¿Qué tan efectiva es la atmósfera de la Tierra para protegernos contra una supernova y sus efectos, como una extinción masiva? Para averiguarlo, investigadores liderados por Theodoros Christoudias, del Instituto de Chipre, investigaron estas explosiones y los efectos que podrían tener en nuestro planeta si ocurrieran cerca. Pero puede estar tranquilo, ya que los resultados demostraron que el campo magnético de la Tierra y la capa de ozono son capaces de proporcionar protección.



Foto: Aaron M. Geller, Universidad Northwestern / Canaltech

Las supernovas son las último aliento de las estrellas con al menos cinco veces la masa del Sol. Estas explosiones son tan intensas que pueden atenuar la luz de sus galaxias durante unos días o incluso meses, y están presentes en todo el universo. Los astrónomos estiman que en galaxias como la nuestra se producen hasta tres supernovas cada siglo.

Por lo tanto, son extremadamente peligrosos: cuanto más cerca están de un planeta, más letales son sus efectos para los seres vivos que se encuentran allí. En el caso de la Tierra, los rayos gamma de la supernova, así como sus rayos cósmicos, podrían destruir por completo la capa de ozono que protege la superficie de nuestro planeta contra la radiación ultravioleta.

Algunos estudios ya han aportado modelos de la respuesta de la atmósfera terrestre a una supernova cercana a escalas astronómicas. Christoudias y sus colegas fueron más allá y trabajaron con un modelo que permitió estudiar el impacto que tendrían las supernovas cercanas en la atmósfera, considerando la dinámica de circulación, la química y los procesos que allí ocurren.




Una supernova tendría menos efecto sobre la capa de ozono de lo que pensábamos (Imagen: Reproducción/Sketchepedia/Freepik)

Una supernova tendría menos efecto sobre la capa de ozono de lo que pensábamos (Imagen: Reproducción/Sketchepedia/Freepik)

Foto: Canaltech

Descubrieron que, incluso en tal escenario, la capa de ozono sería más resistente de lo que pensábamos. “La reducción máxima de ozono sobre los polos es menor que el actual agujero antropogénico sobre la Antártida, lo que equivale a una pérdida de la columna de ozono del 60 al 70%”, explicaron. Observaron un aumento de gas en la troposfera, pero cae dentro de los niveles provocados por la contaminación antropogénica actual.

Según el equipo, si consideramos la pérdida máxima de ozono en la estratosfera provocada por 100 veces más radiación ionizante de la que normalmente recibimos, el nivel máximo alcanzado sería del 10%. El valor es casi el mismo que el causado por la contaminación generada por la acción humana, y no causaría mayores problemas en la biosfera moderna. Los efectos serían más preocupantes en la atmósfera primitiva, que tenía sólo un 2% de oxígeno.

Finalmente, los autores creen que “es poco probable que una supernova cercana provoque una extinción masiva”. “Concluimos que la atmósfera de nuestro planeta y campo geomagnético proteger eficazmente la biosfera contra los efectos de las supernovas cercanas, que permitieron que la vida evolucionara en tierra firme durante los últimos cientos de millones de años”, concluyeron.

El artículo con los resultados del estudio fue publicado en la revista. Comunicaciones de la naturaleza.

Fuente: Comunicaciones de la naturaleza, Universo hoy

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