Existe una tercera vía de la innovación que destaca por ser de bajo riesgo y alta recompensa, afirmó David Robertson, autor del libro Ladrillo a ladrillo: cómo Lego reescribió las leyes de la innovación y profesor titular de la Sloan School of Management del Massachusetts Institute of Technology (MIT), Estados Unidos. En una charla realizada en la Ulima el 7 de julio, el experto señaló que, además de una innovación gradual (pensar dentro de la caja) y otra radical (pensar fuera de la caja), se puede pensar alrededor de la caja y rodear a un producto con innovaciones complementarias que potencien toda la oferta.
En el evento, el invitado fue presentado por Pedro Grados, director de nuestra Escuela de Posgrado (EPG), quien subrayó que es fundamental que un experto vinculado a la Sloan School of Management del MIT, una de las mejores escuelas de negocios del mundo, visite nuestra Casa de Estudios y divulgue conocimientos sobre las más avanzadas tendencias estratégicas. A la charla asistieron estudiantes, investigadores y directores de la Ulima, así como un grupo de egresados de la Sloan School of Management del MIT, quienes aprovecharon la actividad para conocer nuestro renovado campus.
La lección de Lego
David Robertson contó que la innovación alrededor de la caja salvó a Lego de la quiebra e impulsó su reinvención. Su relato empieza así: después de años de crecimiento, esta icónica empresa danesa estuvo al borde de la bancarrota en 2003. El mercado de los juguetes había cambiado debido a la competencia, el auge de los entretenimientos digitales y los videojuegos, y otros factores. Aunque Lego nunca se quedó quieto, el negocio tomó un camino arriesgado para afrontar esta situación: pensaron demasiado fuera de la caja, innovaron en exceso y crearon productos que no congeniaban con su esencia (como los guerreros galácticos de la serie Galidor, uno de sus fracasos históricos).
Había que cambiar de enfoque. Robertson añadió que Lego retornó a su espíritu original y a la pieza de ladrillo, tomó aires nuevos alrededor de ella y se enrumbó hacia lo que él llama la tercera vía de la innovación. Las películas de Lego (que son un éxito de taquilla mundial), las aplicaciones digitales, los contenidos en las redes sociales, los parques temáticos, el desarrollo de historias, los productos de merchandising y los lanzamientos ahora sí exitosos como la línea Bionicle (que combina mitologías y ciencia ficción), entre otras apuestas que se complementan y potencian entre ellas, rescataron a la empresa y la reposicionaron como un líder indiscutible de la industria de juguetes.
ChatGPT y el arte del prompt
En la Ulima, David Robertson también ofreció un taller sobre la inteligencia artificial generativa y el prompt engineering (ingeniería de instrucciones) para orientar al ChatGPT (Generative Pre-Trained Transformer), que son herramientas y técnicas cada vez más indispensables en la búsqueda de innovaciones complementarias para productos, servicios, modelos de negocio o procesos organizacionales internos, donde son claves estas preguntas: ¿cuál es la promesa de negocio que se brindará al cliente? o ¿qué innovaciones concretarán esta entrega?
El especialista recomendó fijar un objetivo en las indicaciones al ChatGPT, otorgarle un modelo (generar respuestas como Steve Jobs es muy distinto a hacerlo como Walt Disney), precisarle limitaciones y proponerle pasos específicos (que se asemejan a una cadena de pensamientos), en aras de que produzca las respuestas o los contenidos esperados, que deben ser considerados solo como el inicio de un proceso de innovación.
Las actividades de David Robertson en nuestra Casa de Estudios se llevaron a cabo gracias al apoyo de la Dirección de Cooperación Externa e Internacionalización y el Centro de Emprendimiento (Innova Ulima).
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