Un mes y medio después de la fecha original, finalmente el “pacto de mayo” comenzó a tomar color. Esta tarde, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el ministro de Economía, Luis Caputo, y la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, recibieron a cuatro gobernadores en la Casa Rosada para debatir el contenido del gran acuerdo nacional que Javier Milei quiere firmar el próximo lunes en San Miguel de Tucumán.
Los funcionarios nacionales se reunieron con Martín Llaryora (Córdoba), Raúl Jalil (Catamarca), Gustavo Sáenz (Salta) y Osvaldo Jaldo (Tucumán) para intercambiar opiniones sobre los “diez mandamientos” del pacto y la puesta en escena en la vigilia del 9 de Julio. Los cuatro mandatarios, que estuvieron en Balcarce 50 por el término de casi dos horas, se retiraron sin hacer declaraciones. Pero confirmaron su asistencia al evento que tendrá al Presidente en el centro de la escena.
El Gobierno no dejó trascender si los gobernadores reclamaron hacer modificaciones al texto que propuso la Casa Rosada, y que incluye compromisos vinculados al libre mercado y la apertura al mundo, el respeto al equilibrio fiscal, además de pactos en torno a una reforma previsional y tributaria y en materia de coparticipación. Para contener al radicalismo, el Gobierno en los últimos días también incluyó un compromiso con la educación.
Semanas atrás, Llaryora –que iba a ser el primer anfitrión del pacto, pero cuando todo pasó a julio perdió la localía en manos de Jaldo– había planteado su apoyo a la iniciativa oficial pero había pedido incluir a los sectores productivos. “Los puntos (del pacto) son ampliamente apoyados porque están relacionados con nuestra manera de gobernar, pero me parece que no deberían ser sólo de la política: tienen que estar los sectores industriales y productivos y los sectores del trabajo”, había dicho el cordobés a inicios de marzo.
Esta vez, según pudo saber LA NACION, hubo propuestas pero no condicionamientos. “Los gobernadores plantearon nada excluyente”, dijo un testigo de la reunión.
No trascendió si los mandatarios provinciales aprovecharon para hacer reclamos económicos a Caputo. Los gobernadores del norte fueron piezas clave en el tratamiento de la Ley Bases y el paquete fiscal. El tucumano, por caso, logró que diputados de su provincia se escindieran del bloque de Unión por la Patria para apoyar los proyectos oficiales. Entronizados como aliados del Gobierno, los mandatarios ahora quieren tener mayor injerencia en la nueva etapa.
Sáenz, Jaldo, Jalil vienen teniendo encuentros recurrentes con el jefe de Gabinete y son los promotores del “pacto de Güemes”, una iniciativa que incluye reivindicaciones para el norte del país y que ya fue entregada en mano a Milei. El mandatario cordobés, que supo tener desavenencias con el gobierno libertario, es un visitante menos frecuente en Balcarce 50. Todos ellos ya firmaron el acta de traspaso de obras públicas a las provincias.
En los despachos del otrora ministerio del Interior -que el funcionario conserva como oficina-, Francos había recibido primero a Ricardo Quintela (La Rioja) y a Gerardo Zamora (Santiago del Estero), dos mandatarios opositores que viajaron a firmar el convenio de traspaso de obras públicas, un proceso que viene encarando el Gobierno para que culminen los proyectos con alto grado de avance.
Quintela viene siendo un crítico acérrimo de la gestión de Milei. Llegó a decir que en el país “van a haber muertos” por el “esquema de represión” del gobierno libertario. El riojano, que viene clamando por un “polo opositor” al Presidente, hoy se mostró cómodo y de buen ánimo con el jefe de Gabinete y con su segundo, Lisandro Catalán, en el Salón de los Escudos, según las imágenes que trascendieron en redes sociales. Hubo risas, apretones de manos y abrazos entre los funcionarios.
Sin embargo, a la salida de la sede de Gobierno, Quintela volvió a criticar el rumbo del Gobierno y confirmó que no participará de la firma del Pacto de Mayo.
Luego de Quintela, llegó el turno de Zamora, un mandatario que fue blanco de seducción de la Casa Rosada en algún tramo de la negociación de la ley Bases. Con él Francos mantuvo una breve reunión mano a mano luego de la firma de los convenios de cooperación en materia de obras públicas y viviendas. Si bien la relación es menos ríspida que con Quintela, el Gobierno no logró convertir al santiagueño en un aliado firme.
Las invitaciones al evento de Tucumán se enviarán en las próximas horas a todos los mandatarios provinciales, referentes partidarios y exmandatarios. No se descarta, incluso, que Cristina Kirchner y Alberto Fernández reciban un contacto desde el área de Ceremonial de la Presidencia. Se descuenta, no obstante, que no estarán en la foto, al igual que el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
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