado de Clairton Sportsmen’s, Rob Bootay, expresó que “el club reprueba plenamente el acto de violencia sin sentido que se produjo”.
El propietario de la tienda donde Crooks compró los cartuchos, Bruce Piendl, manifestó en un comunicado: “Estamos agradecidos de que el presidente Trump no fue asesinado”. Un portavoz de Home Depot también condenó el acto, enviando “pensamientos hacia el ex presidente Trump y las víctimas de los horribles eventos del sábado”.
Crooks condujo su Hyundai Sonata hacia Butler, Pensilvania, donde Trump llevaba a cabo el mitin de su campaña presidencial. Aparcó fuera del recinto, con un artefacto explosivo improvisado en el maletero del coche, el cual estaba conectado a un transmisor que llevaba consigo, detallaron las autoridades.
Eso sugiere que el pistolero podría haber estado planeando desencadenar una explosión a distancia, y los investigadores están considerando la teoría de que podría haber estado planeando una distracción durante el tiroteo.
Luego, usó la escalera adquirida para trepar a un edificio cercano y acostarse sobre el tejado para disparar contra el ex presidente.
Los espectadores del mitin de Trump se percataron de que el joven se paseaba frente a los detectores de metales del evento. La policía había recibido informes sobre su comportamiento. Testigos más tarde señalaron y gritaron sobre el hombre con un rifle de estilo AR en el techo.
Fue un agente de policía de Butler Township quien se encontró con el hombre armado en el tejado antes del tiroteo. El oficial estaba buscando a la persona sospechosa cuando otro agente lo levantó para que pudiera agarrarse al borde del tejado.
El agente cayó entonces al suelo, lesionándose un tobillo. Un francotirador mató a Crooks segundos después de que disparara hacia el ex presidente.
Las autoridades aún buscan esclarecer el motivo detrás del atentado. En palabras de un oficial policial: “Los investigadores están sorprendidos por la falta de pistas sobre la mentalidad y posibles motivos de Crooks”. A pesar de examinar su teléfono, ordenador e historial de búsquedas, no se han encontrado pruebas de que el ataque tuviese motivos políticos o ideológicos.
En su lugar, las pruebas que han encontrado parecen mostrar las actividades típicas en línea, incluyendo un interés en la codificación informática y los juegos, dijeron las fuentes – y que ha planteado más preguntas, según las fuentes citadas por CNN.
La investigación no ha encontrado indicios de que Crooks hubiese investigado cómo fabricar explosivos caseros, aunque en su coche se halló una caja metálica de explosivos conectada con cables a un receptor. Esto sugiere que podría haber estado planeando una distracción durante el tiroteo.
Matthew Crooks, el padre del tirador, no ha respondido a las peticiones de comentarios de los medios estadounidenses. El sábado por la noche, antes de confirmar públicamente la implicación de su hijo, expresó a CNN que estaba tratando de “averiguar qué demonios está pasando”.
El FBI logró acceder al teléfono móvil de Crooks, esperando encontrar respuestas sobre sus motivos. Sin embargo, las autoridades continúan luchando por entender las razones detrás del intento de asesinato. Los padres de Crooks, quienes han cooperado con la investigación, mencionaron que su hijo no parecía tener amigos ni inclinaciones políticas claras, según fuentes policiales.
El intento de asesinato dejó heridos a Trump y a otros dos hombres. Un ex jefe de bomberos, Corey Comperatore, de 50 años, fue asesinado mientras protegía a su familia.
El presidente Joe Biden ha ordenado una investigación independiente del intento de asesinato, incluida la seguridad del mitin. El Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo que tiene “plena confianza” en la dirección del Servicio Secreto, pero admitió que el pistolero nunca debería haber llegado a esa posición mortal.
Los comités del Congreso también se han movilizado para investigar el caso y se han mostrado alarmados por la forma en que el presunto asesino pudo abrir fuego desde un tejado a 135 metros del ex presidente.
La primera comparecencia está prevista para el 22 de julio y en ella testificará la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle. Hablará ante el Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes.
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