Esta filóloga llegó a California tras vender su empresa a Intel. Trabajó en varias compañías top hasta que fue fichada para liderar la estrategia de investigación en Inteligencia Artificial de Google Research. “Están pasando cosas increíbles”, dice.
Pilar Manchón (1972) ha tocado la cima de Silicon Valley sin ser ingeniera. Esta sevillana hija de taxista es filóloga y se ha convertido en directora de Estrategia de Investigación en Inteligencia Artificial de Google Research. Llegó a California en 2013 después de que Intel comprara Indisys, la empresa dedicada al desarrollo de asistentes virtuales que fundó en su época universitaria. El precio de venta: 26 millones de dólares. Tras pasar por o
Pilar Manchón (1972) ha tocado la cima de Silicon Valley sin ser ingeniera. Esta sevillana hija de taxista es filóloga y se ha convertido en directora de Estrategia de Investigación en Inteligencia Artificial de Google Research. Llegó a California en 2013 después de que Intel comprara Indisys, la empresa dedicada al desarrollo de asistentes virtuales que fundó en su época universitaria. El precio de venta: 26 millones de dólares. Tras pasar por otros gigantes como Amazon y Roku, esta doctora en Lingüística Computacional lidera el desarrollo de sistemas de conversaciones de Google. Hablamos con ella de las novedades tecnológicas y de la lucha titánica por el dominio futuro de la IA en una visita a Madrid, en las oficinas de su compañía en la Torre Picasso.
- Como filóloga, ¿teme la extinción de su profesión por culpa de la inteligencia artificial (IA)?
- El avance en IA debe ser interdisciplinar, no hablamos sólo de ingeniería y matemática pura, sino de algo que puede cambiar nuestra forma de vivir. Necesitamos Ciencia y Humanidades. La filología estudia la etimología de la lengua y cómo nos relacionamos verbalmente. La lengua es una parte primordial de cómo pensamos y organizamos nuestros pensamientos. Esto tiene un impacto tremendo en la IA y los filólogos tenemos mucho que aportar.
- Desde fuera parece que Google y OpenAI protagonizan en este campo una guerra fría con constantes golpes de efecto. ¿Cómo se ve dentro de su empresa?
- Como en todas las tecnologías siempre hay una sana competitividad. En Google nos importa más hacer las cosas bien que rápido. Cuando se saca un producto, tienes que hacerlo de forma responsable y siguiendo un proceso de gobernanza muy específico que conocemos muy bien ya que somos pioneros. Aún así, cuando sacas novedades a veces hay errores, porque en un proceso de innovación nada es perfecto. Este ha de ser audaz, ambicioso y también responsable. Nuestra prioridad no es la competencia, es hacer lo correcto y ofrecerlo al mundo. Lo que hacemos no son sólo productos, sino herramientas que ofrecen disrupciones científicas para el beneficio de la humanidad…
- Perdone, pero el objetivo de Google, como el de cualquier empresa, es ganar dinero, no el bien de la humanidad.
- Sí, pero yo le hablo de mi área, Google Research, en la que trabajamos con las áreas de producto de la compañía, pero también tenemos una parte enorme que tiene que ver con sostenibilidad, educación, medicina, y otras cosas que lanzamos por ese bien común. Hace poco en una ONG me comentaban que estaban utilizando nuestras herramientas para predecir inundaciones, algo que salió de Google Research. No sólo para prevenir y ayudar a los afectados, sino para hacerles transferencias económicas para que tuvieran suficiente dinero para tomar las precauciones necesarias. Muchas herramientas que desarrollamos inicialmente son meros ejercicios intelectuales de lo que podemos hacer, pero estas acaban teniendo un enorme impacto en las economías, sobre todo en las menos avanzadas. Por supuesto, si no ganas dinero cómo vas a financiar esto. Hay que lograr un equilibrio.
- En los lanzamientos del nuevo ChatGPT y del prototipo de Google se ven avances increíbles en la capacidad de la IA para simular emociones. ¿No le resulta este aspecto inquietante?
- Me he formado en ciencia cognitiva y es precisamente el tema de la emoción, de la inteligencia multidimensional, lo que más me interesa. En Google somos bastante pragmáticos, nos centramos en un servicio eficiente, en crear interfaces que sean claros y que te den una noción de las cosas que puedes hacer, nos centramos menos en la parte de diversión, de jugar un poquito, como hacen otros. No veo mal ese punto de vista, pero creo que hay ahora cosas más importantes que hacer.
- Da la impresión que OpenAI ha apostado más por el antropomorfismo, la atribución de cualidades humanas a su sistema, y que Google busca diferenciar más la máquina del ser humano.
- Como científica cognitiva veo el antropomorfismo como algo inevitable. No es que es algo que se crea, es algo que nosotros hacemos, resulta innato a cómo nosotros analizamos el mundo. Entonces lo que puedes hacer es incentivarlo más o desincentivarlo. La siguiente opción pasa por educar a las personas para que sean conscientes de lo que está pasando para convivir con un fenómeno más del que se es consciente. Si tú tienes una IA que te acompaña día a día está demostrado que nosotros tendremos un impacto antropomórfico en ella. Eso en sí no tiene que ser negativo. Sí lo sería si utilizaras las emociones para manipular o para hacer algo malo. Es más, si eliminas la empatía de la interacción, la IA se convierte en algo desagradable. No olvide que somos animales sociales.
