Hay un sentimiento de independencia que recorre algunos rincones de España y que llega también a Ferraz, generando una cierta tensión interna. Y no, no es el procés independentista catalán. Es el procés leonés, el llamado ya Lexit. El que se aviva estos días desde la ciudad castellanoleonesa, después de que el pleno de la Diputación de León aprobara el miércoles una moción presentada por la Unión del Pueblo Leonés (UPL) que reclama la constitución de una autonomía propia para la Región Leonesa (León, Zamora y Salamanca) con los votos a favor del grupo proponente y el PSOE, socios de gobierno en la institución provincial, y la oposición del PP y Vox.
Desde Ferraz dieron libertad de voto a la decena de diputados socialistas para esta iniciativa. Todos votaron en bloque a favor. Una aspiración que no es nueva, y que ya se tradujo en una votación a favor de la independencia a finales de 2019, cuando los grupos municipales del PSOE, UPL y Podemos-Equo aprobaron en el Pleno del Ayuntamiento de León remitir a las Cortes de Castilla y León y a las Cortes Generales el derecho de autonomía «que tiene la región Leonesa conformada por León, Zamora y Salamanca». Lo que ha cambiado es la beligerancia del PSOE como partido nacional respecto a este asunto.
Si en 2019 se mostraba públicamente rechazo y contundencia contra esta aspiración, ahora se respalda ese anhelo, se muestra respeto e, incluso, se llega a considerar «legítima» la pretensión de la autonomía de León. Una muestra de esa modulación en la posición. Óscar Puente, año 2019, alcalde de Valladolid y portavoz nacional del PSOE: «Permítanme que me muerda la lengua»; «Les aseguro que las personas al frente de la organización del partido en Ferraz no son de Castilla y León y no han entendido ni una palabra de esta iniciativa».
Óscar Puente, año 2024, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible: «Lo respeto y lo entiendo».
Pero no sólo Puente. Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial, manifestó ayer que es tan «legítimo» que haya territorios que quieran ampliar sus competencias y configurarse en autonomías como el Estado de las Autonomías en vigor.
«Desde el PSOE de León, defendemos la libertad de voto respecto a las mociones relacionadas con la autonomía de nuestra provincia o de la Región Leonesa. Creemos que este es un tema profundamente personal y debe ser abordado desde la individualidad de cada representante», es la posición oficial que se traslada desde el partido socialista.
En una entrevista con este diario, José Antonio Díez, alcalde de León, confesó que hace cuatro años recibió «presiones del PSOE provincial, autonómico y federal al más alto nivel para que no apoyara esta moción, cosa que en coherencia y como representante de los ciudadanos apoyé porque es lo que los leoneses evidentemente desean».
Ahora, en el PSOE no gusta esta aspiración independentista, no se comulga con ella, pero se evita pisar el charco. Se prefiere apostar por una posición pública conciliadora. Pero hay incomodidad. «Soy exalcalde de Valladolid y bestia negra del leonesismo. Esa es la posición del PSOE leonés. Hay que entender que Castilla y León es una autonomía que se crea con esa configuración. No hay una identidad castellano y leonesa en la ciudadanía. Los leoneses nunca han asumido su pertenencia a esa comunidad. Hasta el punto de que somos una autonomía que tenemos una fiesta y no la celebramos juntos», reflexionó ayer Puente en Onda Cero.
Se apuesta por no hacer ruido con este asunto, no enredar más. Y si es posible, dejarlo enfriar, toda vez que el Gobierno tiene ahora ya suficientes frentes abiertos, y preferiría que el foco estuviera en el pacto del Poder Judicial y no en esto. Así, Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial, pese a que calificó de «legítima» la aspiración, quiso despejar el balón al exponer que esperará a conocer el contenido de la moción antes de pronunciarse sobre su contenido y apeló al consenso en esta cuestión.
Pero no sólo hay revuelo en el PSOE. También en el PP. Mientras David Fernández Blanco, portavoz del PP en la Diputación, aboga por separar León de Castilla, desde el PP se intenta también acallar polémicas y ruido. «Nuestra postura es clara. No estamos por la división de Castilla y León. Por este motivo, el PP votó en contra en la Diputación de León de la moción aprobada por UPL y PSOE. Esta moción atiende a intereses políticos del PSOE leonés que para poder seguir gobernando la Diputación». Y asegura que la posición de su portavoz es «a título particular».
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