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La princesa Leonor ha aterrizado este viernes en Lisboa con motivo de su primer viaje oficial al extranjero. En la capital lusa está llevando a cabo una visita que durará seis horas y en las que estará arropada por el presidente de la república, Marcelo Rebelo de Sousa.
Allí, la princesa Leonor ha asegurado sentirse “muy feliz” porque Portugal haya sido su primer viaje oficial en el extranjero y ha subrayado que las relaciones con España van más allá de su vecindad, al traducirse en “una amistad sincera y un respeto profundo y mutuo” entre los dos países que le hacen “sentirse como en casa”.
La heredera al trono español ha agradecido durante el breve discurso pronunciado en el almuerzo ofrecido por su anfitrión en el Palacio de Belém de Lisboa “la hospitalidad y el inmenso cariño” brindados durante su estancia.
Asimismo, ha recordado que hace diez años, Portugal, “este querido país”, fue el primer destino de sus padres como reyes de España, tras la proclamación de Felipe VI, la princesa de Asturias ha resaltado: “No puedo negar lo especial que es también para mí estar aquí hoy”.
La ofrenda floral, inicio de su agenda lisboeta
Leonor ha abierto su agenda en Lisboa en el Monasterio de los Jerónimos, con una ofrenda floral ante la tumba del padre de las letras portuguesas, Luís de Camões.
Leonor de Borbón se ha trasladado al monasterio tras aterrizar en el aeropuerto militar Figo Maduro de la capital portuguesa, donde la ha recibido el presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, algo que no estaba previsto inicialmente en el programa.
Desde allí, se ha dirigido al Palacio de Belem, residencia del actual residencia del presidente de la República Portuguesa. La embajada española ha confirmado que hay más de 100 periodistas acreditados y que han cerrado el cupo, ya que no había más aforo.
El presidente portugués impone a la princesa Leonor la Gran Cruz de la Orden de Cristo
Marcelo Rebelo de Sousa ha impuesto a la princesa Leonor la Gran Cruz de la Orden Militar de Cristo, una de las más altas distinciones del país luso. El Palacio de Belém ha sido el escenario de la entrega de la banda de seda roja como reconocimiento a lo que la hija mayor de Felipe VI, de 18 años, representa como heredera a la Corona española.
La imposición ha tenido lugar tras la bienvenida oficial con honores de jefe de Estado en la residencia presidencial y el saludo a las delegaciones, de la que forman parte el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, y su homólogo portugués, Paulo Rangel.
La princesa se llevó la mano al corazón en señal de agradecimiento una vez que Rebelo de Sousa le colocó la cinta. “Es un homenaje a vuestra alteza, al Reino de España y a nuestra amistad para siempre”, ha proclamado el mandatario portugués, mientras recordaba que la Gran Cruz de la Orden de Cristo la recibió su padre, Felipe VI, en 1988, cuando Mario Soares ocupó la presidencia.
Primera despedida con honores en Barajas
Leonor de Borbón está viajando acompañada por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, tras ser despedida con honores en el pabellón de Estado del aeropuerto internacional de Adolfo Suárez Madrid-Barajas a las 10.30 horas, en un acto en el que también se ha estrenado. Asimismo, el jefe de la Casa del Rey, Camilo Villarino, forma parte de la delegación.
En la ceremonia de despedida en Barajas, donde se ha interpretado el himno nacional, han estado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida.
La princesa de Asturias, con un traje de chaqueta y pantalón rojo, ha aterrizado en el aeropuerto militar Figo Maduro, donde se le ha dado la bienvenida con un cordón de honor. Allí la han recibido, además de Rebelo de Sousa, el embajador de España en Lisboa, Juan Fernández Trigo, el de Portugal en Madrid, João Mira Gomes, y el jefe de Protocolo portugués, Jorge Silva.
Vínculo especial e histórico con Portugal
La elección de Portugal como debut de la princesa responde a los lazos históricos y presentes entre dos países vecinos que comparten intereses en numerosos ámbitos. También a la estrecha amistad que une a Felipe VI y Rebelo de Sousa, el mandatario con el que el rey ha mostrado una mayor sintonía en los diez años que lleva en el trono.
“Es como un tío para ella”, destacan desde el Palacio de la Zarzuela para ensalzar el aprecio que siente la familia real por Rebelo de Sousa, de 75 años y en el cargo desde marzo de 2016.
A sus 18 años, la princesa de Asturias ya ha jurado la Constitución en el Congreso y concluido su primer año de formación militar, cumpliendo con los pasos establecidos en su trayectoria como heredera.
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