- ¿Pueden las empresas adelantarse antes de desarrollar una tecnología a los peligros que provoca la adicción tecnológica, como, por ejemplo, enamorarse de una IA; los riesgos de la privacidad y la manipulación informativa?
- Hay distintos niveles. En el primero tienes unos principios fundamentales del desarrollo de la IA que básicamente son que no hay que hacer cosas malas, cumplir la normativa y respetar los derechos humanos, dicho de una forma generalista…
- El problema es cuando la tecnología va más rápido que el marco legal.
- Por supuesto no hay que olvidarse nunca del marco. Por eso le digo que hay distintos principios. Obviamente eso no es suficiente, pero sí necesario. Cuando tienes esto metido en tu ADN lo siguiente son los pasos de gobernanza, tanto interna como externa. Por eso Google trabaja con distintos gobiernos y organizaciones internacionales, además de con otras empresas, para el control interno de la compañía y ayudar a gestionar lo que hacemos en la sociedad. Cuando tú tienes una empresa pequeñita, se hace lo que tú decidas, pero una empresa como Google no sólo estudia los beneficios de una herramienta, sino los posibles riesgos para favorecer su uso responsable. Para ello es necesario una educación a todos los niveles y una gran responsabilidad preventiva. Luego está la predisposición ética, que incluye el diseño de barreras para que esas herramientas no sean usadas con malos fines.
- El experto en tecnología de Business Insider alerta que las novedades de Google en IA pueden suponer un “golpe mortal” para muchas startups. Por ejemplo, el asistente de búsqueda y su correo electrónico podrían amenazar a empresas más pequeñas, mientras que los creadores de páginas web temen que un motor de búsqueda de IA de uso generalizado acabe perturbando el tráfico web.
- No he leído el artículo al que se refiere, pero puedo decirle que he transmitido a los consejos de administración de empresas con los que me he reunido que estamos ante una oportunidad brillante para tener unas herramientas que dan una ventaja competitiva si las adoptan pronto. Siempre hay gente a la que le puede afectar una innovación de determinada manera, si bien creo que en este caso es mucho más positivo el impacto que tendrá en la creatividad. Google apuesta por tecnologías fundacionales que te permiten construir algo por encima.
- La transformación del buscador de Google gracias a la IA generativa parece un punto de inflexión importantísimo. Hay expertos que hablan de un “cambio de orden mundial”.
- Estamos en un momento y lo digo desde cierto romanticismo, que describo como una especie de nuevo Renacimiento. Hablamos de una estructura de información para hacer tareas complejas. Vamos a desmenuzar la búsqueda general que cualquiera hace en sus componentes fundamentales. Si buscas un viaje vacacional a Canarias con una búsqueda más inteligente, te ayuda a desglosar el viaje en diferentes elecciones basándose en estudios y en toda la información, reviews disponibles, y ahorrando muchísimo tiempo que hacerlo por partes.
“Hablamos de medicina, longevidad, nuevos materiales de construcción, física teórica… A mí me da incluso vértigo pensar en las cosas que se pueden hacer”
- ¿Qué supone para la compañía el proyecto Astra? ¿Y Veo, el generador de vídeo mediante IA que compite con Sona?
- Estamos ante un asistente virtual real que es una demo que antes parecía de ciencia ficción. Está germinando y abre un futuro lleno de posibilidades. Por su parte, Veo permite hacer vídeos con un interesantísimo nivel de calidad y creatividad, algo que va a ser muy beneficioso para las actividades creativas, porque te permite hacerlo, visualizarlo y mostrarlo a una velocidad altísima. Trabajamos en él con gente que ha ganado Oscars.
- ¿Estamos lejos del pleno auge de la inteligencia artificial?
- Nos queda mucho camino por recorrer. Pero sí que estamos en un momento de madurez tecnológica suficiente que nos ayuda a dar un salto exponencial en lo que se puede hacer. Estamos en un punto en que va a haber una disrupción en los próximos cinco años en distintos campos del saber. Están pasando cosas increíbles. El tema de AlphaFold, que permitió acelerar de una manera asombrosa la predicción de las estructuras de proteínas, es un ejemplo de la magnitud de lo que se avecina. ¿Qué impacto tendrá eso en poco tiempo? Hablamos de medicina, longevidad, nuevos materiales de construcción, física teórica… A mí me da incluso vértigo pensar en las cosas que se pueden hacer y la velocidad en la que vamos a avanzar gracias a esa disrupción.
- Con los vaivenes de las tecnológicas, ¿cómo Google podrá mantener su liderazgo dentro de 10 años?
- El talento es el ingrediente fundamental. La empresa no sólo quiere avanzar, quiere hacerlo de forma responsable. Por otra parte, está una colaboración proactiva tanto con gobiernos como organizaciones, sociedad civil y empresarial. Dentro de una década yo hablaría de equipo, responsabilidad y una ambición muy positiva sobre lo que podemos hacer.
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