Las familias de las víctimas de dos accidentes mortales de Boeing 737 MAX pidieron el miércoles al Departamento de Justicia de Estados Unidos que busque una multa contra la compañía de hasta 24.780 millones de dólares y siga adelante con un proceso penal.
Los accidentes de los vuelos Lion Air 610 y Ethiopian Airlines 302 abrieron un período turbulento para la empresa estadounidense con numerosas investigaciones, cuestionamientos e incidentes de seguridad que llegan hasta el día de hoy. Ocurrieron en 2018 y 2019 en Indonesia y Etiopía y provocaron la inmovilización mundial del avión más vendido durante 20 meses. Un sistema de seguridad llamado MCAS se relacionó con ambos accidentes mortales.
”Dado que el delito de Boeing es el más letal de la historia empresarial de Estados Unidos, una multa máxima de más de 24.000 millones de dólares está legalmente justificada y es claramente apropiada”, escribió Paul Cassel, abogado que representa a 15 familias, en una carta al Departamento de Justicia hecha pública este miércoles.
Las familias dijeron que el departamento podría suspender potencialmente entre 14.000 y 22.000 millones de dólares de la multa “bajo condición de que Boeing dedique esos fondos suspendidos a un controlador corporativo independiente y a mejoras relacionadas con el cumplimiento y la seguridad”.
El departamento dijo en mayo que Boeing había violado un acuerdo de enjuiciamiento diferido de 2021 que protegió a la compañía de un cargo penal de conspiración para cometer fraude derivado de los accidentes fatales ocurridos en 2018 y 2019 en los que fallecieron 346 personas.
Boeing dijo la semana pasada al gobierno que no violó el acuerdo. Los fiscales tienen hasta el 7 de julio para informar a un juez federal en Texas de sus planes, que podrían proceder con un caso criminal o negociar un acuerdo con Boeing. El departamento también podría prorrogar el acuerdo de procesamiento diferido durante un año.
Funcionarios del Departamento de Justicia descubrieron que Boeing incumplió el acuerdo de enjuiciamiento diferido tras la explosión de un panel en pleno vuelo de un 737 MAX de Alaska Airlines el 5 de enero. El incidente puso de manifiesto los continuos problemas de seguridad y calidad de Boeing.
En la carta, las familias también dijeron que la junta directiva de Boeing debe recibir la orden de reunirse con ellos y que el departamento debe “iniciar acciones penales contra los funcionarios corporativos responsables de Boeing en el momento de los dos accidentes”.
El consejero delegado de Boeing, Dave Calhoun, se disculpó el martes ante los familiares de las 346 personas que murieron en los vuelos Lion Air y Ethiopian Airlines. Compareció ante un comité en el Senado de Estados Unidos que investiga a Boeing, una audiencia a la que asistieron familiares de las víctimas con retratos de sus seres queridos.
Antes de empezar la comparecencia, Calhoun, de pie y dirigiéndose a estos familiares, afirmó: “Quisiera disculparme en nombre de todos nuestros asociados de Boeing, pasados y presentes, dispersos por todas partes, por sus pérdidas. Lamento el dolor que hemos causado”.
A preguntas de los senadores, Calhoun aseguró que Boeing ha despedido a empleados que han presionado o acosado a compañeros que han hecho pública información comprometida sobre la empresa. Calhoun, sin embargo, no supo detallar ni el número ni el rango de los empleados despedidos.
Uno de estos informantes, John Barnett, fue hallado muerto en marzo de 2024 de un disparo en la cabeza dentro de su vehículo en el aparcamiento de un hotel. Luego se determinó que la causa de la muerte era el suicidio.
Barnett había denunciado que estaba siendo acosado por miembros de Boeing.
Calhoun anunció en marzo que dejará su cargo a finales de año, después de 15 años en puestos de alta responsabilidad en la empresa aeronáutica.
(Con información de Reuters y EFE)
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