Autoridades tailandesas han informado sobre un inquietante hallazgo en el Grand Hyatt Erawan Hotel situado en el centro de Bangkok: encontraron los cadáveres de seis personas en lo que podría ser un caso de envenenamiento, según informó CBS News. Las víctimas fueron identificadas como tres hombres y tres mujeres, incluyendo a dos estadounidenses de origen vietnamita y cuatro ciudadanos vietnamitas. Thiti Sangsawang, jefe de la policía de Bangkok, declaró en una conferencia de prensa que la policía sigue buscando a una séptima persona que estaba incluida en la reserva.
Según declaró Sangsawang, los cuerpos no presentaban señales de lucha. “Los residentes de la habitación donde se encontraron los cuerpos debían haber salido el martes por la mañana y ya habían preparado su equipaje”, afirmó el jefe policial. Fue una empleada doméstica del hotel quien descubrió los cuerpos al notar que la habitación estaba cerrada por dentro, tras percatarse de que los residentes no se habían marchado.
El personal del Grand Hyatt Erawan informó a la policía a última hora de la tarde del martes. El primer ministro Sretha Thavisin acudió al lugar por la noche, aunque no ofreció más detalles a los medios de comunicación presentes.
Thiti Sangsawang precisó que las seis víctimas habían reservado varias habitaciones en el hotel bajo siete nombres diferentes y algunas de ellas se hospedaban en un piso distinto al de la habitación en la que fueron halladas muertas. “Había comida que se había pedido al servicio de habitaciones y que nadie había consumido, pero se habían consumido bebidas”, informó Sangsawang.
El oficial también mencionó que, por el momento, no se ha confirmado la causa de la muerte de las víctimas. Este misterioso caso ha generado gran inquietud entre los huéspedes del hotel y la comunidad local. Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer los hechos y determinar si realmente se trata de un caso de envenenamiento, así como para localizar a la séptima persona que figura en la reserva.
Los cuerpos fueron descubiertos en una habitación cerrada por dentro, y la policía no encontró señales de lucha, lo que añade un elemento de misterio al caso. La investigación sigue en marcha, mientras que el Primer Ministro Sretha Thavisin se limitó a inspeccionar el lugar sin emitir más declaraciones.
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