La celebración del mes del Orgullo LGBTQ+ llegó a su exuberante gran final el domingo, en el que juerguistas que lucían los colores del arco iris salieron a las calles para participar en destacadas marchas en Nueva York, Chicago, San Francisco y otros lugares del mundo.

Las festividades fueron fiestas jubilosas y a la vez protestas políticas. Los participantes reconocen los logros de la comunidad y también piden prestar atención a las recientes leyes contra la comunidad LGBTQ+ en Estados Unidos, tales como la prohibición de la atención sanitaria a transexuales, aprobadas en estados gobernados por republicanos.

“Estamos en un momento en el que hay un montón de medidas legislativas, leyes anti-LGBTQ+”, dijo Zach Overton, de 47 años, en el desfile de Nueva York. “Da la sensación de que estamos dando un paso atrás en la lucha por la igualdad, y por eso es un gran momento para salir y estar con nuestra comunidad y ver todos los diferentes colores del espectro de nuestra comunidad y recordarnos por qué estamos luchando todos”.

Miles de personas se congregaron a lo largo de la Quinta Avenida de Nueva York para celebrar el Orgullo. Las carrozas recorrieron la calle mientras por los altavoces sonaba la canción “I’m Coming Out” de Diane Ross. Las banderas del Orgullo llenaban el horizonte, y entre la multitud se podían ver pancartas de apoyo a Puerto Rico, Ucrania y Gaza.

Este año, las tensiones en torno a la guerra entre Israel y Hamás en Gaza también se filtraron a las celebraciones, dejando al descubierto divisiones dentro de una comunidad que suele estar alineada en cuestiones políticas. Algunos manifestantes bloquearon temporalmente la marcha de Nueva York el domingo, coreando: “¡Palestina libre, libre, libre!”. A la larga la policía se llevó a algunos de ellos.

Activistas propalestinos interrumpieron marchas del orgullo en junio en Boston, Denver y Filadelfia. Varios grupos participantes en las marchas del domingo dijeron que tratarían de poner de relieve a las víctimas de la guerra de Gaza, lo que provocó el rechazo de los partidarios de Israel.

“Ciertamente hay una presencia más activa este año en términos de protesta en los eventos del Orgullo”, declaró Sandra Pérez, directora ejecutiva de NYC Pride, un organismo sin fines de lucro que organiza los eventos del Orgullo en la ciudad de Nueva York. “Pero nacimos a partir de una protesta”.

La primera marcha del orgullo se llevó a cabo en la ciudad de Nueva York en 1970 para conmemorar el primer aniversario de la revuelta del Stonewall Inn, un disturbio que comenzó con una redada policial en un bar gay de Manhattan.

Nick Taricco, de 47 años, que estuvo en la marcha de Nueva York con Overton, dijo que asistió el viernes a la inauguración del Centro de Visitantes del Monumento Nacional Stonewall, donde habló el presidente Joe Biden. Taricco dijo que le preocupa la política en Estados Unidos, incluidas las elecciones presidenciales.

“Incluso teniendo en cuenta la avanzada edad que él tiene, sigo pensando que es la dirección que debemos seguir”, dijo Taricco sobre Biden. “Pero es un momento muy incierto en general en este país”.

Ireland Fernandez-Cosgrove, de 23 años, celebró en el desfile de Nueva York.

“La ciudad de Nueva York es un gran lugar para vivir, pero este es uno de los únicos días en los que puedes salir y ser abiertamente queer y sabes que vas a estar bien y segura al respecto”, dijo. “Hoy he venido aquí con mi pareja para poder ser nosotras mismas en público y saber que otras personas nos van a apoyar”.

Otra de las mayores celebraciones del Orgullo en el mundo se llevó a cabo el domingo en San Francisco, con multitudes de espectadores a los costados de Market Street.

Brian Peterson, secretario del club de motociclismo Homoto —una organización que simpatiza con las personas queer— se desplazó en su motocicleta a lo largo de la ruta del desfile.

“Este es un evento en el que puedo celebrarme a mí mismo al igual que a mis amigos, y hacer nuevos amigos, y reafirmar que formo parte de este mundo”, le dijo Peterson al periódico San Francisco Chronicle.

Decenas de miles de juerguistas atestaron las aceras a lo largo de la ruta del desfile de Chicago, un evento que fue reducido de tamaño en comparación con años previos. Las autoridades municipales recortaron la ruta a lo largo del lado norte de la ciudad, y el número de carrozas fue reducido de 199 a unas 150 debido a preocupaciones logísticas y de seguridad —incluido un mejor emplazamiento de la policía en la noche—, ya que en los últimos años las fiestas posteriores al desfile se han tornado más revoltosas. El desfile de Chicago, uno de los más grandes de Estados Unidos, suele atraer aproximadamente a 1 millón de personas, según la ciudad. Por el momento no estaban disponibles las estimaciones sobre el tamaño de la multitud del domingo.

En Minneapolis y Seattle también se llevaron a cabo desfiles.

Agencias federales habían advertido que organizaciones terroristas extranjeras y sus simpatizantes podrían atacar los desfiles. En todos los eventos del Orgullo en el país hubo intensas medidas de seguridad.

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By Diario

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