Colombia, ya con el pase asegurado a cuartos de final de la Copa América, se enfrenta al rival más duro del grupo D sin la presión de la clasificación pero con la consigna de reafirmar su buen momento y mostrar que es un firme candidato al título. Brasil se juega el prestigio y aunque tiene un pie adentro de cuartos, aún hay posibilidad remota de que pueda quedar eliminado. Pero tras golear a Paraguay, la canarinha pretende retomar su posición de favorita.
Colombia llega en pleno: victorias sin dudas y con buen juego a Paraguay y Costa Rica. Un poder ofensivo claro, alternativas en juego y un líder notable en James Rodríguez. Si gana o empata, queda de líder y se enfrentaría seguramente a Estados Unidos o Panamá en cuartos.
Colombia llega con una racha de 25 partidos invicto, que incluye la victoria sobre Brasil en eliminatorias mundialistas de noviembre pasado, un envión anímico sin precedentes y sobre todo una calidad de juego elogiada por el mundo entero. El equipo de Néstor Lorenzo se ve cohesionado, con titulares y suplentes en buen nivel y con la convicción decidida de hacer una Copa América memorable.
Brasil, siempre el equipo a vencer, a venido de menos a más tras el empate incómodo a Costa Rica y luego la victoria a Paraguay, en la que Vinicius Jr. se reencontró con el gol con su selección y sacudió algunas incertidumbres. Por historia, por trayectoria y expectativa, es Brasil el equipo con mayor presión para este partido.
Brasil además debe sumar: un empate le basta para clasificar, pero si pierde con buena diferencia de goles y Costa Rica derrota a Paraguay por una goleada muy abultada, podría salir eliminado. Es un escenario poco probable, pero no imposible.
Una victoria de Colombia lo dejaría como un favorito indiscutido y hundiría a Brasil en la posición de ser una de las peores selecciones de ese país en las últimas décadas.
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