Las polémicas en torno al juez Clarence Thomas, uno de los más conservadores de la Corte Suprema, no terminan con las últimas opiniones de este año del tribunal.

Thomas, cuyos viajes de lujo pagados por multimillonarios han llevado a la Corte a implementar un código de ética, fue parte de la mayoría conservadora que decidió ampliar la definición de poderes presidenciales en el controvertido caso de la inmunidad presidencial de Donald Trump.

Pero en su opinión concurrente, Thomas llamó la atención al abordar una pregunta que ni siquiera los abogados de Trump habían llevado ante el tribunal, lo que resulta extremadamente inusual.

El magistrado decidió cuestionar por iniciativa propia la validez del nombramiento del fiscal Jack Smith, que está a cargo de dos de los procesos judiciales que Trump enfrenta en la actualidad.

Su guiño podría ser una nueva herramienta para los abogados del expresidente, que piden que los casos sean desestimados, para seguir apelando y demorando el inicio de los juicios correspondientes.

¿Qué añadió el juez Clarence Thomas en el fallo sobre inmunidad de Trump?

Thomas abordó en su opinión este lunes una pregunta que no había sido formulada a la Corte Suprema en el caso de inmunidad presidencial: ¿fue legalmente designado el fiscal especial Smith?

En su escrito, cuestiona el modo en que fue nombrado a finales de 2022 por el fiscal general Merrick Garland para liderar los procesos contra Trump por su interferencia electoral en 2020 y por su mal manejo de documentos clasificados cuando terminó su presidencia y se los llevó a su residencia de Mar-a-Lago.

Thomas argumentó que la oficina del fiscal especial debería haber sido establecida por el Congreso y que Smith debería haber sido confirmado por el Senado.

“Si no existe una ley que establezca el cargo que ocupa el fiscal especial, entonces no puede continuar con este procesamiento (…). Un ciudadano particular no puede procesar penalmente a nadie, y mucho menos a un expresidente”.

Esta es la opinión que los abogados de Trump llevan tiempo tratando de impulsar, al defender que Smith fue designado y financiado ilegalmente, por lo que sus procesos contra Trump deberían ser desestimados, algo que tribunales inferiores han rechazo por su falta de sustento legal.

Fue el caso del fiscal Robert S. Mueller, cuya legitimidad fue confirmada por las cortes pese a igual argumento de la defensa de Trump.

En un inesperado giro en la que parece oponerse a que Trump sea llevado ante la justicia, Thomas dijo que opinión buscaba “destacar otra forma en la que este procesamiento (judicial a Trump) puede violar nuestra estructura constitucional”.

Para Robert J. McWhirter, un experto en derecho constitucional, que Thomas incluyera este punto en la opinión sobre inmunidad presidencial podría responder a un deseo de dejar claro al equipo legal de Trump que el magistrado quiere que la Corte Suprema aborde la constitucionalidad o no del nombramiento del fiscal Smith.

Según McWhirter, es totalmente inusual e inapropiado que un juez incluya una opinión que no tiene relación con el fallo publicado. Sin embargo, cree que es algo que Thomas hace a menudo cuando aparentemente desea invitar a grupos externos a que presenten casos ante el tribunal.

“No es parte de lo que se supone que debe hacer un juez (…) Es una señal para todos de que está dispuesto a abordar este tema”, le dijo el experto al diario The Washington Post, al que aclaró, sin embargo, que la opinión de Thomas en este punto no tiene fuerza legal y no crea precedentes.

En la decisión que revocó el fallo de Roe vs. Wade, que garantizaba el derecho al aborto en EEUU, Thomas dijo en su opinión concurrente que estaría abierto a que la Corte analizara otros derechos, como el del matrimonio de las personas del mismo sexo.

La polémica del juez Thomas por los regalos de lujo recibidos de un donante republicano

La inusual opinión de Thomas, de 76 años y que ocupa su puesto en la Corte Suprema desde 1991 tras ser nominado por el presidente republicano George H. W. Bush, llega en un caso en el que incluso los demócratas del Congreso le pidieron que se recusara, por la participación de su esposa en los esfuerzos para subvertir los resultados de las elecciones.

Ginni Thomas estuvo involucrada en la campaña con la que Trump intentó revocar el resultado de las elecciones de 2020.

A la mujer, conocida activista conservadora, se le encontraron mensajes y correos electrónicos enviados para apoyar la causa del expresidente.

Pero esta no es la única polémica en la que se ha visto envuelto el juez en tiempos recientes.

Sin embargo, Thomas nunca declaró a la Corte Suprema las estancias en hoteles de lujo, cruceros, viajes en yates y en aviones privados que le regaló el magnate, pese a su vinculación pública con un partido político.

El juez se justificó entonces asegurando que Crow y su esposa eran parte de sus mejores amigos, y que desconocía las normas que obligan a declarar este tipo de regalos para facilitar la transparencia.

“Cuando llegué a la Corte [en 1991], pregunté a mis colegas y a otros miembros del poder judicial y se me informó de que no tenía que reportar este tipo de hospitalidades por parte de amigos personales no vinculados con el tribunal”, explicó en un comunicado.

Sí aseguró que, desde que tuvo conocimiento, había hecho todo lo posible por respetar las normas y planeaba hacerlo de cara al futuro.

Tan solo unas semanas antes de que estallara este escándalo, la Conferencia Judicial estadounidense adoptó medidas más estrictas que exigen a jueces declarar sus viajes en avión privado o estancias en establecimientos de lujo.

Así, meses después, Thomas reveló en su declaración financiera que Crow le había pagado viajes en avión privado en 2022 y unas vacaciones en su lujosa finca de Nueva York.

También aprovechó después para modificar informes anteriores y agregar información que, aseguró, se había “omitido involuntariamente” como un acuerdo inmobiliario entre ambos.

Sin embargo, poco después aparecieron reportes de otros regalos que nuevamente había obviado.

No fue hasta el pasado mes de octubre que Thomas se recusó por primera vez de un caso relacionado con el ataque al Capitolio en 2021, cuando la Corte Suprema rechazó una apelación de John Eastman, exasesor legal de Trump.

Thomas decidió hacerse a un lado en el caso que involucraba a Eastman dado que este había sido su asistente legal en el pasado y ha sido un tradicional aliado del juez.

Mucho antes, en 1991 -cuando Thomas aún era un candidato nominado a la Corte Suprema- fue acusado de acoso sexual por Anita Hill, una mujer que había trabajado para él en el pasado.

El juez siempre negó las acusaciones y finalmente fue designado para su cargo, que ocupa desde entonces y es ahora el magistrado de mayor edad en el cargo.

Tras todos estos señalamientos, Thomas se ha mantenido siempre firme en su postura y mayo pasado aseguró en una conferencia pública que él y su esposa han aguantado “maldad y mentiras” durante los últimos años.

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By Diario

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