• Los largos sobrevivientes del cáncer son aquellas personas en las que tras 5 años de estar sin tratamiento no se encuentra ningún rastro de esta enfermedad. Se les denomina así porque nunca se puede estar 100% que el cáncer no vuelva.
  • Ser largo sobreviviente de cáncer, es decir, que lleva más de 5 años libre de esta enfermedad, no significa volver al estado previo al diagnóstico, ya que se pueden tener muchas secuelas físicas, psicológicas y sociales.
  • Debido a las secuelas que deja sobrevivir al cáncer, es necesario tener un enfoque multidisciplinar desde el punto de vista profesional. El ideal sería que el oncólogo, médico de cabecera, pudiera coordinar todos los trabajos y tratamientos necesarios para reinsertarse.

Sobrevivir al cáncer es el principal objetivo de la oncología, que gracias a todos los tratamientos médicos disponibles, se está transformando en una realidad para cada vez más individuos. A aquellos que llevan 5 o más años libres de cáncer se les conoce como largos supervivientes de cáncer y por lo tanto ya no necesitan ningún tratamiento anticáncer. Sin embargo, eso no significa que los pacientes vuelvan a su vida ‘pre-cáncer’; en muchos casos aparecen secuelas y algunos aspectos de su vida posiblemente no puedan ser resueltos.

El cáncer es más que el tratamiento

Una persona libre de cáncer es aquella a la que “les haces exámenes pasados 5 o más años, según el tipo de cáncer, miras imágenes, tomas muestras y no encuentras ningún rasgo de tumores. Sin embargo, nunca podemos estar 100% seguros que una célula cancerígena no vuelva a aparecer”, apunta el experto en oncología médica de tumores ginecológicos y sarcomas, el Dr. J. Alejandro Pérez-Fidalgo. A partir de ese punto, hasta la muerte (que puede ser en muchos años) se define a la persona como largo sobreviviente.

Eso sí, la Dra. Ruth Vera, coordinadora de Largos Sobrevivientes de Cáncer en la Sociedad Española de Oncología Médica, también recuerda a aquellos que están estables, que “tienen la enfermedad avanzada, pero pueden estar mucho tiempo con un buen control del cáncer y con excelente calidad de vida”.

Eso significa que:

  • Tenemos a personas que, aunque no tienen un avance del cáncer se mantienen por años en tratamiento. Es decir, de acuerdo a la Dra. Vera, “se está transformando en una enfermedad crónica”.
  • Los tratamientos pueden dejar consecuencias físicas, psicológicas y un probable temor a sufrir una recaída en los años de largo sobreviviente.

Si calculamos que en Estados Unidos hay casi 17 millones de personas consideradas largos sobrevivientes de cáncer y se proyecta que para el 2032 esta cifra suba hasta los 23 millones. Esto se puede considerar una cuenta muy alegre, pero por el otro lado, si no se apoya a los sobrevivientes y pacientes en largo tratamiento, se puede transformar en una dificultad para nuestra región.

Ser largo sobreviviente tiene secuelas

Es muy poco probable que no exista algún tipo de secuela debido a la sobrevivencia al cáncer:

  • En el caso de las quimioterapias se presentan problemas al corazón, pérdida de hueso, problemas digestivos y cognitivos con afectación en la memoria y la concentración.
  • En caso del cáncer de próstata, vamos a encontrar efectos a largo plazo en la zona urinaria, con problemas de incontinencia, dolor crónico, disfunción eréctil o problemas de estreñimiento.
  • En el de mama pueden aparecer linfedemas por las cirugías mamarias, sin contar el efecto psicológico en la imagen si hay extirpación mamaria.
  • Lo mismo puede suceder en cáncer al pulmón, donde, debido a las extirpaciones o pérdida de estructuras, se pueden tener dificultades crónicas de la respiración y aparición de fatiga.

Todos los profesionales deben hablar entre sí

Un enfoque multidisciplinario es esencial para poder trabajar las necesidades variadas y complejas que aparecerán a lo largo de los años que se sobrevive a un cáncer. Esto supone un abordaje coordinado, que casi nunca ocurre, entre diversos profesionales de la salud durante y después del tratamiento. Así, no ocurre un gran ‘vacío y desorientación’ luego de la reconfortante frase “ya estas libre de cáncer, puedes hacer tu vida normal”. Dentro de los aspectos, encontramos:

  • Atención médica: El oncólogo funciona como un médico de cabecera que coordina el trabajo con otros médicos para todos los tratamientos a causa del cáncer. Durante ese monitoreo se estudian los posibles órganos afectados y la rehabilitación (con terapeutas y cirujanos plásticos) si es necesaria.
  • Apoyo mental, laboral y social: Siempre estamos centrados en lo físico, si hay dolor, pero nos olvidamos de la salud psíquica. Los pacientes tienen dificultades también para insertarse en lo laboral, personal y el miedo a la recaída. Sin contar los adolescentes, que su plan de vida puede estar truncado”, agrega la Dra. Elena Brozos, Oncóloga Médica especialista en cuidados continuos.
  • Trabajo con la familia: El cáncer no solo afecta al que sobrevive, también a su familia y las personas cercanas. En ese sentido es importante cuidar y apoyar a quienes viven con el paciente en lo psicológico, técnico y si es posible, liberarlos de la carga como cuidadores.

Como puedes ver, la sobrevivencia al cáncer es mucho más que solo terminar el tratamiento. Mientras más avances en el cáncer existan, tendremos más sobrevivientes y por tanto, más complejidades que debemos considerar.

 

Por Carlos Diego Ibáñez
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