Internet, y especialmente las redes sociales, se han convertido en una fuente inagotable de información errónea, bulos, fake news y conspiraciones. Debemos leer cada artículo que aparece a diario con una buena dosis de escepticismo y siempre es conveniente buscar diversas fuentes sobre el tema antes de aceptar un titular. Hace tan solo unos días encontré una afirmación curiosa que puede servirnos de ejemplo. Surgió como un simple comentario en una de mis redes en el que alguien afirmaba que “mirar al Sol provoca estornudos”. La idea me resultó extraña, me picó la curiosidad y terminé indagando en algunos artículos y estudios sobre el tema para confirmarla antes de darle crédito.

Pues resulta que es cierto. Posee diferentes nombres como “Reflejo fótico de estornudo”, “estornudo fótico”, “reflejo solar o lumínico de estornudo” e incluso tiene unas divertidas siglas en inglés “ACHOO”, que se corresponden con “Síndrome Autosómico Dominante de Irrupción Helio-Oftálmica Compulsiva”. Las curiosidades no terminan aquí ya que este estornudo como reflejo a una luz brillante es bastante frecuente y, de hecho, aproximadamente una de cada tres personas lo desarrollan.

Pero, ¿Cuáles son los mecanismos fisiológicos implicados? ¿Por qué una simple luz puede desencadenar una respuesta así?

Comencemos diciendo que, aunque yo he descubierto esta curiosidad recientemente, el reflejo fótico es bien conocido desde hace siglos. El propio Aristóteles en el siglo IV a. C. ya se preguntaba ¿Por qué uno es más propenso a estornudar después de mirar al sol? Esta cuestión también está presente en la literatura científica en numerosos estudios. Por ejemplo, en 1995 un trabajo científico en la clínica oftalmológica de Alabama descubrió que aproximadamente el 33% de los casi cuatrocientos sujetos del estudio experimentaban estornudos fóticos. Un estudio más reciente de 2019 en China el porcentaje era similar (25%-30%) en un estudio con unos 3400 voluntarios.

Como todos sabemos los estornudos comunes suelen desencadenarse por el contacto con agentes infecciosos o después de inhalar partículas irritantes, pero en la actualidad no se comprende completamente la causa del estornudo fótico. Algunos estudios apuntan a que podría implicar una sobreexcitabilidad de la corteza visual en respuesta a la luz, lo que lleva a una activación más fuerte de las áreas somatosensoriales secundarias. Otros estudios sugieren que están conectados con la estimulación del nervio trigeminal intraorbitario por un aumento de la sensibilidad ocular a la luz. Sea como sea, aún no tenemos claros los mecanismos exactos que participan en este reflejo.

Lo que sí sabemos es que os estornudos fóticos suelen ocurrir después de la exposición a una luz brillante, como la luz del sol, y aparecen con mayor frecuencia al pasar de la oscuridad a la luz, como después de encender las luces en una habitación oscura. También sabemos que no están provocados por una longitud de onda de luz específica, sino más bien por un cambio brusco en la intensidad de la luz.

Por último hay que destacar que existe un componente genético importante. Un estudio de 2010 , investigadores de la empresa de pruebas genéticas 23andMe en California descubrieron dos mutaciones relacionadas con una mayor prevalencia de estornudos fóticos. Esto explicaría la disparidad de esa prevalencia en diferentes partes del mundo, siendo más frecuente en Europa que en África o América.

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Referencias científicas y más información:

Charles Q. Choi “Why does the sun make people sneeze?” LiveScience (2024)

Medical Genetics Summaries “ACHOO syndrome” National Library of Medicine

Langer, Nicolas, et al. «When the Sun Prickles Your Nose: An EEG Study Identifying Neural Bases of Photic Sneezing». PLoS ONE (2010) DOI:10.1371/journal.pone.0009208.

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By Diario

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