Marcelo Bielsa y Néstor Lorenzo se mirarán este miércoles, desde cada zona técnica, y se reconocerán con sus virtudes y sus diferencias y sus ambiciones, seguramente se saludarán como argentinos que son, pero ambos estarán conscientes de que están en orillas opuestas, de que uno defiende los intereses de la aguerrida Uruguay, y el otro, los de la emocionante Colombia, y que solo uno irá a la final de la Copa América, este domingo contra Argentina.
Bielsa, a sus 68 años, es toda una institución en el fútbol, prestigioso, reconocido como un técnico obsesivo con sus métodos de entrenamiento, visceral por cómo siente el juego, al punto de que un día lo apodaron Loco y así se quedó. Bielsa es un tipo serio, de escasas sonrisas, metódico, riguroso y calculador, amante del análisis y los videos de sus rivales. Sus ruedas de prensa son clases magistrales de fútbol, aunque él es de responder con ironía e incluso con enfado cuando no le gusta una pregunta.
Lorenzo vs. Bielsa
Lorenzo, a sus 58 años, es un técnico diferente a Bielsa en cuanto a personalidades, irradia una conducta más amable o sencilla. Normalmente no se lo ve enfadado, aunque ayer le molestó que le preguntaran con insistencia por la nómina de Colombia para hoy. Pero no es de lanzar pullas ni dejar frases controvertidas. Es otro apasionado, no al nivel de Bielsa, pero también muy analítico de su equipo y de sus rivales.
Ambos son argentinos, ambos fueron futbolistas y jugaron como defensores. Se conocen hace mucho, se miraban de reojo en su país. Cuando Bielsa era técnico de Argentina y dejó el cargo antes del Mundial del 2006, su reemplazo fue José Pékerman, que ya tenía como segundo a Lorenzo. Desde entonces, Lorenzo, que viene trabajando desde cuando era asistente en la Selección Argentina juvenil (2000), fue moldeando su carrera como entrenador, a la sombra de su mentor Pékerman, hasta que le llegara su hora. Con tanto aprendizaje acumulado, dirigió al Melgar del Perú, lo saco campeón y luego regresó a Colombia para dirigir a la Selección que ya conocía, a a que tiene hoy soñando con algo grande.
En todo caso, no hay duda de que Bielsa tiene mucha más experiencia, que ha dirigido mucho, aunque no ha ganado mucho. En realidad, sus gestas se remontan a los títulos en Argentina con los clubes Newell’s y Vélez Sarsfield y el ascenso que logró con Leeds en Inglaterra. Con la Selección argentina ganó el oro olímpico en Atenas 2004 y el Sudamericano juvenil del mismo año.
Pero Bielsa es un técnico curtido, que dirigió dos mundiales: Corea y Japón 2002 con Argentina y Sudáfrica 2010 con Chile, que dirigió eliminatorias, Copas América (fue subcampeón en 2004 con Argentina). En mayo del 2023 llegó a dirigir a la selección de Uruguay. Así que su hoja de vida es mucho más amplia que la de Lorenzo, aunque el momento de ambos es especial, ambos están en la semifinal, y Lorenzo tiene el rótulo de 24 partidos invicto y de tener a Colombia sólida, jugando bien y con grandes aspiraciones.
Los dos entrenadores tienen presiones diferentes, la de Bielsa es la de por fin ganar la Copa América, ganar algo realmente grande a nivel de selecciones, y hacer valer toda su experiencia y todos los pergaminos que tiene, y para eso debe pasar primero por este filtro; la presión de Lorenzo es la de refrendar el invicto que trae y el buen juego de Colombia, aprovechando a estos futbolistas que andan en gran momento, para ir a la gran final. Así que hoy será un duelo de titanes, de una Uruguay siempre aguerrida y luchadora hasta el final, y una Colombia que ha ganado confianza y que realmente se cree la idea de que puede llegar a la final.
PABLO ROMERO
REDACTOR DE EL TIEMPO
@PabloRomeroET
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