El arzobispado de Burgos no ha querido esperar hasta el lunes para declarar la excomunión de las monjas rebeldes de Belorado y ha zanjado la cuestión, al menos desde el punto de vista religioso, este mismo sábado. Después de que este viernes venciese el ultimátum que les había otorgado para declarar ante el tribunal eclesiástico, otorgándoles la posibilidad de retractarse, y tras conocer el burofax en el que las religiosas se reafirmaban, el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha firmado los correspondientes decretos de excomunión.
Así lo ha señalado el Arzobispado de Burgos en un comunicado recogido por Europa Press, en el que ha explicado que se ha recibido un burofax firmado personalmente por diez hermanas clarisas del Monasterio de Belorado donde se comunica de forma “unánime y convencida” la desestimación de presentarse este viernes ante la citación de ese tribunal.
En dicho burofax las clarisas afirman que ya se “desvincularon” de la Iglesia conciliar (con denominación Iglesia Católica) el día 8 de mayo, firmando su Manifiesto Católico ante notario, haciéndolo público el 13 de mayo y notificado fehacientemente el día 14 de mayo, a lo que añaden que se han “ratificado todas y cada una” de las religiosas.
A la vista de esta declaración de “separación voluntaria” de todas y cada una de ellas, recibida por burofax, el 21 de junio de 2024, lo que viene a ratificar lo que ya expusieron con anterioridad de modo fehaciente de diversas formas, este sábado, 22 de junio, el arzobispo de Burgos, Comisario Pontificio y Representante Legal de los Monasterios de Belorado, Orduña y Derio, ha comunicado el Decreto de declaración de excomunión y la Declaración de dimisión (expulsión) ipso facto de la vida consagrada a todas y cada una de las diez hermanas que han incurrido en cisma.
Son las mismas hermanas las que han mostrado su decisión libre y personal de abandonar la Iglesia Católica, ha detallado el azobispado, si bien ante esta decisión ha recordado que la Declaración de excomunión es una acción jurídica considerada por la Iglesia como una medida “medicinal, que mueva a la reflexión y a la conversión personal”.
“La Iglesia muestra siempre sus entrañas de misericordia y, como Madre, está dispuesta a acoger a sus hijos que, como el hijo pródigo, confían en la misericordia de Dios y emprenden el camino de vuelta a la casa del Padre”, recoge el comunicado remitido a los medios.
Del mismo modo, el arzobispado de Burgos ha explicado que existe todavía comunidad monástica formada por las hermanas que no han incurrido en excomunión, al no haber secundado el cisma: son las cinco hermanas mayores y otras tres hermanas que, aunque en este momento no se encuentran en el monasterio, pertenecen a la comunidad al estar incardinadas en ella.
Finalmente, el Arzobispado ha remarcado que las hermanas mayores son una “prioridad” en sus preocupaciones, de modo que la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu ha previsto la forma de atender de modo inmediato a estas hermanas en el mismo Monasterio de Belorado.
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