Un estudio reciente de la Sociedad Americana del Cáncer (ACS) reveló que el 40% de los casos de cáncer en Estados Unidos están relacionados con comportamientos poco saludables. Fumar es el principal culpable, siendo responsable de aproximadamente el 20% de todos los casos de cáncer en el país y de casi el 30% de las muertes relacionadas con esta enfermedad, según datos presentados por la ACS.
La investigación de la ACS destaca que cuatro de cada diez casos de cáncer y casi la mitad de las muertes por esta enfermedad en adultos estadounidenses mayores de 30 años podrían haberse evitado mediante cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar o reducir el peso corporal. El Dr. Farhad Islami, director científico senior de investigación sobre disparidad en el cáncer de la ACS y autor del informe, subrayó la gravedad de la situación, enfocándose en la estadística de que más de 169.800 estadounidenses murieron en 2019 debido al consumo de tabaco.
El informe sugiere una serie de intervenciones a nivel estatal para combatir el tabaquismo, tales como aumentar el precio de los cigarrillos mediante impuestos especiales y realizar más exámenes para la detección temprana del cáncer de pulmón. La ACS también advierte acerca del crecimiento de ciertos tipos de cáncer relacionados con la obesidad, especialmente entre los jóvenes. Según el estudio, el Dr. Islami insta a la implementación de estrategias para promover un peso corporal saludable como una medida preventiva esencial.
En 2019, en Estados Unidos, se registraron 1,78 millones de casos de cáncer y 595.700 muertes relacionadas con esta enfermedad en adultos de 30 años o más. Un análisis detallado de la ACS observó 30 tipos de cáncer para estimar cuántos casos y muertes podrían haber sido prevenidos. Los resultados indican que 713.300 casos y 262.100 muertes en ese año podrían haberse evitado mediante la adopción de comportamientos más saludables.
El tabaquismo fue responsable de la mayor proporción de cánceres prevenibles, contribuyendo al 56% de los cánceres en hombres, al 39,9% en mujeres y al 19,3% de todos los casos. El exceso de peso corporal ocupó el segundo lugar con un 7,6%, seguido del consumo de alcohol con un 5,4%, la exposición a la radiación ultravioleta (UV) con un 4,6% y la inactividad física con un 3,1 por ciento.
Específicamente, los cánceres prevenibles incluyen el de cuello uterino, más del 80% de los melanomas de la piel, el de ano, pulmón, colorrectal y vejiga, detalla la ACS. Las vacunas contra el VPH han demostrado ser efectivas en la prevención del cáncer de cuello uterino. Por su parte, la reducción de la exposición a los rayos UV puede disminuir significativamente el riesgo de melanomas y otros cánceres de piel.
La ACS subraya la importancia de la prevención a través de cambios en el comportamiento y políticas públicas para la reducción de riesgos. Por ejemplo, políticas de control del tabaco, campañas de sensibilización sobre una vida activa y saludable, y medidas para reducir el consumo de alcohol y alimentos procesados podrían tener un impacto significativo en la reducción de casos de cáncer.
El informe de la ACS se suma a otros estudios recientes que alertan sobre la creciente prevalencia de enfermedades crónicas. Un informe de junio de la Asociación Estadounidense del Corazón advirtió que se espera que seis de cada diez adultos estadounidenses tengan algún tipo de enfermedad cardíaca en los próximos 30 años debido al aumento de la presión arterial alta, la diabetes y la obesidad.
Además, el informe resalta que aunque el tabaquismo representa el mayor factor de riesgo modificable para el cáncer, la obesidad también presenta una amenaza significativa, en particular entre los jóvenes. Este hecho refuerza la necesidad de estrategias efectivas de intervención para promover un peso saludable y reducir la prevalencia de conductas de riesgo entre la población joven.
Para abordar estos desafíos, se recomienda un enfoque integral que incluya tanto políticas públicas como educación y concienciación sobre estilos de vida saludables. La implementación de programas comunitarios para la promoción de la salud, así como el acceso a servicios de prevención y tratamiento, son elementos clave para reducir la carga del cáncer en la población estadounidense.
[
,
,