Durante nuestros años de probar colchones, hemos perfeccionado un proceso que se centra en algunos factores clave: firmeza y sensación, durabilidad y rendimiento. Evaluamos cada cama teniendo en cuenta al durmiente promedio.
Firmeza y sensación
La firmeza y el tacto son lo primero que evaluamos. Son los que le ayudarán a determinar qué camas son adecuadas para usted. Piense en la firmeza como lo duro o blando que es el colchón. En Feel es donde nos ponemos manos a la obra con los colchones. ¿Cómo rebota la cama cuando nos movemos sobre ella? ¿Tiene una sensación tradicional de colchones de espuma viscoelástica o se parece más a una espuma de látex que rebota? La firmeza y la sensación de cada cama se indican en nuestras reseñas.
Durabilidad
Podemos estimar la durabilidad de un colchón en función de su material. Las espirales con bolsillos ayudan a que los colchones híbridos duren más que los colchones totalmente de espuma porque tienen más estructura. Los colchones totalmente de espuma son más susceptibles a hundirse. Es por eso que tanta gente opta por gastar un poco más y adquirir un colchón híbrido.
Soporte de borde
Cuando decimos soporte de borde, nos referimos a qué tan fuerte es el perímetro del colchón. Los mejores colchones híbridos suelen tener un rendimiento bastante bueno en esta categoría. Mientras probábamos, nos acostamos en cada borde de la cama para determinar qué tan resistente es. No tiene un buen soporte en los bordes si sentimos que podríamos caernos.
Aislamiento de movimiento
El aislamiento del movimiento es importante para las personas que tienen una pareja que se mueve de noche. No querrás que ese movimiento te despierte. Saltamos y rebotamos sobre la cama para comprobar cuánto movimiento recorre la cama. Además, colocamos un vaso de agua sobre el colchón y giramos hacia él para ver si se vuelca.
Temperatura
Dormir caliente es una de las molestias más comunes a las que se enfrenta la gente. Observamos los materiales y la construcción de un colchón para evaluar qué tan caliente o fría duerme la cama. Ciertos materiales, como la espuma con memoria de gel y las fundas que cambian de fase, pueden ayudar a evitar el calor por la noche.
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