Cada edición de Gran Hermano (Telefe) es distinta a la otra y tiene su particularidad, pero en algo coinciden todas: en la variedad de personajes que ingresan al reality, con personalidades distintas que son una especie de espejo de la sociedad. Bautista Mascia llegó desde Uruguay y, de alguna manera, entró en el estereotipo de chico tranquilo, amigo de todos, el que cuando se topa con una guitarra llena de música el ambiente. Y con esa receta y algunas buenas jugadas, este domingo se consagró ganador de Gran Hermano 2023, imponiéndose con el 56,2% de los votos contra el otro finalista, Emmanuel Vich, que se llevó el 43,8%.
“Bautista, primer premio; Emma, segundo, fuerte aplauso para ellos. Muy bien. Chicos, son dos campeones, los felicito. Juntos, ahí, Emma sos todo, hermano, tenés todo por delante, puro carisma, pura adaptación y pura garra. Y vos, Bauti, sos el gran campeón”, les dijo Santiago del Moro, pasada la medianoche del domingo.
Mientras sus familiares y seguidores se abrazaban y festejaban en la tribuna, el músico uruguayo se tomaba la cara sin poder tomar dimensión de la noticia. Minutos después, le tocó apagar las luces de la casa. “Bautista, querido, ganador de esta casa. Ecos que todavía permanecen y besos, lágrimas, risas, gritos, tantas vivencias, recuerdos, todos ustedes llenaron mi casa de luz, pero es el momento de la despedida. ¿Y sabés algo? Esas luces hoy las apagas vos”, lo despidió la voz de Gran Hermano.
Las puertas de la casa ubicada en Martínez se abrieron el 11 de diciembre de 2023 e ingresaron un total de 20 jugadores. Un día después, cuando nadie lo esperaba, se sumaron dos jugadores más: Bautista y Sabrina Cortez. Tras el ingreso del uruguayo, algunos de sus compañeros lo reconocieron: es que en 2013 fundó, junto a sus amigos del colegio y a su prima Meri Deal, la banda de cumbia pop, “Toco para Vos”. Además, había participado en la serie juvenil GO, vive a tu manera (Netflix). A lo largo del programa, amenizó algunas veladas con su voz y, cuando se lo permitieron, tocó la guitarra para todos.
“Yo no me considero Tincho para nada. Me considero un Tincho evolucionado. soy una persona muy inquieta. Me dediqué mucho tiempo a la música y ahora tengo una carnicería. Hice mucho atletismo y lo último que hice fue jugar un mundial de rugby en África. No soy problemático, tengo amigos que me hice en el rugby con los que arranqué agarrándome a trompadas en la cancha. Me sale muy mal falsear cosas. Quiero que mi vieja vea el programa y diga: ‘Estoy orgulloso de mi hijo’”, dijo el uruguayo en su tape introductorio.
Bautista nació el 25 de noviembre de 1996 en Montevideo y es hijo de madre uruguaya y padre argentino. En ese sentido, más de una vez aseguró tener sangre “mitad argentina, mitad uruguaya”. Por eso no fue extraño que durante los partidos de la Copa América que se transmitieron en la casa, se lo viera con la camiseta de la Selección y viviendo con pasión cada jugada de La Scaloneta.
Sin embargo, su pasado deportivo está ligado a otra disciplina, ya que Bauti jugó muchos años al rugby. De hecho, el joven de 27 años es sobrino político de Gustavo Zerbino, sobreviviente de la tragedia de Los Andes que inspiró la película La Sociedad de la Nieve y formó parte del equipo Old Christians Club, el mismo en el que jugaban los rugbiers uruguayos al momento del accidente.
“La peli salía el 20 de diciembre, unas ganas de verla. Gustavo no es mi tío de sangre, se casó con la hermana de mi mamá, es el padre de mis primos”, contó en su momento, antes de ingresar al ciclo, por lo que sigue sin ver el film que se convirtió en furor. “Él tenía 18 años, estaba estudiando medicina y cayó en el rol de médico, ¡con un año de medicina! Después estudió algo de farmacéutica, pero se dedicaron a lo de las charlas motivacionales”, sumó sobre ese vínculo que despertó interés en el público.
