Lionel Messi finalizó la Copa América con la alegría de haber obtenido un nuevo título con la selección argentina, aunque antes de la consagración y del festejo tuvo que pasar por un momento para el olvido.
En su décima final con la celeste y blanca, el astro no pudo completar el partido definitorio ante Colombia y se retiró lesionado promediando la segunda etapa. La Pulga sintió dolor en la cara posterior del muslo derecho mientras perseguía a Luis Díaz en una acción defensiva e inmediatamente pidió el cambio. Ya venía tocado desde el primer tiempo: se había flexionado el tobillo derecho y había sido golpeado en la zona en una misma jugada.
Así, en su lugar ingresó Nicolás González. Y mientras salía del campo de juego, rompió en llanto.
Con signos de bronca, tristeza e impotencia, el rosarino se sacó el botín derecho, lo arrojó contra el suelo y continuó lamentándose, mientras Leandro Paredes y el resto intentaban consolarlo.
Luego, le pusieron hielo en el tobillo, que lució muy inflamado.
En esa acción en la que se lesionó -que estuvo muy cerca de ser penal– Leo llegó hasta el fondo y, en una posición muy forzada, trató de lanzar un centro ante la marca de Santiago Arias y cuando la pelota ya había traspasado la línea final. La jugada terminó con él caído afuera del campo.
La jugada desafortunada sucedió a los 34 minutos de la primera etapa. Luego del golpe, el capitán se tomó el rostro y debió ser atendido por el cuerpo médico argentino. Al reponerse, comenzó a caminar evidenciando muestras de dolor. Enseguida se reanudó el juego y miró al banco de los suplentes: la molestia estaba limitando sus movimientos. Instantes después volvió a tocarse la zona afectada. Ante la preocupación, Lautaro Martínez empezó a realizar ejercicios precompetitivos.
En el plano futbolístico, la participación más importante de Messi en la primera etapa se dio a los 20 minutos de juego. En un ataque contra el sector derecho de la defensa colombiana, Ángel Di María lanzó un centro atrás para la llegada del rosarino, quien le pegó a la carrera apenas ingresó al área mayor. Sin embargo, el disparo fue amortiguado tras rebotar en Julián Álvarez y el balón cayó manso en las manos de Camilo Vargas. Ya en el complemento, apenas pudo jugar 18 minutos hasta que sintió la molestia que lo dejó afuera del encuentro.
De esta manera se terminó la Copa América para Messi, un torneo en el que añadió varios nuevos récords a su trayectoria. Este domingo quebró una marca: se convirtió en el jugador que más finales ha disputado en la historia del certamen, con cinco.
El astro argentino también tiene en esta competición el récord de partidos jugados (39), el de victorias (24) y es, junto al brasileño Zizinho, ídolo de Pelé y estrella en finales de los años 40 y principio de los 50, el único que marcó en seis ediciones distintas (solo no pudo anotar en 2011).
Por otro lado, alcanzó la línea del iraní Ali Daei como segundo máximo artillero de la historia detrás de Cristiano Ronaldo (130). Con el tanto que hizo en la semifinal frente a Canadá, llegó a los 109 goles.
A lo largo de toda su carrera, Messi disputó 51 finales. Como se mencionó, 10 fueron con la Albiceleste. La primera fue hace 6952 días (poco más de 19 años), cuando celebró el título en el Mundial Sub 20 de 2005 al vencer en el último duelo a Nigeria. De igual manera se impuso en los Juegos Olímpicos del 2008, la Copa América 2021, la Finalíssima 2022, el Mundial de Qatar 2022 y este domingo en el certamen continental. Las cuatro derrotas fueron tres por Copa América (2007, 2015 y 2016) y una en la Copa del Mundo 2014 contra Alemania.
Además, jugó otros 39 partidos definitorios con Barcelona, uno con PSG y el restante con Inter Miami.
Fotos: Reuters, EFE, AFP y Getty.
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