La Bolsa española vuelve por sus fueros. Después de años de letargo, en los que las cotizadas nacionales registraron un comportamiento peor que otros mercados bursátiles, los últimos ejercicios ha conseguido brillar. Y, subidos a esta ola positiva, un puñado de gestores estrella ha conseguido desde 2021 rentabilidades que superan el 10% anual. Y, solamente en lo que va de 2024, alguno de ellos ya acumula un retorno del 17%.

Uno de los nombres propios de esta nueva etapa es José Ramón Iturriaga, ges…

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La Bolsa española vuelve por sus fueros. Después de años de letargo, en los que las cotizadas nacionales registraron un comportamiento peor que otros mercados bursátiles, los últimos ejercicios ha conseguido brillar. Y, subidos a esta ola positiva, un puñado de gestores estrella ha conseguido desde 2021 rentabilidades que superan el 10% anual. Y, solamente en lo que va de 2024, alguno de ellos ya acumula un retorno del 17%.

Uno de los nombres propios de esta nueva etapa es José Ramón Iturriaga, gestor de fondos y socio en Abante Asesores. Su vehículo de inversión, llamado Okavango Delta, subió el año pasado un 26% y este ejercicio ha llegado a tocar el 20% de rendimiento. “El ‘stock picking’ ha vuelto a funcionar”, explica el inversor, en referencia a la estrategia de seleccionar muy cuidadosamente cada una de las acciones que entran en cartera. “Durante el largo periodo de los tipos al 0%, la elección de valores perdió vigencia, y lo que pitaba era lo que llamábamos las acciones de crecimiento”. En ellas, especialmente en las tecnológicas, el peso de los flujos de caja futuro tiene mucha importancia en la valoración presente. Pero con las drásticas subidas de tipos iniciadas en 2022, descontar el valor futuro empezó a salir cada vez más caro.

En el caso de Iturriaga, el sector que penalizó su fondo y que ahora le ha devuelto a las alturas es la banca. Desde hace años, el inversor defendió que las valoraciones de los bancos españoles eran ridículas, que se estaba descontando tipos cero ad eternum, y que no se tenía en cuenta la fuerte reconversión que había protagonizado esta industria, que le ha hecho ganar en eficiencia. Durante mucho tiempo Iturriaga clamó en el desierto y su fondo, entre 2017 y 2020 no levantó cabeza. Pero ahora todo ha cambiado.

El nombre del vehículo que gestiona, Okavango Delta, hace referencia al delta fluvial del río Okavango, que cada año inunda las resecas llanuras cercanas al desierto del Kalahari, en Botswana. La metáfora se explica sola. La subida de tipos de interés del BCE de hace dos años abrió unas compuertas que liberó un flujo que regó de dinero a los balances de los bancos. Cuando el tipo de intervención es cero o negativo, las entidades financieras apenas tienen márgenes comerciales. Sin embargo, cuando están en el 3% o el 4%, la banca tiene una gran capacidad para sacar una jugosa diferencia entre lo que cobra por prestar dinero y lo que paga por los depósitos y las cuentas, el llamado margen de intermediación, en la jerga de los banqueros.

“Fueron años difíciles, pero tenía claro que antes o después llegarían esas subidas de tipos y se reconocería que el sector bancario estaba tremendamente infravalorado. Por eso tenía en cartera tantos bancos”, explica Iturriaga. Su apuesta por esta industria todavía se mantiene. De hecho, las primeras posiciones de su fondo son CaixaBank, Unicaja y Banco Sabadell. “La opa lanzada por BBVA sobre Sabadell tiene todo el sentido, aunque se ha hecho de esperar. No me extrañaría que viéramos otra sobre Unicaja, aunque tiene un núcleo accionarial más consolidado”, reflexiona.

El otro sector que ha sido muy importante para Iturriaga ha sido el inmobiliario. De hecho, entre las compañías que más han aportado a la rentabilidad del fondo en 2024 están la sociedad cotizada de inversión inmobiliaria (Socimi) Lar España y la promotora Aedas Homes. Viendo las buenas perspectivas que tenía esta indsutria, Iturriaga convenció a su casa, Abante Asesores, para lanzar un fondo especializado solo en este tipo de compañías. Abante Sector Inmobiliario -que tiene en cartera compañías españolas y también alguna europea, y que está gestionado también por Iturriaga-, ha generado una rentabilidad en su primer año de casi un 27%.

La consistencia de Solana

Otra rockera incombustible en la gestión de activos es Lola Solana, la profesional que más años lleva en España al frente de un fondo de Bolsa. En su caso, el Santander Small Caps España, que en los últimos 12 meses acumula un retorno del 28%. Solana explica que “el buen comportamiento se debe fundamentalmente al tirón que han tenido las cotizadas de pequeña capitalización en el mes de mayo, cerrando la brecha que se había abierto entre grandes y pequeñas”.

La gestora reflexiona sobre la importancia que están teniendo para muchos sectores de actividad la fuerte de inmigrantes “que ha saltado a 250.000 en los últimos tres meses, frente a la media de 150.000 de los trimestres anteriores”. Este flujo de personas está haciendo que aumente la demanda de vivienda, de servicios bancarios… “Las pequeñas compañías suelen tener un comportamiento muy ligado al ciclo económico, y el buen momento de la economía española se está haciendo notar”.

En el caso del fondo de Solana, también el sector financiero ocupa un papel protagonista, con participaciones en Banco Sabadell, Bankinter, Renta 4 Banco… “La bajada de tipos que empezó la semana pasada parece que es más suave de lo que se esperaba, lo que va a ayudar a que los bancos lo sigan haciendo bien. También les favorece los tambores de consolidación que estamos oyendo”. La gestora también tiene en el fondo acciones del fabricante de trenes Talgo, que lleva una rentabilidad del 33% en el último año, impulsada por la opa que ha lanzado sobre ella el grupo húngaro Magyar Vagon.

El fondo de Lola Solana es uno de los que mejor rentabilidad ha mantenido en el largo plazo. De hecho, en un periodo de 10 años presenta un retorno medio anual del 5,9%, lo que le convierte en el segundo mejor de la categoría, solo por detrás del fondo portugués BPI Global Investment Fund Iberia, que compite en la misma categoría de Bolsa de España y Portugal.

Además del sector bancario, del inmobiliario y las pequeñas compañías como Talgo, otra clave para el buen momento que vive la Bolsa española es el fuerte empuje de dos titanes como Iberdrola e Inditex. Buen ejemplo de ello es el vehículo Fidelity Iberia Fund, que este año ya ha generado una rentabilidad del 16% y sube un 29,5% en los últimos 12 meses. El vehículo, uno de los mejores de los últimos cinco ejercicios, mantiene una posición en Iberdrola del 9,55%, casi el máximo que permite la ley. Y la tercera mayor posición en cartera es Inditex, que ha subido un 33% en el último año.

Cuando se analiza esta nueva edad de oro de los fondos de Bolsa española, destacan especialmente los especialistas en inversión en valor -la búsqueda de compañías que están muy infravaloradas-. El equipo de AzValor, con Álvaro Guzmán de Lázaro y Fernando Bernad, han conseguido que su fondo de renta variable ibérica tenga un retorno medio anual de casi el 14% en tres años. Su antiguo jefe en Bestinver, Francisco García Paramés, lleva un 13% de media anual con su fondo Cobas Iberia. Por primera vez en más de una década se puede decir que la Bolsa española y sus mejores gestores, vuelven a reinar en Europa.

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Por Diario

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