Además de dedicarse a la música, en el último tiempo, Bautista abrió su propio comercio junto a dos amigos en la zona de Pocitos (en la capital uruguaya): una carnicería, donde también venden productos lácteos, bebidas y pizzas.
A fuerza de simpatía y con perfil bajo, encontró su grupo de pertenencia en la casa, con los que llegó a las últimas instancias sin traicionarse: Los Bros, integrado por el otro finalista Nicolás Grosman, el Chino Martín Ku y Lisandro Navarro. Durante su estadía, recibió la visita de su hermano Franco y de su prima Emma, quienes se quedaron en la casa en distintos momentos de la competencia para darle apoyo. También recibió a su mamá en el marco del Congelados y hasta ganó una moto.
Durante sus 209 días en la casa, Bautista se comportó de forma lineal. No protagonizó grandes peleas ni cosechó enemigos. De hecho, se mantuvo ajeno a las batallas que se libraron, casi sin intervenir en ninguna de ellas. Tampoco fue nominado muchas veces (algunas semanas ni siquiera recibió votos en contra de sus compañeros) y, las veces que quedó en placa, fue de los primeros en ser salvados por el público.
Hace pocas semanas tuvo un gesto que fue bien visto por el “afuera”: cuando sonó por última vez el teléfono rojo y le dio un beneficio muy especial: un pase directo a la final a cambio de enviar a un compañero a la placa. Finalmente, el músico decidió correr el riesgo y exponerse a la decisión del público, quien eligió acompañarlo a la final con su voto.
Tal vez lo más destacado de su permanencia en la casa atañe a su corazón. Bauti se enamoró y hasta se casó en una boda de ficción con una de sus compañeras, Denisse González, quien reingresó vestida de blanco para tal fin y con quien prometió seguir la relación cuando ambos estén fuera del reality. “Te amo”, se dijeron los participantes que no paraban de abrazarse y besarse, felices por el ratito que pudieron compartir juntos.
Su pasividad, solidaridad y capacidad para adaptarse a cada uno de los contextos que se fueron dando, lo trajeron hasta este tramo del juego. Para muchos, era el más parecido a Marcos Ginocchio, el gran ganador de la edición anterior, quien se caracterizaba por su tranquilidad como estilo de vida.
Antes de ingresar al reality, Bautista dejó un tema de su autoría listo para su salida. Aunque sabía la fecha de estreno, debido al aislamiento, desconocía qué iba a pasar con la canción. Entonces comenzó a cantarlo dentro de la casa para el resto de los jugadores, sin saber que el 14 de diciembre, dos días después de su entrada, se había vuelto un hit.
Tuvo que pasar casi un mes, para que el uruguayo se enterara de que su último tema finalmente vio la luz. Fue el 8 de enero, en plena rutina, cuando se sorprendió al darse cuenta de que sonaba “Ya no me duele”. Ante el primer acorde, gritó emocionado: “Vamos, subímela”, y empezó a cantarla junto a sus compañeros, quienes ya conocían la letra de tanto escuchársela cantar.
Lo cierto es que el tema se volvió viral y ya pasó los 13 millones de reproducciones en YouTube, mediante un video que el propio Bauti protagonizó junto a la rosarina Cele Arrabal en el Barrio Chino de Buenos Aires.
Su participación en el ciclo le abrió las puertas a un nuevo público que fue descubriendo sus canciones a medida que crecía su popularidad. Y aprovechando este envión mediático, en mayo se publicó en las plataformas digitales su nuevo EP titulado Los mejores días. Allí se incluyen el tema que da nombre a la placa, que interpretó durante el reality como un adelanto, además de “Voy a mentirte” y “París” y la anteriormente mencionada, “Ya no me duele”.
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