Israel ha aprobado la mayor incautación de tierras en la ocupada Cisjordania en más de tres décadas, dijo el miércoles un grupo israelí contrario a los asentamientos. Paz Ahora (Peace Now) indicó que las autoridades aprobaron recientemente la apropiación de 12,7 kilómetros cuadrados de tierra en el valle del Jordán.
Los datos del grupo señalan que es la mayor apropiación autorizada desde los acuerdos de Oslo de 1993, al inicio del proceso de paz.
Es probable que la incautación empeore las crecientes tensiones provocadas por la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza. La violencia en Cisjordania se ha incrementado a raíz del inicio de ese conflicto, con Israel llevando a cabo redadas militares casi diarias que suelen derivar en letales tiroteos con insurgentes palestinos.
La iniciativa, que se aprobó a finales del mes pasado pero se hizo pública el miércoles, se produce tras la incautación de ocho kms cuadrados de terrenos en Cisjordania en marzo, y de otros 2,6 kms cuadrados en febrero.
Esto hace que 2024 sea, con diferencia, el año con más confiscaciones israelíes de tierra en Cisjordania, según Paz Ahora.
Las parcelas son contiguas y están ubicadas al noroeste de la ciudad de Ramala, donde tiene su sede la Autoridad Palestina, que cuenta con el respaldo de la comunidad internacional. Al declararlas tierras estatales, el gobierno israelí facilita que sean arrendadas por israelíes y prohíbe la propiedad privada palestina.
Los palestinos ven la expansión de los asentamientos en la Cisjordania ocupada como el principal obstáculo para cualquier acuerdo de paz duradero y la mayor parte de la comunidad internacional considera que son ilegales o ilegítimos.
El gobierno actual de Israel considera a Cisjordania como el corazón histórico y religioso del pueblo judío y se opone a la creación de un Estado palestino.
Israel capturó Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Este durante la Guerra de los Seis Días en 1967. Los palestinos quieren esos tres territorios para un futuro Estado.
Israel ha construido más de 100 asentamientos en toda Cisjordania, algunos de los cuales parecen suburbios totalmente desarrollados o pequeñas localidades. En estos puestos avanzados viven más de 500.000 colonos judíos que tienen nacionalidad israelí. Los tres millones de palestinos de Cisjordania viven bajo un régimen militar israelí aparentemente indefinido.
La Autoridad Palestina administra partes de la Cisjordania ocupada por Israel, pero tiene prohibido operar en el 60% del territorio, donde se ubican los asentamientos.
La agresiva expansión de asentamientos en Cisjordania refleja la fuerte influencia que la comunidad de colonos está teniendo en el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, el más religioso y nacionalista en la historia del país.
El ministro de Hacienda Bezalel Smotrich, quien es uno de los colonos, ha intensificado la política de expansión, ejerciendo nuevas potestades sobre el desarrollo de asentamientos y diciendo que desea solidificar el control israelí sobre el territorio y evitar la creación de un Estado palestino.
Los activistas dicen que la más reciente incautación vincula a los asentamientos israelíes en un corredor fronterizo con Jordania, un paso, que, dicen, socava las posibilidades de crear allí un Estado palestino contiguo.
Está en un área de Cisjordania donde, incluso antes de la guerra entre Israel y Hamas, la violencia de los colonos ha estado desplazando a comunidades palestinas. Esa violencia solo ha aumentado desde que el ataque del 7 de octubre perpetrado por Hamás provocó la guerra en Gaza. Los colonos han llevado a cabo más de 1.000 ataques contra palestinos desde octubre en Cisjordania, causando muertes y daños a propiedades, según la ONU.
Yoni Mizrachi, director de rastreo de asentamientos para Paz Ahora, calificó las tomas de tierras anunciadas el miércoles como una estrategia para establecer una zona de amortiguación entre Jordania y zonas palestinas, y para asfixiar la posibilidad práctica de crear un Estado palestino. El objetivo, dice, es empujar a los palestinos a islas aisladas rodeadas por tierras israelíes.
”Definitivamente ven esta zona como una zona estratégica, como la primera forma y una de las más fáciles para iniciar la anexión”, declaró.
Prominentes organizaciones de derechos humanos consideran el control israelí de Cisjordania como prueba de que Israel practica el apartheid, una acusación que Israel rechaza con vehemencia.
(Con información de AP)
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