Vicky Dávila, directora de SEMANA, publicó un nuevo editorial en el que habla de la amenaza que representa el presidente de Colombia, Gustavo Petro, con su intención de “quedarse en el poder” y señala que vendrán “días difíciles” y “momentos turbios”, para el país.
“No podemos ser indiferentes, no importa qué lugar ocupemos en la sociedad y qué oficio desempeñemos. Se vienen días difíciles. Se vienen momentos turbios. Los que nos gobiernan no llegaron al poder para entregarlo. Las elecciones libres y democráticas en 2026 son un imperativo y eso no es negociable”, señaló la directora de SEMANA.
“Colombia tiene muchos retos. A pesar de que los últimos 30 años han traído importantes avances en materia económica y social, muchos ciudadanos se sienten estancados y que no progresan, es más, se sienten retrocediendo. A gran parte de la clase dirigente y a los políticos de siempre, con pocas excepciones, les ha faltado entender la problemática de los colombianos de a pie y se han ocupado más de la politiquería y de cómo enriquecerse. Muchos colombianos votaron por Petro, pensando que representaba un cambio y ustedes saben, yo no voté por Petro, hoy muchos de los que confiaron en el discurso de Petro se sienten engañados y desilusionados”, señaló Vicky Dávila.
La directora de este medio también se refirió a los escándalos del Gobierno de Gustavo Petro y señaló: “Los primeros dos años de este gobierno han tenido más escándalos que logros. La inseguridad volvió a aumentar, la economía se estancó, la inflación sigue siendo elevada y ni qué decir de la corrupción. Petro se alió con lo peor de la clase política tradicional, se rodeó muy, pero muy mal, y se desvió de su camino del cambio y del progreso por el que tantos de nuestros compatriotas terminaron votando por él”.
“A ellos no los culpo, sí a la mayoría de políticos, muchos oportunistas y profesionales que se terminaron juntando para entregarle la victoria a Petro. Muchos de esos lo hicieron por mero oportunismo y hoy tratan de distanciarse y de disfrazarse de opositores. No les crean, cambian de acuerdo con su conveniencia como los camaleones”, señaló Dávila.
“Hoy vemos cómo algunos congresistas se dejan comprar, se venden, y algunos gremios y empresarios transan por beneficios propios por plata. La corrupción y la relación torcida basada en intereses particulares de empresarios con políticos, en últimas, perjudica a los colombianos. Hay que reconocer que esto no es nuevo, pero a la misma vez no se puede normalizar y volver paisaje. Según una encuesta reciente, cerca del 70 % de colombianos no aprueba la gestión de Petro y una cifra similar no quiere una Constituyente. Sin embargo, todo parece indicar que Pedro y sus aliados avanzan en ese camino. Y no se confundan, el objetivo es mantenerse en el poder, apoyados en lo que llaman el poder constituyente, un engendro que se manda solo, que no respeta reglas, que es dictatorial y que pretende cambiarlo todo a su conveniencia y sin que nadie pueda oponerse. Entonces la indiferencia ciudadana se convierte en su mejor aliado”, aseguró la directora de SEMANA.
Agregó que: “No podemos ser indiferentes. No importa qué lugar ocupemos en la sociedad y qué oficio desempeñemos. Tenemos que unirnos en torno a la democracia, a la libertad y a los valores de una sociedad decente que sabe distinguir entre el bien y el mal”.
De igual forma señaló: “Se vienen días difíciles, se vienen momentos turbios. Los que nos gobiernan no llegaron al poder para entregarlo. Las elecciones libres y democráticas en 2026 son un imperativo y eso no es negociable. Solo la unificación de la gran mayoría de los colombianos en torno a unos principios fundamentales logrará contener los planes peligrosos de Petro y los intereses oscuros que lo respaldan. No se trata de ideologías. No podemos perder a Colombia. No perdamos nuestro futuro. Yo pondré mi granito de arena con decisión. Les pido a todos los que piensan igual, sin extremo ni fundamentalismo, sin odio, sin sed de venganza, que entendamos la gravedad del momento. Luego, habrá espacio para tener diferencias democráticas con respeto, pero hoy la amenaza es muy, pero muy grave. Tenemos que resistir, tenemos que actuar y tenemos que defender la democracia sin vacilaciones ni medias tintas”.
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