Ameca es un robot humanoide que ha captado la atención del público a nivel mundial gracias a sus capacidades avanzadas basadas en inteligencia artificial (IA). Equipado con ChatGPT, Ameca puede mantener conversaciones complejas, lo que ha gustado a algunos aunque para otros ha suscitado debates sobre el potencial de las máquinas para pensar y sentir de manera similar a la especie humana.
Desde su lanzamiento, Ameca ha sido presentado en eventos públicos y visitas escolares, buscando generar confianza y familiaridad entre los humanos y los robots.
El valor de Ameca no se ha dado oficialmente, aunque según aproximaciones, su precio no será inferior a los 100.000 dólares por unidad, un rango que supera a otros robots parecidos como el Optimus desarrollado por Tesla de Elon Musk.
Hasta el momento, Ameca no solo es una atracción para los curiosos, sino también, un objeto de estudio y análisis para académicos y tecnólogos. El robot ha sido exhibido en el The National Robotarium en Edimburgo, permitiendo a los visitantes interactuar directamente con el robot, ofreciendo así una visión tangible del futuro de la robótica.
Por su parte, la empresa desarrolladora, Engineered Arts, sostiene que estas demostraciones públicas son fundamentales para recopilar datos sobre las percepciones y actitudes del público hacia los androides.
Este tipo de información es crucial para desarrollar futuras tecnologías que prioricen la confianza, la transparencia y la facilidad de uso. La integración cotidiana de robots humanoides podría depender en gran medida de cómo la sociedad perciba y acepte estas nuevas ‘entidades’.
Entre sus características técnicas, Ameca cuenta con micrófonos integrados, cámaras, software de reconocimiento facial y componentes motorizados articulados.
Estas funcionalidades le permiten interactuar de manera natural y eficiente con los seres humanos. La cara gris de Ameca, capaz de mostrar una variedad de expresiones, junto con su capacidad para girar la cabeza y contestar preguntas, es parte de lo que lo hace tan innovador y cercano al comportamiento humano.
Engineered Arts planea usar las interacciones y respuestas del público para refinar y mejorar las capacidades de Ameca, buscando así hacer de los robots una herramienta de uso cotidiano y confiable.
En los espacios educativos, la presencia de Ameca no solo es una sensación, sino además, una oportunidad para educar a las próximas generaciones sobre los avances tecnológicos y la robótica.
Al familiarizar a los jóvenes y las futuras generaciones con estos robots, se está preparando a la sociedad para una convivencia armoniosa con estas tecnologías emergentes.
El campo de la robótica humanoide está avanzando. Los robots están integrándose cada vez más en la vida cotidiana y no es solo Ameca quien está haciendo olas.
Ejemplos destacados como Optimus de Tesla, que imita movimientos humanos con precisión por una serie de sensores y cámaras, y H1 de Hanson Robotics, que puede automatizar tareas repetitivas en menos de 24 horas, demuestran el inminente avance de esta tecnología.
Sin embargo, Ameca destaca no solo por sus interacciones fluidas sino por sus aplicaciones prácticas que van más allá de la simple charla. Este androide tiene la capacidad de responder preguntas complejas, interpretar dibujos realizados por los usuarios e incluso hablar varios idiomas.
Todas estas habilidades prácticas que integra la máquina podrían ser un indicador de cómo se espera que los robots humanoides contribuyan a diferentes sectores sociales, desde la educación (en actividades de enseñanza), hasta el entretenimiento y el servicio al cliente.
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