Con el objetivo de estudiar y conocer más sobre la formación e historia de nuestro sistema solar, el 24 de septiembre de 2023, la misión OSIRIS-REx de la NASA trajo exitosamente a la Tierra muestras del asteroide Bennu.

Tras analizar los 121,6 gramos de la roca espacial, los científicos de la NASA han descubierto que estos contienen fosfato de sodio y magnesio, indicios de que podría haberse originado en un mundo oceánico, según detalla un estudio publicado este miércoles por la revista Meteoritics & Planetary Science.

“Estos hallazgos subrayan la importancia de recoger y estudiar material de asteroides como Bennu”, dice en un comunicado de la NASA Dante Lauretta, coautor del artículo e investigador principal de OSIRIS-REx en la Universidad de Arizona.

Componentes importantes para la vida

Según los astrónomos, el asteroide Bennu, que se encuentra relativamente próximo a la Tierra, podría entregar varias pistas sobre la formación del sistema solar, ya que habría existido cuando nuestro vecindario cósmico se estaba formando.

Y estaban en lo correcto: los investigadores lograron identificar que en las muestras de Bennu había carbono, nitrógeno, compuestos orgánicos y otros componentes esenciales para la vida.

“Este material encierra la clave para desentrañar los intrincados procesos de formación del sistema solar y la química prebiótica que podría haber contribuido a que surgiera la vida en la Tierra”, agrega el experto.

La sorpresa de haber hallado fosfato

Asimismo, y para sorpresa de los investigadores, el polvo del asteroide también contenía fosfato de magnesio y sodio, algo que sugiere que Bennu podría haberse desprendido de un mundo oceánico primitivo, pequeño y que desapareció hace mucho tiempo.

“OSIRIS-REx nos ha proporcionado exactamente lo que esperábamos: una gran muestra prístina de asteroide rica en nitrógeno y carbono procedente de un mundo anteriormente húmedo”, afirma Jason Dworkin, coautor del artículo.

“La presencia y el estado de los fosfatos, junto con otros elementos y compuestos en Bennu, sugieren un pasado acuoso del asteroide. Bennu podría haber formado parte de un mundo más húmedo. Aunque esta hipótesis requiere más investigación”, añade Lauretta.

Otros aspectos de interés

En 2020, la misión Hayabusa2 de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) trajo muestras del asteroide Ryugu a la Tierra. Si bien se encontraron fosfatos en esa oportunidad, el fosfato de magnesio y sodio hallado ahora destaca por su pureza y el tamaño de sus granos.

Además, el componente predominante en el asteroide Bennu son los filosilicatos que contienen magnesio, principalmente la serpentina y esmectita, tipos de roca que suelen encontrarse en las dorsales oceánicas de la Tierra.

“Los datos que hemos presentado aquí son solo la punta del iceberg: es probable que haya más cosas sobre la muestra que desconocemos”, concluyen los investigadores.


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By Diario

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