Así lo ha desvelado un ensayo clínico impulsado por el Vall d’Hebron Instituto de Oncología de Barcelona que combina la inmunoterapia y la quimioterapia.

Este proyecto, llamado Optimize-1, evalúa la seguridad y la eficacia de combinar un agonista de CD40 con quimioterapia en pacientes con adenocarcinoma ductal pancreático avanzado, una de las neoplasias (crecimiento descontrolado de células) con peor pronóstico, señalan fuentes del hospital.

Los anticuerpos agonistas de CD40 son fármacos capaces de estimular diferentes células inmunitarias contra las células tumorales, por lo que se pasa de un microambiente tumoral inmunosuprimido, que impide la adecuada penetración de las moléculas terapéuticas y de las células inmunitarias, a uno capaz de activar una respuesta inmune potente contra el tumor.

«Es como pulsar el acelerador del sistema inmunitario del paciente. Esta actividad antitumoral sumada a la quimioterapia es la que hemos evaluado en el estudio», ha explicado la doctora Teresa Macarulla, oncóloga médica del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona.

Los resultados del estudio revelan que este ensayo ha tenido una tasa de respuesta objetiva del 40 % junto con una media de duración de la respuesta de 12,5 meses y una media de supervivencia general de 14,3 meses.

«Son resultados realmente prometedores si tenemos en cuenta que actualmente no contamos con estrategias terapéuticas eficaces para estos pacientes, así que es crucial seguir investigando nuevas oportunidades», ha afirmado la también jefe del Grupo de Tumores Gastrointestinales Superiores y Endocrinos del hospital.

En el ensayo Optimize-1 han participado 77 pacientes con adenocarcinoma ductal pancreático metastático que no habían sido tratados previamente con quimioterapia o recién diagnosticados.

Todos ellos recibieron la combinación del anticuerpo IgG1 agonista de CD40 y quimioterapia, obteniendo una tasa de respuesta objetiva del 40 %, es decir, que en cuatro de cada diez casos se observó reducción del tumor durante el tratamiento.

Asimismo, la media de duración de la respuesta fue de 12,5 meses y la supervivencia libre de progresión alcanzó una media de 7,7 meses, con una media de supervivencia global de 14,3 meses.

Se trata de unos resultados que mejoran los pronósticos actuales, dado que actualmente la media de la supervivencia general del adenocarcinoma ductal pancreático metastático desde la presentación por primera vez del cáncer en el cuerpo es inferior al año.

«Esto abre la puerta a investigar esta combinación en un ensayo clínico fase 3 para validar su eficacia en mayor número de pacientes», ha asegurado la doctora Macarulla.

Redacción. (Agencias).

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