La madrugada del 24 de junio, la actriz y cantante Fiorella Cayo protagonizó un desafortunado incidente en Miraflores que terminó con su detención. Según informes oficiales, agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) la interceptaron al pasarse una luz roja en el cruce de la avenida Hipólito Unánue con la calle General Mendiburu.
Presumiblemente bajo los efectos del alcohol, la integrante del clan Cayo se negó a cumplir con las indicaciones de los agentes para realizar las pruebas de coordinación y equilibrio que determinarían su estado.
En efecto, los policías la trasladaron inmediatamente a un policlínico en Surquillo para llevar a cabo un dosaje etílico, el cual arrojó un resultado positivo, confirmando así que manejaba en estado de ebriedad.
La artista fue llevada a la comisaría de Miraflores. No obstante, solo permaneció detenida por unas horas y la liberaron luego de acogerse al principio de oportunidad, un mecanismo legal en la cual se suspende la persecución penal del denunciado por ciertos delitos menores.
Ana Cecilia Sanguinetti, su madre, acudió al lugar para acompañarla. En las imágenes difundidas por América Noticias, ambas decidieron no ofrecer declaraciones a la prensa sobre esta situación.
Según la información disponible, Fiorella Cayo realizó un pago que superó los 10 mil soles a modo de reparación civil. La liberación de la actriz ha causado revuelo en el ámbito de la farándula local, ya que se trata de una figura pública bastante reconocida en el medio artístico peruano.
Horas después del incidente por conducción en estado de ebriedad y su detención en Miraflores, Fiorella Cayo reapareció en sus redes sociales. Sorprendiendo a muchos, la actriz evitó mencionar el bochornoso episodio y su historial de incidentes similares, optando en su lugar por compartir contenido promocional relacionado con una marca.
En sus historias de Instagram, se mostró en el gimnasio, grabándose mientras realizaba su rutina de ejercicios. A pesar de la atención mediática y las críticas, se enfocó únicamente en la mención, dejando de lado cualquier comentario sobre el suceso que la llevó a ser noticia.
Fiorella Cayo estuvo en el ojo del huracán, años atrás. La reconocida actriz y cantante peruana estuvo inmersa en un nuevo escándalo tras protagonizar un incidente que dejó atónitos a muchos.
Todo ocurrió cuando la suboficial Angélica Mendoza la intervino por hablar por su teléfono celular mientras conducía su lujosa camioneta 4×4 en el cruce de las avenidas Carlos Izaguirre y Panamericana Norte.
Lejos de colaborar con la autoridad, Fiorella Cayo adoptó una actitud desafiante y se resistió a la intervención. “Nadie va a subir a mi carro”, gritó la actriz al ser solicitada para auxiliar a la suboficial.
La situación se tornó caótica cuando, según el parte policial, ella adelantó su vehículo arrollando el pie derecho de la mujer policía, quien estaba verificando la validez de sus documentos. Sin ningún remordimiento, la figura pública huyó del lugar.
Luego de un prolongado proceso judicial de dos años, la actriz fue declarada culpable de resistencia a la autoridad, omisión de socorro y exposición al peligro. La sentencia impuesta: 4 años de prisión suspendida y una multa de 10 mil soles como reparación civil a favor de la policía.
A la salida del tribunal, Fiorella se mostró visiblemente afectada, asegurando que la sentencia no fue justa. “Si fuera culpable, lo aceptaría, pero no fue así”, declaró ante la prensa, manifestando su disposición a apelar la decisión judicial en Perú.
“Siempre he dicho la verdad, soy una persona correcta y a mí me ha ayudado la verdad. No se puede tomar las cosas de una manera equivocada”, añadió.
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