El régimen de Irán advirtió este sábado a Israel de que “todos los miembros del eje de la resistencia”, que incluye a Teherán y sus aliados regionales, podrían movilizarse si lanza una ofensiva a gran escala contra el grupo terrorista Hezbollah en Líbano.
La misión iraní ante la ONU, en Nueva York, indicó que la República Islámica ve una estrategia de “guerra psicológica” en la “propaganda del régimen sionista relativa a su intención de atacar Líbano”.
“Si (Israel) se lanza en una agresión militar a gran escala, se producirá una guerra devastadora”, añadió la misión diplomática iraní.
“Todas las opciones, incluida la plena implicación de todos los miembros del eje de la resistencia, están sobre la mesa”, advirtió.
El llamado eje de la resistencia incluye a los actores afines a Irán en Oriente Medio: el régimen sirio, el movimiento libanés Hezbollah, el Hamas palestino, los rebeldes hutíes de Yemen y las milicias chiitas de Irak.
Al día siguiente del ataque sorpresa lanzado por Hamas contra Israel el 7 de octubre, Hezbollah abrió un segundo frente en el norte de Israel en solidaridad con el movimiento islamista palestino.
Desde entonces ha habido un continuo cruce de fuego en la frontera israelo-libanesa, que obligó a evacuar a decenas de miles de personas de ambos lados y amenaza con degenerar en una conflagración total.
De la misma forma, en los últimos meses los rebeldes hutíes han atacado numerosos buques mercantes en el mar Rojo vinculados según ellos a intereses israelíes. Estados Unidos en especial y también Reino Unido lanzaron operaciones en Yemen en respuesta a dichos ataques.
Este miércoles, el ministro israelí de Defensa Yoav Gallant afirmó que no quiere una guerra total con Hezbollah en Líbano, si bien su país tiene la capacidad de devolver a su vecino a la “edad de piedra”, advirtió.
Previamente, el líder de Hezbollah, Hasan Nasrallah, dijo que “ningún lugar” de Israel estaría a salvo de sus misiles en caso de conflagración.
Estados Unidos, la ONU y Francia lanzaron igualmente advertencias contra una guerra total entre Israel y Hezbollah.
El reformista Masoud Pezeshkian y el ultraconservador Saeed Jalili se disputarán la presidencia iraní en una segunda vuelta electoral después de que ninguno de los dos candidatos lograse el 50 % de los votos en la primera, informó este sábado la Comisión Electoral del país.
Estas elecciones presidenciales registraron la participación más baja en la historia de la República Islámica de Irán, con solo un 40 % de los votantes que acudieron a las urnas, un dato que muestra el descontento ciudadano por la situación económica y la falta de libertades.
“Ninguno de los candidatos ha obtenido la mayoría absoluta de los votos”, dijo el portavoz de la Comisión Electoral, Mohsen Eslami, en una rueda de prensa televisada.
“Se realizará una segunda vuelta como establece la ley, que será el 5 de julio”, añadió Eslami, quien anunció que votaron 24.535.185 personas, lo que supone el 40 % del electorado.
En las elecciones se ha impuesto el reformista Pezeshkian con 10.415.991 votos que suponen el 42,4 % del total, seguido de cerca por Jalili con 9.473.298 votos o el 38,6 %.
Lejos quedó el que fuera el favorito cuando comenzó la campaña electoral, el pragmático conservador Mohammad Baqer Qalibaf, con 3.383.340 votos, el 13,79 %, y más allá el cuarto candidato es el clérigo Mostafa Pourmohammadi con 206.397 papeletas, el 0,8 %.
Las elecciones se celebran para elegir al sucesor del presidente Ebrahim Raisí, quien murió en un accidente de helicóptero en mayo, junto con otras siete personas.
El presidente iraní tiene capacidad de decisión en cuestiones nacionales y en menor medida en política exterior y de seguridad en Irán, donde Ali Khamenei ejerce de jefe de Estado con vastos poderes.
(Con información de AFP y EFE)
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