26/06/2024


En una humilde casa campesina de la vereda El Hoyito, en el sector de Llanogrande de Rionegro, nueve personas estaban a la espera de ver el partido entre Argentina y Chile por la Copa América. En ese momento, una decena de hombres armados con un fusil ingresaron a la propiedad y dispararon a mansalva, acabando con la vida de siete personas. Una logró escapar y la restante resultó lesionada en una de sus manos. Un conflicto de bandas en este municipio sería el origen de la masacre más grande en Antioquia desde diciembre pasado.

A las 7:30 p.m. de este martes, los homicidas llegaron a este sector, ubicado a unos 15 minutos del aeropuerto José María Córdova de Rionegro, en dos vehículos particulares y una motocicleta, una comitiva que no avistaron los vecinos debido a la soledad del sector. Las detonaciones, confundidas con pólvora, tampoco alertaron a nadie, pero cuando el único ileso de este crimen alertó de lo sucedido, de inmediato la comunidad se dio cuenta de la masacre que se había registrado.

Un residente del sector relató que “estaba con otras personas cuando llegó el que quedó herido diciendo: ‘los mataron, los mataron’, cinco minutos después de que se escucharon las detonaciones, como de pirotecnia. Lo abracé para que se sintiera seguro y luego llegó el otro herido y de inmediato lo auxilié”.

El vecino llamó a las autoridades y estas llegaron a la vivienda. Al entrar, encontraron en la sala tres cuerpos y un hombre agonizante. Dentro de una de las habitaciones estaban los otros tres cadáveres. Las autoridades montaron en una de las patrullas al sobreviviente, con la idea de llevarlo a un centro asistencial cercano, pero falleció en el camino, dejando así los siete fallecidos.

En este hecho murieron, de acuerdo con los registros preliminares, Luis Guillermo Canoles Menco, Jesús Gabriel García Sarmiento, Luis Epinayu, Yensin Luis Fontalvo Buelvas y Marlon José Páez. Las identidades de las otras dos víctimas quedaron por establecer. A los cadáveres de estas siete personas se les harán las labores forenses en Medicina Legal, de Medellín, por parte de un equipo especializado que llegará desde Bogotá, todo con el fin de esclarecer lo ocurrido.

El comandante de la Policía Antioquia, coronel Carlos Andrés Martínez, aseguró que las víctimas eran procedentes del norte de Colombia. Tres de ellas, según las primeras indagaciones, llegaron desde Campo de la Cruz, Atlántico. Las restantes llegaron desde Cartagena y La Guajira.

Al parecer, entre diciembre y enero llegaron 29 personas, la mayoría provenientes del Caribe colombiano, para trabajar en la construcción de una finca en esta misma vereda. Con el paso de los meses se fueron yendo varias personas del proyecto hasta que solo quedaron las nueve implicadas en este caso violento.

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Para el alcalde de Rionegro, Jorge Rivas, este hecho es todo un misterio. Aseguró que es una zona llena de fincas, algunas para personas acaudaladas y otras de personas humildes y trabajadoras. “Es una zona con mucha vigilancia y cámaras de seguridad, en la cual no teníamos indicios de ningún inconveniente”.

Esta versión la confirmaron varios vecinos del sector conocido como Alto del Perro, los cuales señalaron que los residentes en la propiedad donde ocurrieron los hechos nunca dieron problemas. “Eran personas muy trabajadoras, que se mantenían de la obra a la casa y viceversa. Y nunca tuvimos problemas con ellos por algún tema de ruido y menos que hayamos visto algún comportamiento extraño”, señaló uno de ellos, quien vive en una de las casas contiguas al lugar de los hechos.

Las víctimas tenían cuatro perros dentro de la vivienda, conocidos como Blanca, Miguelito, La Negra y Lulú. De ellos, tres lograron ser rescatados y llevados por parte de la Alcaldía de Rionegro y la Universidad CES a un albergue temporal, a la espera de una determinación con cada uno de ellos o si aparece algún propietario para reclamarlos.

El conflicto que calienta el Oriente

Esta masacre se enmarca dentro del conflicto que se viene presentando en el Oriente antioqueño, donde tres bandos se quieren pelear el control de las rentas criminales: El Mesa, el Clan del Golfo y el Clan Oriente, esta última heredera de lo que en antaño fueron las Autodefensas del Magdalena Medio. El año pasado se generaron varios conflictos en municipios como Argelia, Sonsón y Nariño.

