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La Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la JEP ha denegado la solicitud de libertad transitoria, condicionada y anticipada presentada por la defensa de Salvatore Mancuso Gómez, así como su petición de libertad en calidad de gestor de paz designado por el Gobierno Nacional. Esta decisión se fundamenta en el actual estudio de la comparecencia de Mancuso ante la JEP por parte de la Corte Constitucional, debido a una controversia sobre la competencia jurisdiccional.
La determinación de la JEP se basa en el choque que se genera por la “competencia de jurisdicciones” que se ha evaluado en el caso de Salvatore Mancuso.
El antiguo líder paramilitar extraditado a Estados Unidos fue repatriado a Colombia para responder por crímenes cometidos durante el conflicto armado. Pero según lo argumentado por la Sala, la competencia de la JEP para juzgar a Mancuso está siendo cuestionada debido a un conflicto de jurisdicciones por razones personales.
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Además, la sala indicó que la solicitud de libertad de Mancuso en su rol como gestor de paz fue previamente rechazada por la Sala de Justicia y Paz del Tribunal de Barranquilla. Aunque esta decisión fue apelada, aún no ha sido resuelto el recurso por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia debido al conflicto de competencias que actualmente está bajo consideración en la Corte Constitucional.
Por estas razones, la JEP decidió negar tanto la libertad transitoria como la libertad como gestor de paz para Salvatore Mancuso hasta que se clarifique el panorama respecto a su comparecencia ante este tribunal de justicia transicional.
Mancuso tiene, además, tres sentencias dictadas por jueces en tres ciudades distintas por hechos relacionados con el conflicto armado, razones por las que ya se preveía que no pudiera migrar de una jurisdicción a otra. Una de las sentencias tiene orden de captura vigente, por lo que la justicia ordinaria también tiene competencia frente a la libertad del exparamilitar.
El excomandante tenía una asignación del Gobierno de Gustavo Petro como gestor de paz, pues el presidente esperaba que su conocimiento y experiencia criminal aportaran al desarme de estructuras que adoptaron las prácticas de los paramilitares. Además, que este aportara a las víctimas, miles en todo el país, que esperan verdad, justicia y reparación frente a sus muertos y desaparecidos que siguen en la impunidad.
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