Desde hace un tiempo, la figura de María Fernanda Callejón se volvió recurrente en los programas de espectáculos. Primero fue su sorpresiva separación de Ricky Diotto, una ruptura teñida por el escándalo. Luego fue su relación con Fernando Gamboa, un viejo amor. La semana pasada, el nombre de la exvedette llegó a los titulares de los medios luego de haber rechazado una invitación a LAM y haber ventilado -con una fuerte crítica- el cachet propuesto por el ciclo de Ángel de Brito. El sábado por la noche, sentada en la mesa de Mirtha Legrand, no solo no evitó ningún tema sino que, además, festejó su cumpleaños y lloró de la emoción,
“Contame, con tus cosas, ¿estás más tranquila?”, le preguntó Legrand a Callejón de entrada en referencia a su separación de Diotto. “Sí. Viste que el tiempo acomoda todo. Yo estoy muy tranquila, sanando y muy feliz y acompañada”, rescató Callejón, y mencionó a su hija Giovanna, quien hoy tiene ocho años. Un rato después, la Chiqui se metió de lleno en el tema.
“¿Cómo la estás pasando ahora? ¿Bien?”, indagó. “Pasaste momentos muy duros, tremendos. A tu separación me refiero”, aclaró de inmediato. “Sí. Fue un momento inesperado”, confió Callejón. “Uno cuando se enamora y se casa, se casa para toda la vida. En ese momento estábamos muy bien y enamorados. Era un gran compañero”, siguió la exvedette el relato. “¿Y qué pasó? ¿Cómo un matrimonio se disuelve así, de pronto?¿Adulterio?”, preguntó sin vueltas la conductora. “No sabría cómo explicártelo porque fue un suceso de cosas. Creo también que a veces las mujeres naturalizamos cosas que suceden en nuestro seno familiar por cuestiones de intereses que tienen que ver pura y exclusivamente con el proyecto familiar”, intentó explicar Callejón sin muchas definiciones, aunque luego fue más explícita.
Luego de explicar que cuando nació su hija, una bebé muy buscada, puso su foco en la crianza y en la maternidad y que Diotto siempre la acompañó en todo el proceso, Mirtha insistió con la pregunta. “Pero ¿cómo una persona te puede querer, amar, y de pronto se acaba el amor y empieza la agresión? Porque fue bastante agresivo el tema creo, ¿no?”, disparó. “Sí, porque a veces la violencia se enmarca en una palabra que ahora estamos profundizando. Antes era el golpe, y a veces en la violencia psicológica los golpes no se ven. O la violencia económica. Cosas que uno naturaliza porque todavía hay mucho para conocer y ver”.
“¿Pero él te agredió físicamente?”, insistió Legrand”. “Bueno, ese es el punto. No voy a dar detalles”, reaccionó Callejón. “Sí, yo lo leí. Te empujó contra una pared”, repasó la Chiqui. “Sí -ratificó Callejón-, no voy a dar detalles. Creo que ahí fue mi alerta. Dije hasta acá porque estaba mi hija. Igual, estábamos en crisis y hubo un chat que se filtró, que él se escribía con otra mujer”, recordó. “Fui públicamente cornuda, por así decirlo. Porque nadie muere mocho. Pero eso no me impactó. Me impactó lo que decía el chat sobre mi casa, que no es mi casa sino la casa de nuestra hija. Ahí empezó todo. Y todavía estamos en conflicto por eso. Pero no voy a dar más detalles”, confesó,
“¿Por qué te pusiste tan dramática el otro día en un programa?”, preguntó sin filtro Legrand y se dispuso a escuchar la respuesta con atención. La diva hacía referencia al incómodo momento en vivo que protagonizó Callejón durante un móvil de LAM la semana pasada cuando le preguntaron por su negativa a ser parte del ciclo de televisión. La exvedette no dudó en apuntar contra la producción por el bajo cachet que pagan sino que también disparó contra Marixa Balli por una vieja disputa y luego abandonó la comunicación.
“¿Viste que los titulares son ´El día de furia de María Fernanda Callejón´?”, repasó la exvedette. “No me conocen enojada todavía, Mirtha”, redobló la apuesta. “Imaginate que soy tana y andaluza”, siguió, y confesó que busca los lugares en donde le gusta y elige estar, como la mesa de Mirtha o el programa de Fernando Dente. “Porque siempre con el temita de ´es el juego que hay que jugar´… yo ya no juego a ese juego. Lo quiero decir públicamente. Porque la vida no es un juego, y las cosas que me acontecen son de la vida misma y si creo en la privacidad”, explicó.
Sobre el final del envío, a Callejón le acercaron una pequeña torta con una velita por sus 58 años y la actriz se emocionó hasta las lágrimas cuando todos en la mesa y en el estudio le cantaron el feliz cumpleaños. Tras pedir sus tres deseos, sopló las velas y le agradeció el gesto a Mirtha con la voz entrecortada. “Gracias porque siempre fuiste muy amorosa con todos nosotros y conmigo. De verdad te quiero mucho, mi hija te ama, mi madre te amaba y quiero agradecerte enormemente el respeto que siempre tenés hacia mí y mi familia. El mejor regalo, de verdad”, cerró.
LA NACION
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