La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) anunció el viernes pasado el cierre temporal del tradicional piqueteadero ‘Doña Segunda’, ubicado en la Plaza de Mercado del 12 de Octubre, en el occidente de la capital colombiana.
De acuerdo con la entidad, la razón por la cual se dio el cierre del restaurante fue por el incumplimiento con la expedición de la factura electrónica, detalle sobre el que ha aumentado su vigilancia durante los últimos meses y por el que ha clausurado otros establecimientos.
“Me causa mucho dolor. ¿Por qué me sacan por noticias? Yo no estoy evadiendo el impuesto, no estoy haciéndole mal al Gobierno, no le estoy quitando nada a nadie. Yo pago mis impuestos, pago todo lo que me exigen”, manifestó Doña Segunda, propietaria y fundadora del lugar.
Tras cumplir con la respectiva sanción, la Dian levantó este lunes, 24 de junio, el cierre del famoso piqueteadero colombiano. La reapertura se presentó sobre las 8:00 de la mañana, pese a que que la diligencia estaba programada para las 10:45 a. m.
El establecimiento comercial estuvo cerrado durante todo el fin de semana, viernes, sábado y domingo, lo cual le afectó bastante a nivel financiero, puesto que estos días son los más productivos y lucrativos.
“Los cierres de la Dian son el resultado de un proceso, el cual agota cada una de las instancias en los tiempos establecidos por la norma, que están sujetos a un riguroso sustento jurídico y probatorio. Invitamos a la ciudadanía a conocer el debido proceso”, concluyó la entidad.
El drama que vivió Doña Segunda
Días de bastante angustia vivió Segunda Fonseca de Guarín, conocida popularmente como Doña Segunda, dueña del piqueteadero más famoso de Bogotá, por el cierre preventivo que le hizo la Dian por incumplir con la facturación electrónica.
SEMANA se desplazó hasta el restaurante y habló con su propietaria, quien no ocultó el desespero por esta situación. “Lo que pasó fue un atropello contra mi trabajo y el trabajo de muchas personas. Estoy sorprendida porque ellos dicen que fue por un pago que no hice y sí lo hice. Yo tengo todos los papeles y lo que ellos exigieron está también en funcionamiento”, precisó.
Luego, sentenció: “Yo no le he hecho mal a nadie, he servido a mi barrio. No sé por qué razón haya ido este montón de personas de la Dian, que me causó mucho estrés, pero no era para tanta gente, ni que hubiera sido yo una mujer mala, que estuviera trabajando en el narcotráfico. Yo soy una mujer ya de edad y de mucha seriedad con mis clientes y las personas que trabajan conmigo. Espero que esto se mejore para bien de todos”.
Cabe recordar que, además del piqueteadero en mención, la Dian le aplicó esta misma medida a otros 18 establecimientos comerciales, incluidos cuatro que están ubicados en el Aeropuerto Internacional El Dorado, en el occidente de Bogotá.
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