Al parecer, la confrontación entre El Mesa y Clan del Golfo se originó cuando la estructura originaria de Bello, después de tener control de la distribución de drogas en el Oriente cercano (Rionegro, La Ceja, El Retiro, La Unión, El Carmen de Viboral, Cocorná y Guarne), no se conformó y en medio de su ambición buscó ingresar al Oriente lejano, es decir, a Sonsón, Argelia, San Francisco, San Luis y Nariño, zonas que estaban bajo el control del Clan Oriente.

Ante este panorama, el Clan del Golfo intervino a través del frente Gener Morales para apoyar al Clan Oriente y le solicitó a los miembros de El Mesa que abandonaran todo el Oriente antioqueño, incluyendo las zonas que a sangre y fuego lograron controlar desde su incursión en el 2019.

Incluso, el pasado 11 de junio, el también llamados Ejército Gaitanista de Colombia, distribuyó un panfleto a través de las redes sociales en el cual amenazaban a todos los integrantes de El Mesa, incluyendo a su máximo cabecilla, Rodrigo Rodríguez Rodríguez, alias El Montañero, y quien recientemente cambió su nombre en la Registraduría por el de Gustavo Pérez Peña.

“En algunos municipios se han presentado homicidios y amenazas a la población civil, por conflictos internos entre las bandas delincuenciales, que son lideradas por alias El Montañero, quien cambió su nombre por el de Gustavo Pérez Peña, sujeto que por décadas, y aún estando encarcelado, ha liderado a ‘los Mesas’ (sic), que ahora se identifican como los 2-13 (o los del 13), atacando con sevicia a la población civil que no se alinee con sus propósitos. Estos son los grupos que combatimos sin descanso”, señaló el comunicado de esta estructura transnacional.

El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, indicó que hasta el momento se están esclareciendo a plenitud los móviles de la matanza, a la vez que se está tratando de establecer la organización que estuvo detrás de lo ocurrido. Principalmente se está tratando de verificar si lo cometió El Mesa o el Clan del Golfo, al tiempo de tratar de confirmar si las víctimas pertenecerían a alguna organización de las mencionadas, según le informaron investigadores del caso a EL COLOMBIANO.

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“Nos encontramos avanzando en las investigación de lo sucedido y nuestro equipo de investigación se encuentra en la zona estableciendo los móviles. Además, habrá presencia de un grupo especializado, que llegará desde Bogotá, para que se apersonen de las investigaciones de este hecho”, señaló el mandatario.

Además, con el fin de tener la mayor información que permita dar con el paradero de los 10 responsables de este hecho, desde la Gobernación de Antioquia se ofreció una recompensa de hasta $100 millones. La decisión se tomó después del consejo de seguridad que se realizó en la Alcaldía de Rionegro y en el cual se analizó la situación registrada en esta vereda.

Pese a esta disputa, la cantidad de homicidios en todo el Oriente antioqueño presenta una disminución si se comparan con los del año pasado, ya que a la fecha se contabilizan 88 casos, contra los 105 que iban en 2023 y los 97 registrados en 2022. Para el caso particular de Rionegro, con estos siete casos llegaron a los 18 asesinatos, dos menos que en el 2022.

Homicidios relacionados

Este conflicto en el Oriente antioqueño habría dejado dos víctimas recientes en Medellín. Una de ellas ocurrió el pasado 27 de mayo en el barrio Buenos Aires, de Medellín, donde hombres armados acabaron con la vida de Edwin Fernando Morales Londoño, de 38 años, quien era conocido con el alias de El Crespo y sería uno de los coordinadores de El Mesa en Sonsón.

Tres días más tarde, en lo que parecería una retaliación, se presentó el crimen de Yovany de Jesús Pérez Estrada, de 51 años, en el Mall del Indio, en la vía Las Palmas, a la altura del barrio San Diego, de Medellín. A este hombre, oriundo del departamento del Cesar, lo citaron en un establecimiento comercial y lo asesinaron, al parecer, luego de relacionarlo como un socio estratégico de miembros del Clan del Golfo. No obstante, el fallecido solo tenía antecedentes por el delito de evasión de impuestos.

La anterior masacre de grandes dimensiones en Antioquia dejó a seis personas muertas en Santa Fe de Antioquia el pasado 3 de diciembre en dos hechos registrado con cuatro horas de diferencia. Tenía la similitud con este hecho que las víctimas también provenían del norte de Colombia, aunque para este caso eran del sur de Bolívar, Magdalena y Sucre, además de un venezolano. El crimen se le atribuyó a la subestructura Edwin Román Velásquez Valle, del Clan del Golfo.

En lo que va de 2024 se presentaron otros dos asesinatos múltiples, uno ocurrido el 20 de abril en Urrao y otro el 25 de mayo en Amalfi, ambos con tres víctimas cada uno, de acuerdo con los registros de la Policía Antioquia.

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By Diario

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