Esto tendría que pasar para que Joe Biden abandone su candidatura a las elecciones en Estados Unidos. No sería fácil

Mientras crece la preocupación de los demócratas luego del primer debate entre el presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump, de cara a las elecciones presidenciales de los Estados Unidos que se desarrollarán en el mes de noviembre, ya se piensa en buscar diferentes alternativas ante la “decepcionante” y “triste” participación del actual mandatario del país norteamericano.

Y es que para nadie es un secreto que el presidente Biden salió mal librado de ese primer encuentro cara a cara con Trump, donde se le vio desconcentrado, lento y algo enfermo en medio de lo que se se conoció como un resfriado por el que estaba atravesando por estos días.

A raíz de esto, analistas y columnistas vienen advirtiendo que el actual presidente de los Estados Unidos no estaría en capacidad de pelear, hombro a hombro, con el expresidente Trump en los cerca de cinco meses que restan de campaña. A eso se suma, que tampoco consideran que pueda llevar las riendas de la Casa Blanca en un nuevo periodo.

Cabe recordar que Biden tiene 81 años y es el presidente más viejo de Estados Unidos. En caso de ser electo en noviembre, tendría 82 cuando jure como presidente y saldría del poder con 86. Pero, más allá de su edad, al mandatario se le ve deteriorado física y mentalmente, y el debate solo fue la consolidación de todos los miedos de los demócratas.

Por eso, pese a que hubo celebración y aplausos tras la pobre actuación de Biden en el debate el pasado jueves, los demócratas entraron en una crisis interna que podría terminar con la salida de Biden de la candidatura para una reelección, un proceso que no sería precisamente fácil.

Es claro que Joe Biden ganó las elecciones primarias de su partido sin que hubiera competencia, la campaña del mandatario ha reunido millones de dólares a su nombre y los tiempos son muy cortos. Pero lo más difícil es que el Partido Demócrata no tiene ninguna herramienta para forzarlo a salir de su puesto como elegido para las elecciones.

El profesor de Derecho Internacional de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, Enrique Prieto, fue claro en afirmar que su salida “es difícil, porque requiere que él consienta que lo reemplacen, porque ya ha sido nominado por el Partido Demócrata. Entonces, requeriría que él aceptara”.

En ese sentido, se habla que tendría que presentar la renuncia del actual mandatario a la candidatura y, según se rumora, las únicas personas que podrían convencerlo serían el expresidente Barack Obama o Jill, su esposa, algo que parece casi imposible.

A esto se suma que en caso de que esto ocurriera y Biden aceptara dejar de ser el candidato del partido, son pocos los nombres que suenan para sustituir al mandatario. La vicepresidenta Kamala Harris parece la opción obvia, pero durante cuatro años no ha logrado protagonismo y su impopularidad es incluso mayor que la del presidente.

Otros candidatos que suenan son el secretario de Estado, Antony Blinken; la gobernadora de Míchigan, Gretchen Whitmer; el gobernador de California, Gavin Newsom; el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, o el congresista Dean Phillips, el único que también quiso ser candidato.

El problema de estos perfiles es que carecen del reconocimiento necesario para enfrentar al monstruo mediático que es Donald Trump. Por meses se rumoró el nombre de Michelle Obama, la ex primera dama, pero ella siempre ha rechazado esa posibilidad tajantemente.

“A estas alturas del partido, Biden es la mejor, y, francamente, la única, esperanza de los demócratas. Un candidato alternativo no solo tendría que generar entusiasmo entre los votantes demócratas, sino también tener un perfil nacional. Es difícil imaginar quién más podría sustituirlo como candidato para las elecciones generales de noviembre”, le aseguró Dorian Kantor, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, a SEMANA.